Reacción a dos mensajes de hoy
Eduardo de la Serna
Hoy, desde temprano se sabía que el presidente
Alberto Fernández, en comunión con los gobernadores, de distinto signo político,
comunicarían las medidas a tomar a raíz de la proliferación de casos de
coronavirus. Pero antes del mensaje se conoció otro, la “Necesidad de medidas
sanitarias urgentes para villas y asentamientos” firmada por algunos curas, religiosas
y laicos que colaboran en esos ambientes. Es una pena que este texto no hubiera
tenido en cuenta el mensaje que se anunciaba para que hubiera ganado en
seriedad. Seriedad de la que adolece en muchas partes.
Es una pena que muchas/os de los firmantes no tengan
en cuenta que, si bien es absolutamente cierto que el dengue y la tuberculosis
(añadamos el sarampión) están presentes en los barrios, quizás, si lo hubieran
discriminado en el análisis, hubieran tenido que decir que mucho de eso se
debió a la desidia, inacción y cinismo del gobierno anterior, al que muchas/os
de los firmantes adhirieron entusiastamente. Ciertamente el Covid-19 es otro
tema. Nuevo. Y si bien es cierto que los contagiados y muertos por dengue
superan ampliamente a aquellos, no es menos cierto que la gravedad y modo de
transmisión transforma la nueva pandemia en un desafío gravísimo.
Es verdad lo que dicen de “nuestros barrios”, aunque
no parecen reflejar las caras de la esperanza que se ven en muchas y muchos con
el nuevo gobierno, pero eso de que “el desempleo y subempleo crecen” no tengo
memoria que lo hubieran dicho en los últimos 4 años… Quizás mi memoria me falle.
Lo que señalan de la falta de medidas en el invierno, por el dengue, deberían
haberlo dicho del gobierno anterior. El actual todavía no ha pasado el
invierno. Es absolutamente cierto que muchas de las medidas propuestas son
inaplicables en los barrios, y son de esperar medidas específicas adaptadas a
cada situación. En el gobierno anterior ante una inundación en el Litoral, el
ex presidente dijo que en algunos lugares había mucha agua y en otras muy poca.
Así, con esa seriedad, enfrentaba la contingencia. Fue la gobernadora Vidal,
recibida y aplaudida por varias y varios de los firmantes la que se negó a
habilitar dos hospitales en La Matanza, la que desabasteció los UPA, la que
redujo los presupuestos de los hospitales como el Del Cruce. Y la que dejó
vencer vacunas y aparatos médicos arrumbados en Tortuguitas, o también fue ese
gobierno el que degradó a Secretaría el Ministerio de Salud. ¿No sería prudente
que guardaran 4 años de silencio? Al fin y al cabo, fueron 4 años de silencio
los que ya guardaron.
Es razonable que pidan a los poderes ejecutivos nacionales,
provinciales y municipales medidas específicas para “nuestros barrios”, pero –
en mi caso – padecimos un mismo color político en Nación, Provincia y Municipio
y los aplausos de algunxs de los firmantes parecían acallar el reclamo ante las
graves situaciones “preexistentes”. Aunque no sería insensato distinguir la
situación socio-económica calamitosa heredada por la desidia y el desgobierno
cambiemita de la emergencia que la pandemia “mundial” (valga la redundancia)
ahora nos impone. Reclaman mesas de trabajo por jurisdicciones, pero justo
cuando una mesa de trabajo de todas las corrientes políticas ejecutivas del
país se reúne, emiten un comunicado sin esperar el resultado. A lo mejor el
amarillo desteñido se les está notando demasiado.
Foto tomada de perspectivasur.com/3/nota_impresion.php?nota_id=59727
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