Una de pañuelos
Eduardo
de la Serna
Los pañuelos, las banderas,
los colores… dicen. Dicen algo. Mucho.
Todos sabemos que algunas
banderas pueden molestarnos, las de un país al que no queremos o tenemos por
enemigo/adversario o algo por el estilo, los del club de futbol rival; y esas
banderas “nos dicen”. Nos mueven a… la bronca, el canto o levantar más alto las
nuestras.
Y dejo de lado el acto fallido
del presidente, cada vez más prescindente (no maneja la economía, no maneja la
política… solo el discurso, previamente coucheado y redactado) cuando al hablar
de la tormenta y el barco dijo que habíamos arriado
las bande… las velas. ¡Doctor Freud!
Sin dudas las banderas dicen:
ver la “bandera pirata” con la calavera y los dos huesos que la cruzan pretende
provocar miedo: “ahí viene la muerte”.
La muerte de otros, que es nuestra vida. La bandera indígena, parecida a la
bandera LGTBIQ que por la pluralidad de colores del arco iris quiere mostrar la
diversidad e integrarla. Las banderas de países, a su vez, con frecuencia
recurren a colores emblemáticos que aluden a su geografía o su historia:
sangre, naturaleza, agua, etc.
Lo mismo hemos de decir de los
pañuelos que tan de moda han estado en estos días y en nuestra historia
reciente. El naranja para simbolizar la separación de la Iglesia y el estado (personalmente
desconozco el porqué de la elección del color), el celeste, enarbolado por los
autodenominados pro-vida (como si “los otros” fueran pro-muerte), el verde que
distingue a los que no quieren morir en abortos clandestinos (“aborto legal para
no morir” parece “pro-vida también ¿o no?), y – por supuesto, al final para
dejar lo mejor o más valioso para que no se pierda en las marañas de los
colores – el blanco que grita “¡con vida
los llevaron, con vida los queremos!” de las madres y las abuelas.
En lo personal no me puse
pañuelo en estos días, pero me llenó de orgullo cuando las abuelas me regalaron
uno al cumplir 25 años de cura, y cuando las Madres nos dieron uno - ¡nada
menos que en el ‘día de la madre’! - a los curas OPP. Entiendo a los celestes
que consideran un crimen el aborto y quieren defender la vida, aunque – en lo
personal – me parece que no han dado argumentos serios de ningún tipo lo cual
vacía el planteo dejándolo en el terreno de lo meramente “sensiblero”. Entiendo
a los verdes que no tienen ganas de que mueran las mujeres pobres (¡a quién se
le ocurre!). Creo que los planteos de “vale toda vida” o “las dos vidas” son
puro márquetin, porque no hay propuesta alguna para las mujeres que han
decidido abortar. Que Amalia Granata sea la gran abanderada junto con un pobre periodista
de un pobre diario, en lo personal creo que les quita toda seriedad a los
argumentos, que no los hay, o no los han expuesto.
Pero cuando veo ciertas cosas
de los autodenominados “amantes de la vida”, como los insultos y agravios a una
nena de 9 años porque su madre defendió públicamente el proyecto de ley, o
cuando veo la cruz con la “V” rememorando los aviones del 55 me provocan vómitos
o nauseas. Se dirá que son excepciones, como también lo es el pañuelo celeste
que Cecilia Pando le regaló a Macri, o los actos de violencia, insultos,
agresiones a las que portaban un pañuelo verde. Demasiadas excepciones. Casi
pareciera que los celestes tolerantes eran la auténtica excepción. Y las
declaraciones de curas y obispos (no todas, pero… otra vez la excepción y la
regla) confundiendo dogmas y doctrinas y sustentadas con lecturas
fundamentalistas de la Biblia y miopes de la historia me provocan desazón. Se
me hace muy difícil sentirme cómodo con el color del cielo y de la bandera “viendo
el paño”.
No me puse, tampoco, un
pañuelo verde. En realidad, no sé cuál sería el color de acompañar a las
mujeres pobres, de solidarizarme con sus dolores avale yo o no lo que hicieron
(sin pedirme permiso, como corresponde), cuál es el color del abrazo, cuál el
de no señalar con el dedo y condenar. No sé qué color, sí sé qué lugar. Como
dice un amigo, la Iglesia perdió la oportunidad de dejar el medioevo; otros
queremos abrir las ventanas al mundo, aunque nos resfriemos, y estar del lado
de las víctimas, las mujeres pobres. Y eso, creo, también es pro-vida (aunque
lo de “pro” me moleste).
Foto de “bandera de plegaria”
de Nepal, tomada de Wikipedia.
Estimado Eduardo, me parece que algunas de tus afirmaciones no son ciertas. Decir que no hay argumentos en contra del aborto o no los han expuesto es falso. Hay un documento del Centro de Bioetica (www.centrodebioetica.org) de 39 paginas donde se exponen los argumentos a favor y en contra dados por los distintos expertos que expusieron en el Senado. Si vos no lo tenés te lo puedo enviar. Decir que la Iglesia perdió la oportunidad de dejar el medioevo porque no apoyó este proyecto de ley también me parece desconocer las opiniones de muchos cristianos que viven en el siglo XXI y están del lado del pueblo y de los pobres. La vida es un don, un regalo precioso y valiosísimo que nos ha dado Dios. Dios nos ha hecho custodios y responsables de toda vida, no solo la nuestra, para que la cuidemos, la protejamos, la hagamos fructificar para que llegue a su plenitud. Y le ha dado a la vida humana una dignidad infinita porque nos ha hecho semejantes a Él. Y la prioridad absoluta es la vida de los más vulnerables, los más débiles, los pobres, los humildes, los que sufren, los que no se pueden defender, los excluidos de la sociedad.
ResponderBorrarLa eliminación de la vida, propia o de otro, no es un derecho ni puede serlo nunca. Solo se puede comprender, tolerar algo así, cuando se trata de una situación límite, cuando estamos “entre la espada y la pared”, cuando nos domina el miedo, la angustia, la desesperación, la confusión mental.
“No matarás” no es una ley de la Iglesia, es una ley de Dios desde el primer instante que aparecieron los hombres sobre la Tierra hace cientos de miles de años. “Comer del árbol de la ciencia del bien y del mal” no es otra cosa que la potestad de decidir qué es lo bueno y que es lo malo, potestad exclusiva de Dios. Nosotros no podemos decretar que matar está bien, que es un “derecho”. Matar siempre está mal.
Hay, además, algunos que insisten en considerar la vida como una cosa que se puede manipular, comprar y vender, usar, maltratar, eliminar y hacer lo que más nos conviene, aunque eso implique dañarla y destruirla.
Este proyecto de ley que se dice que es para evitar las muertes maternas de mujeres pobres que viven en las villas y que hacen abortos clandestinos, ¿cómo se explica que obligan a Sanatorios y Hospitales privados como Mater Dei, Hospital Austral, Clínica San Camilo, Fleni, Clínica Bazterrica y otras a hacer abortos bajo pena de prisión y cierre del establecimiento? ¿Las mujeres de la villa se atienden en el Mater Dei? ¿Pacientes de estas instituciones mueren todos los días por partos clandestinos?
Dicen que es un problema de salud pública y una práctica social instalada. Hay lugares de África que tienen como práctica social instalada la mutilación del clítoris de niñas de 4 años ¿Habría que proponer mutilación gratuita, segura y obligar a todas las instituciones de salud a practicarla?
Dicen que la mujer tiene derecho a disponer de su cuerpo. No conozco ninguna mujer que luche por el derecho a cortarse un brazo o sacarse un ojo. Es porque simplemente no es su cuerpo, es el de su hijo.
Dicen que el embrión o el feto no es una persona y que por lo tanto su vida no tiene ningún valor.¿En qué momento pasa a ser una persona? ¿Un minuto antes de eso no era una persona? ¿qué cambió mágicamente en ese minuto? ¿cambió la estructura molecular, celular, nerviosa, anatómica, cerebral? Plantear eso, es un pensamiento cosificador, estático, simplista, mecánico e hipócrita. No es una persona porque no me conviene considerarlo una persona.
El proyecto de ley permite el aborto después de la semana 14 aunque no exista riesgo de vida de la madre por riesgo “psíquico” o “social” o por violación, bastando solo la declaración de la mujer. ¿No les alcanza 3 meses para darse cuenta que fueron violadas? No me puedo extender más pero esto no es un tema trivial a resolver con frases poeticas. Que Dios lo bendiga
A su comentario de la falta de argumentos : https://m.facebook.com/notes/juana-franciscana/aborto-derechos-y-humanidad/10160584781160697/?ref=bookmarks
ResponderBorrarPor otra parte, ni idea quien es Granata. Y cómo terminó siendo una "cara visible" al igual que Pando.
Aunque sí veo una intensionalidad comunicacional.
Desde siempre supimos que la Iglesia estaba llena de fachos. Pero de ahí a que la izquierda quiera lucirse a costa de las miserias de lo peor de los católicos... proscribiendo a quienes intentamos pensar y exponer nuestro parecer. Intentando ser fieles al Evangelio.
Se nos estaría mezclando el ganado.
La izquierda le sigue haciendo el juego al PRO.
Nunca gestionó una solución de cambio estructural para el país. Te organiza la marcha, el esperpento... y muere en la espuma.
Los liberales corren tras la guita.
Y venden a tu abuela y mi madre sin inportarles nada.
La iglesia-institucion transando con el poder.
Los peronistas quedandose con el poder. Que al fin el General tenia razón, todos eran peronistas.
En este circo estamos.
Cómo puede ser que se desconozca que mas alla de cualquier presupuesto de fé hay una ética?
Y que por contentar todos terminen cediendo?
Y los que no acordamos se nos ridiculice con "fuego amigo"?
Si me van a juzgar mas alla de lo civil, que se me juzge por el Evangelio. Y no ppr los cachivaches de la tele. Es muy facil mostrar eso y no a Angeleli.
Qué? ahora son todos barriletes?
Y la izquierda me juzga de apoyar las dictaduras! Cuando soy hijx de desaparecido. Cuando, junto a Hermanas acompañe los juicios, y los actos de la Memoria.
Se me juzga de medieval, pero pienso que no saben lo que dicen. Ellos juzgan lo que creen mayoritario y normal en la iglesia-Ruaj. Pero los medievales son ellos. Se quedaron en esa imagen, en esa critica, -y de algun modo- se vuelven lo que critican.
Gracias al Espíritu todavia hay despelote y novedad en la iglesia. Y gracias a los laicos.
Que no al clero.
Que no a los fachos que encuentran en la cotolicidad un lugar seguro gracias a viejas epocas.
No gracias a los que se venden por millones de verdes y olvidan la justicia social y el bien común.
Paz y Bien!
Gracias por poner en palabras los sentimientos encontrados de mi corazon, y que la angustia, el dolor de esta patria fragmentada no deja expresar...
ResponderBorrarAnte los dos comentarios (los autorizo a publicar porque aunque no coincida nada o casi nada son respetuosos) señalo que en ellos hay algo de verdad, de media verdad y de mentiras flagrantes. Los lectores las podrán ver. Y sobre los comentarios a textos bíblicos (como "no matarás") no respondo porque la lectura fundamentalista de la Biblia es insana.
ResponderBorrarMe gustaría que aclararas cuales son las mentiras flagrantes y por qué "no matarás" es fundamentalista. Los milicos cuando mataban en nombre de la civilización occidental y cristiana hacian una lectura no fundamentalista? A ver, este proyecto de ley lo bajaron los organismos internacionales (UNFPA) promovidos por los grandes laboratorios. No es un proyecto razonable, es exagerado y promueve el aborto. Nadie está en contra de la despenalización del aborto pero no esto que hicieron. Espero tu respuesta. Gracias y que Dios te bendiga
ResponderBorrarEl decir de Eduardo me representa como parte de la Iglesias, porque abre al pensamiento y no a posiciones fundamentalistas.Posibilitan ubicar la mirada en un real que nos atraviesa y nos toca. Muchas gracias
ResponderBorrarAprovecho que este texto ha provocado una serie de comentarios, para comentar a mi vez. Los comentarios me llegan y yo debo autorizar o no su publicación (para evitar trolls, y demás cosas desagradables). Mi criterio es publicar lo que se envíe salvo que sea ofensivo o desagradable. Aunque no esté de acuerdo. Pero eso no significa que responderé lo allí escrito. Digo esto porque algunos pretenden que lo haga y no es un foro, sino un blog.
ResponderBorrar