viernes, 15 de octubre de 2021

¡Miren! Pero miren bien

                                   ¡Miren! Pero miren bien

Eduardo de la Serna

 


Hace mucho tiempo, una mujer enorme, y con razón, nos criticaba. No sé si a todos, a muchos o a algunos. Pero hoy, y sintiéndome ajeno a esa crítica, me atrevo a repetirla con otra dirección. Al observar a liberales, neoliberales o libertarios exclamo, “miren cómo nos hablan de libertad, cuando de ella nos privan en realidad”.


Fue notable la patética escena, desconozco si auténtica, si guionada o dicha con animus iocandi de Javier Milei; “¡Átenme, átenme!” en el innecesario debate de los candidatos a diputados por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). En realidad, él estaba “atado” por un contrato, o por un acuerdo previo que establece las reglas de un debate, además del acuerdo tácito del respeto. Pero a eso nos tienen habituados los liberales, neoliberales y libertarios: a hacer lo que ellos quieren con su libertad abusando o privándonos de la nuestra. Es lo mismo que hizo Macri en todo su gobierno, o Rodríguez Larreta en la CABA. Nos hablan de libertad para privatizar el río, para usurpar el Correo o la misma Patria, o injuriar y robar tiempo en un debate y privan, en realidad, del acceso a la costanera, a una patria para todos/as/es o del tiempo que otros candidatos debían usar.


¿Y qué hacen cuando otros les hablan de libertad? Pues se van, habitualmente, obviamente a su madre patria viajaron Macri y Rodríguez Larreta, o gritan e insultan, a lo Espert o Milei. De paso, la frase “zurdos de mierda”, ¿es muy diferente de judíos de mierda, negros de mierda, putos de mierda? Porque da la sensación que algo despreciado, casi vomitado es reforzado por el “de mierda”. Y a eso, en mi cultura, lo llaman discriminación. Claro que, para algunos, todos son zurdos, porque (casi todos) están a su izquierda (lo cual es casi una obviedad) y quisieran atarles la mano izquierda, porque son siniestros, y enseñarles que solo deben usar la derecha. Pero sea desde el desprecio o desde los gritos no está de más preguntarnos ¿y mi libertad?  Porque, ¿respetarla? No parece que lo hagan ¡ni un poquito!


Mientras tanto, desatados, Macri grita que no se inunda más, o Milei cualquier cosa (haciéndose el intelectual que no resiste un debate “atado” a las reglas). Se podrá decir que uno es pelado, otro bien peinado y otro luciendo peluca, pero lo cierto es que, salvando estéticas, nos privan de la libertad que ostentan a los gritos y secuestran a todos salvo para los suyos. Eso sí, ¡miren cómo nos hablan de libertad!

 

Foto tomada de https://mimusicamialma.wordpress.com/2017/08/24/violeta-parra-y-su-cancion-infinita-que-dira-el-santo-padre/

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