jueves, 19 de marzo de 2020

Reacción a dos mensajes de hoy


Reacción a dos mensajes de hoy


 Eduardo de la Serna




Hoy, desde temprano se sabía que el presidente Alberto Fernández, en comunión con los gobernadores, de distinto signo político, comunicarían las medidas a tomar a raíz de la proliferación de casos de coronavirus. Pero antes del mensaje se conoció otro, la “Necesidad de medidas sanitarias urgentes para villas y asentamientos” firmada por algunos curas, religiosas y laicos que colaboran en esos ambientes. Es una pena que este texto no hubiera tenido en cuenta el mensaje que se anunciaba para que hubiera ganado en seriedad. Seriedad de la que adolece en muchas partes.

Es una pena que muchas/os de los firmantes no tengan en cuenta que, si bien es absolutamente cierto que el dengue y la tuberculosis (añadamos el sarampión) están presentes en los barrios, quizás, si lo hubieran discriminado en el análisis, hubieran tenido que decir que mucho de eso se debió a la desidia, inacción y cinismo del gobierno anterior, al que muchas/os de los firmantes adhirieron entusiastamente. Ciertamente el Covid-19 es otro tema. Nuevo. Y si bien es cierto que los contagiados y muertos por dengue superan ampliamente a aquellos, no es menos cierto que la gravedad y modo de transmisión transforma la nueva pandemia en un desafío gravísimo.

Es verdad lo que dicen de “nuestros barrios”, aunque no parecen reflejar las caras de la esperanza que se ven en muchas y muchos con el nuevo gobierno, pero eso de que “el desempleo y subempleo crecen” no tengo memoria que lo hubieran dicho en los últimos 4 años… Quizás mi memoria me falle. Lo que señalan de la falta de medidas en el invierno, por el dengue, deberían haberlo dicho del gobierno anterior. El actual todavía no ha pasado el invierno. Es absolutamente cierto que muchas de las medidas propuestas son inaplicables en los barrios, y son de esperar medidas específicas adaptadas a cada situación. En el gobierno anterior ante una inundación en el Litoral, el ex presidente dijo que en algunos lugares había mucha agua y en otras muy poca. Así, con esa seriedad, enfrentaba la contingencia. Fue la gobernadora Vidal, recibida y aplaudida por varias y varios de los firmantes la que se negó a habilitar dos hospitales en La Matanza, la que desabasteció los UPA, la que redujo los presupuestos de los hospitales como el Del Cruce. Y la que dejó vencer vacunas y aparatos médicos arrumbados en Tortuguitas, o también fue ese gobierno el que degradó a Secretaría el Ministerio de Salud. ¿No sería prudente que guardaran 4 años de silencio? Al fin y al cabo, fueron 4 años de silencio los que ya guardaron.

Es razonable que pidan a los poderes ejecutivos nacionales, provinciales y municipales medidas específicas para “nuestros barrios”, pero – en mi caso – padecimos un mismo color político en Nación, Provincia y Municipio y los aplausos de algunxs de los firmantes parecían acallar el reclamo ante las graves situaciones “preexistentes”. Aunque no sería insensato distinguir la situación socio-económica calamitosa heredada por la desidia y el desgobierno cambiemita de la emergencia que la pandemia “mundial” (valga la redundancia) ahora nos impone. Reclaman mesas de trabajo por jurisdicciones, pero justo cuando una mesa de trabajo de todas las corrientes políticas ejecutivas del país se reúne, emiten un comunicado sin esperar el resultado. A lo mejor el amarillo desteñido se les está notando demasiado.

Foto tomada de perspectivasur.com/3/nota_impresion.php?nota_id=59727

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