domingo, 31 de mayo de 2020

Del subtrenmetrocleta al eficaz relato de la infectadura

Del subtrenmetrocleta al eficaz relato de la infectadura

o la creatividad al servicio de la nada


Eduardo de la Serna




Los medios hegemónicos de Argentina (como ocurre en otras partes del mundo) están en una campaña feroz contra el Aislamiento Obligatorio que ha impuesto el gobierno. Para ello han difundido como si fuera sabio, o como si fuera científico (o como si fuera inteligente) una carta de unos 300 macristas que se han manifestado en contra del aislamiento, al que han llamado "infectadura", es decir una dictadura de la infección, que en realidad es - para ellos - un "relato". Modelos como el de Bolsonaro o Trump son preferibles para ellos. Total, los que mueren serían los pobres...

 

Debo confesar que siempre me he sentido muy atraído con lo que veo como actos de creatividad. Y dejo de lado el obvio terreno del arte que, me guste o no – que es otro tema – no deja de ser fascinante al observar o experimentar un acto creador. Y no puedo menos que recordar (espero haberla interpretado bien) cuando un Sabbat en una sinagoga le escuché predicar a la rabina: ¿por qué la mujer debe purificarse después del parto? Y luego de contar (como es habitual que hagan los judíos) que rabbi Fulano dice esto y rabbi Mengano dice aquello, acotó que rabbi Perengano (y que se me perdone no recordar los nombres, que lo merecen, pero que no se tome despreciativamente mi ignorancia), en cambio, dice que ella debe purificarse para limpiar la posibilidad de creerse más de lo que cada quién es, ya que nunca nadie está más cerca de Dios como una mujer en el momento de dar a luz; me pareció, además de feminista, lo que aplaudo, maravilloso. Las personas que tienen el don de ser creativos, en lo personal, me resultan fascinantes.


Pero esto no significa, lo cual es obvio, que la creatividad esté puesta al servicio de causas valiosas, o nobles. Un ejemplo, más que evidente, son los creativos publicitarios, que ponen su capacidad creativa a fin de que un producto se compre y dar ganancias a los empleadores. Y – convengamos – no son muchos los productos que se ofrecen que sean de utilidad y servicio a la humanidad. Y acá el tema que me invita a pensar.


El capital solo aspira a multiplicarse, y para tal fin es habitual que recurra a creativos. La publicidad política (de todos los signos) es evidentemente un ejemplo de ello. Pero el problema es cuando esa creatividad está puesta al servicio de la nada. O peor aún, de la muerte.


En la Biblia, en hebreo, la categoría “nada” no existe, porque – obviamente – la nada no existe, y una lengua tan concreta y vital como el hebreo no podría poner nombre a lo que no existe (es lo mismo que ocurrió durante tanto tiempo con el “cero”, que no existe, por lo que no puede “numerarse”). Por eso, la creación divina es a partir de un “caos y confusión” (tohû wa bohû, Gen 1,2). Recién cuando una lengua más abstracta como el griego entró en el horizonte se pudo decir que Dios creó “de la nada” (literalmente “de lo que no es”, 2 Mac 7,28). Pero, por ejemplo, el verbo hebreo bará tiene esa característica: se trata de un obrar que se atribuye sólo a Dios, sin un elemento preexistente, etc.


Pero una cosa es sacar vida de la nada y otra, muy distinta, es conducir la vida hacia la nada. Me parece.


Ver que ayer y hoy, los sectores del poder ponen creativos a inventar, por caso, palabras para que sean efectistas y no digan nada, y, peor aún, sean conductoras de muerte, me resulta una suerte de contradicción en los términos. Porque entiendo que la creación es vida y vital, pero supuestos intelectuales (y de los otros, porque muchos de la lista “de los 300” me cuesta mucho ubicarlos en el ámbito de lo intelectual) y también artistas (muchos admirables en sus artes, lo que no dice más que eso… Convengamos que en la historia de la humanidad cientos de artistas han estado al servicio de las peores causas, lo que no les quita valor a sus artes, aunque sí a sus contenidos). Siempre recuerdo la enorme actriz francesa que decía que no tenía problemas en representar un personaje fascista en una obra antifascista, pero jamás haría un personaje antifascista en una obra fascista. De arte y contenido hablamos.


Intelectuales, artistas y nadas mismas firmaron un texto para no expresar nada. Palabras nulas o remanidas (“relato”) y neologismos vacíos que reflejan la «oquedad de su cabeza» (A. Machado, “Del pasado efímero”). Total, los que morirían son los pobres, que no le importan en nada a los creativos o sus mandantes; total, el Dios de la Biblia, el Creador en serio, es frecuente que parezca callado o que no sea escuchado.

 

Imagen tomada de https://es.dreamstime.com/stock-de-ilustraci%C3%B3n-intercambie-el-dinero-por-la-idea-pagando-la-innovaci%C3%B3n-y-la-creatividad-image81814536


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Cualquiera puede comentar y no será eliminado, aunque no este de acuerdo con lo dicho, siempre que sea respetuoso (caso contrario, será borrado). Pero habitualmente no responderé los comentarios, ni unos ni otros, para no transformar este blog en un foro. De todos modos, podrán expresar su opinión.