viernes, 13 de julio de 2018

Nueva mirada a la película “María Magdalena”


Nueva mirada a la película “María Magdalena”

Eduardo de la Serna



Luego de una “primera mirada” sobre la película sobre María Magdalena, quisiera detenerme ahora en otros elementos de esta obra.

A la vez que vi esta, pude ver también “Pablo, apóstol de Cristo” y la comparación (y el contraste) me sirve para avanzar en lo dicho.

La película sobre Pablo (que – quiero señalarlo para ser claro – me resultó insufrible y lamentable) pretende “mostrar a Pablo”, pero como si fuera una “vida de…” y, en lo personal, ese Pablo no me resultó creíble. Podría señalar errores y horrores históricos y literarios, pero, ya lo he dicho, no creo que una obra artística, deba ser una suerte de “documental”, pero – ¡eso sí! – debe resultar creíble. Y ni Pablo, ni Lucas, ni escenas varias, ni pretensiones supuestamente históricas me resultaron interesantes ni creíbles. Incluso, los diálogos entretejidos con citas paulinas (o que afirman serlo) me parece una búsqueda de “afirmar” el Pablo presentado con “la Biblia”. Ocurre todo lo contrario con María Magdalena. Jesús habla y casi nunca son citas evangélicas. Es el Jesús y la Magdalena que la película quiere presentar.

Una cosa obvia en una película es preguntarse por qué el director presenta tal o cual cosa… Que Jesús y la mayoría de los discípulos sean bastante adultos quizás sea simplemente para lograr dos objetivos: primero centralizarse absolutamente en María, y que Jesús sea una suerte de “complemento necesario” y, además, creo que intenta des-erotizar el personaje con el fin de mostrarla desde una exclusiva intención discipular. Creo que lo ha logrado. María aparece como pescadora (Magdala es una ciudad donde sus habitantes mayoritariamente lo eran, pero en la película se la muestra a María llevando redes, limpiándolas y pescando en el comienzo del film. Todo invita a pensar en ella como “pescadora de hombres”. Otra escena interesante es la presentación del ganado menor cuando Jesús expulsa los vendedores del templo que se intercala rápidamente con escenas de la crucifixión, como haciendo referencia a Jesús “cordero que quita el pecado del mundo”, o “cordero pascual”. Desde el principio Pedro, interesantemente un personaje de tez morena, ve que María será causa de división, cosa que repite al final: “nos has debilitado”. Pedro mismo es quien habla de la “piedra” de edificación de la Iglesia, pero solo se refiere a los varones. Pero, sin embargo, es interesante que Jesús, que los envía de dos en dos, a Pedro lo envía con María y si al principio, él va delante, luego de una dura escena frente a la violencia romana donde se manifiesta la compasión de ella con las víctimas por sobre “la obediencia” de él, es María la que lleva la delantera en la escena final. El autor elige presentar a un grupo grande con velas (no con lámparas de aceite) cuando Jesús enseñará el Padrenuestro, poniéndonos en un clima litúrgico. Incluso, cuando Jesús va a ser sepultado se ve claramente una cruz en el cementerio, sin duda intentando “actualizar” la escena. Jesús se deja enseñar por María cuando se dirige a predicar solo a mujeres, como luego lo hará María como testiga del resucitado.

Sin duda podrían multiplicarse las referencias (como el encuentro de María con la Madre de Jesús que incluye al final una bella escena de La Pietà) pero creo que esto es suficiente para señalar la clarísima intención feminista de Garth Davis, el director y de Helen Edmundson, la escritora. La escena inicial y a su vez conclusiva, presenta a cierta “ella” preguntando por el reino (tema central y habitualmente malentendido en toda la película por los discípulos) y la referencia al “grano de mostaza” que siembra “una mujer”. María sumergiéndose en la pascua (como se ve en la escena de la muerte de Jesús que ilustra el comienzo y final) – como un océano - puede entender a Jesús y predicarlo a pesar de la incomprensión y celos de los discípulos.

Es posible que haya una cierta influencia de la María presentada en los evangelios Apócrifos (por ejemplo, por su relación con Pedro), pero de ninguna manera llega al “conflicto” que plantea Dan Brown en el Código Da Vinci además de la supuesta relación erótica entre ambos que él presenta [al comienzo, cuando María ayuda en un parto a una mujer, le dicen a su hermano que la partera afirma que “María es buena para eso” y él pregunta “¿no lo son todas?”… El “género” ha señalado históricamente aquello para lo que las mujeres “han de ser” buenas o aquello para lo que son inútiles (como eso de ser discípulas, por ejemplo); del mismo modo los mitos “magdalenianos” la han mostrado o bien prostituta o bien pareja de Jesús, porque parece que la mujer debe “decir” en función del cuerpo, no de su militancia discipular en el seguimiento de Jesús, como en este caso]. Es razonable que el gnosticismo presente a una mujer (Sofía) como la que está en conflicto con la estructura, la institución y la norma (Pedro), pero nada de eso se ve en la película.

La intención expresamente feminista intenta mostrar no a una María Magdalena año 33 sino s.XXI. Una discípula, una apóstola. Una mujer que puso un grano de mostaza en la historia y – aunque pequeño en su origen – llegó a tener ramas tan grandes como para que aniden las aves del cielo. Las nuevas imágenes de María, la de Magdala, nos muestran una auténtica discípula que – más allá de imaginaciones, leyendas o mitos, nos muestre el seguimiento de Jesús como un desafío, aunque sea frecuentemente malentendida, desde el comienzo, donde la consideran endemoniada, hasta el final, predicadora solitaria. Lamentablemente no ha sido distinta la historia de las mujeres en la Iglesia en estos milenios. Quizás tanto dolor femenino sea de parto de una Iglesia nueva e igualitaria. María, la de Magdala, ruegue por nosotros.


Foto tomada de http://www.ecuavisa.com/articulo/entretenimiento/internacional/368711-pelicula-que-busca-cambiar-imagen-maria-magdalena

1 comentario:

  1. Vi al final , la película y me costo mucho entenderla, son muchas las cosas que me hicieron ruido.Tu nota aclara algunos aspectos y otros me los deja en la oscuridad absoluta. Conclusión: debo verla de nuevo y quiza con ojos nuevos cambiar algunas categorías.

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