viernes, 28 de septiembre de 2018

Llamado a la solidaridad


Un llamado a la solidaridad


Eduardo de la Serna



Es bastante sabido, entre nosotros, que en los ambientes de la comunicación hay excelentes creativos. Más de un premio han recibido las agencias de publicidad (alguno vomitivo por homofóbico, por cierto). Pero de un tiempo a esta parte algo ha cambiado. Tengo la intuición que ha de ser exigencia del FMI, pero lo cierto es que ha bajado notablemente el nivel de la comunicación oficial. El nivel actual roza lo berreta total.

Incluso se ven menos trolls que antes en las redes, lo que hace pensar que el presupuesto debió golpear también allí, y quizás por eso la imagen de Marquitos esté en decadencia. Ya casi se los extraña.

Mirar la imagen de la gobernadora, con su cara impávida de nada y notar que, milagrosamente, ha cambiado la taza de color es demasiado evidente. Es cierto que al haberse revelado el origen de ciertos fondos que no están en fotocopias de cuadernos sino en archivos reales debe haberla deprimido un poco y su mohín con dientes kolynescamente sonrientes ha menguado un poco, como se vio recientemente en su mueca de desprecio a una vecina quilmeña.

Pero el colmo lo hemos experimentado ahora con la patética filmación en una pizzería. “¡Qué sorpresa, Mauricio!” Afirman unos malos actores, con buena voluntad, eso sí, a una cámara que “curiosamente” estaba adentro del local para luego compartirnos la lista de slogans macristas sin repetir y sin soplar. Con algunos cortes de edición, eso también, pero ¿quién no se equivoca alguna vez en el guión? Y para colmo de todos los males en esperanzador helicóptero reaparece Antonia. Ya dice un principio de la publicidad que cuando no sabes cómo vender un producto hay que recurrir a niños o a cachorros. Y como -quizás por hartazgo – Antonita (quizás un futuro monstruo) había desaparecido, el actual es buen momento para mostrarla en una patada de karate que haría temblar a Bruce Lee. Y el presidente, que se mueve felinescamente entre cámaras, comenta que estamos pasando por un mal momento, casi como si fuera un comentarista televisivo al que le faltó esbozar una crítica al actual gobierno por lo mal que estamos.

La berretada de esta publicidad es la que me hace pensar que se puede estar ante una nueva fuga de cerebros creativos. Alguien debe hacer algo. A lo mejor se puede usar la plata que se había juntado para que la fragata Libertad no quedara en malas manos y utilizarla para evitar esta derrota cultural. Sólo falta que estos fugitivos vayan a Gran Bretaña y logren que se erija un monumento a Jack el Destripador munido de globos amarillos.


Imagen tomada de https://cnnespanol.cnn.com/2013/12/17/el-poder-de-una-alcancia-en-el-futuro-de-tus-hijos/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Cualquiera puede comentar y no será eliminado, aunque no este de acuerdo con lo dicho, siempre que sea respetuoso (caso contrario, será borrado). Pero habitualmente no responderé los comentarios, ni unos ni otros, para no transformar este blog en un foro. De todos modos, podrán expresar su opinión.