Una primavera
desteñida
Eduardo de la
Serna
Hace ya casi
una eternidad, el papa Benito XVI nos hizo el mejor de los regalos: ¡su renuncia!
Dejando así claro que ser – o haber sido – un teólogo excelente no lo
transformaba en un buen pastor, y menos aún un buen obispo de Roma. ¡No lo fue!
En realidad, había sido una de las dos manos derechas del Papa eterno, Juan
Pablo II. Si Benito había sido débil, dulce, temeroso y de escucha, Juan Pablo
había mostrado todo lo contrario. Autoridad y rigor… o autoritarismo. Pero, y
acá lo grave, ambos abrieron las puertas (o mejor, cerraron) a todos los
conservadurismos. Tanto que muchos creyeron, ¡y siguen creyendo! que tal es la
Iglesia, ¡la verdadera! ¡La única! y – por tanto – toda otra mirada, perspectiva
o disidencia debía ser sancionada. ¡Y vaya que hubo sanciones! Pero al abrir
las puertas a los conservadurismos, que idolatran el rigor, la firmeza y el
poder, abrieron las puertas a muchos demonios que empequeñecen a Pandora:
amantes del poder, y dispuestos a ejercerlo, se hicieron patentes los abusos.
Abusos en su mayor parte callados o disimulados por los papados idos: Legionarios
de Cristo, Verbo Encarnado, Karadima, Toca de Asís, Sodalicios, Miles Christi…
y siguen. Y, entre tanto, los poderes se anquilosaron en la curia. Mafia, lo
llaman algunos. Renunciado Benito, ¡“habemus Papam!”, Francisco. Hace ya
más de 7 años tenemos nuevo Papa. Era difícil que fuera peor, así que había
motivos para tener esperanza. Un Papa con experiencia pastoral (algo de lo que
Benito carecía absolutamente), que conocía el mundo de los pobres, era motivo
de confianza.
Pero los “papólatras”
empezaron a hablar de “primavera de la Iglesia”. ¡Como si un Papa fuera la
Iglesia! Seguía toda la estructura creada por el papado interminable y continuada
por el papado débil… ¿Seguía? ¡Perdón! … ¡Sigue! Podríamos preguntarnos ¿qué
cambió en la iglesia con el nuevo Papa? Cambió un tono, no hay teólogas ni teólogos
señalados, hay un lenguaje más amable, se puede hablar de los pobres sin ser
señalados… Pero ¿qué cambió? La curia (= mafia), allí sigue; las mujeres, allí (no)
siguen; los cardenales y nuncios allí siguen; los sínodos no escuchados allí
siguen… El reciente documento de la Congregación para el Clero, la presencia de
Sarah… ¿Qué cambió? Lindos gestos, buenas palabras, nada de fondo. ¡Y van más
de 7 años! Pero, eso sí, el papa “creó una comisión”.
Foto tomada de http://www.platensesigloxxi.com/institucional/130-un-campeonato-de-entresemana-y-a-puertas-cerradas
Peròn decía que crear una comisiòn para que se ocupara de un tema era la mejor manera de que no pasara nada...
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