El nuevo vocabulario de la no tan nueva derecha
Eduardo de la Serna
Es interesante, en estos nuevos tiempos pandemiales escuchar
algunos discursos de muchos que hablan y dicen cualquier cosa. Al fin y al cabo,
eso no es lo que cuenta. Si uno va a una marcha, por ejemplo, porque quiere
manifestarse contra la invasión de extraterrestres, para la derecha igualmente
suma. Bienvenido sea… Pero es interesante, de todos modos, descubrir algunas
palabras que se escuchan y repiten con notable insistencia en los discursos
contemporáneos:
No es muy frecuente, aunque cada tanto se escucha en alguno que “atrasa”,
hablar de judaísmo, masonería y comunismo… Eran los causantes de todos los
males pasados, y por eso cada tanto se escapa en ocasiones. “Nunca falta
alguien que sobra” y en alguna plaza pronuncia esos términos demoníacos. A lo
mejor revele la edad de los emisores. Pero no son los más escuchados en estos
días.
Bill Gates: Hoy, es
casi una constante escuchar hablar (mal, por cierto) de Bill Gates (y Melinda,
y de la Fundación Gates). Ellos habrían creado el virus, o inventado una vacuna
mortal, o aberraciones semejantes. En ocasiones también se añade el nombre de
Soros. Que sean dos de los milmillonarios más aborrecidos por Donald Trump es
casualidad, ciertamente.
5G:
Pareciera que las torres de 5G causan todos los males. Incluso el Covid-19
(algo que entra en colisión con los que afirman que es un simpe resfrío, o una gripezinha…
pero la contradicción nunca fue un tema importante para la lógica diestra). Que
sean los chinos y no la “Madre Patria” (= USA) los que están avanzando con el
5G tampoco es casualidad. De todos modos, no es un argumento muy usado en la
Argentina ya que para el desarrollo del 5G en el país los chinos se han asociado
con Clarín. Y no conviene morder la mano que te da de comer.
ADN:
Pareciera que una vacuna (pero esto vale para la china o la rusa… y ahora para
la de Oxford porque se fabricará en el país, no para la alemana y menos aún
para la gringa) puede mágicamente cambiarnos todo el ADN. Cada célula de
nuestro cuerpo cambiará y, además, seremos como robots, mano de obra idiota. ¡Qué
trabajo tendrá la vacuna con tanta célula que nos habita! Es notable cómo
avanza la ciencia; en las cavernas estábamos todos más confortables.
Chip: Otra
variante de la anterior es que en la vacuna se nos introduce un chip (esto vale
en algunos casos, también para la vacuna contra la gripe. Peligrosísima
avanzada). Este chip es infinitamente más peligroso que el que nos inocula TN
en el día a día por lo que vacunarse es desaconsejable. La muerte siempre es un
mal menor.
Mascarilla: Las
mascarillas son peligrosísimas. Porque uno puede tragar o impregnarse de su propia
saliva. Algo que como todo el mundo sabe, jamás ocurre en los seres normales. O
no respirar bien, cosa que no ocurriría si uno se contagiara, creo.
Nuevo Orden Mundial: en un paquete infernal, todo esto, todos estos nombres y
cualquier otro que proponga vacunas, restricciones, debates y demás
inconveniencias se resumen en un Nuevo Orden mundial. Para empezar porque todos
sabemos que el “Viejo Orden” era una maravilla; y si las 4/5 partes de la
población moría de hambre, o enfermedades previsibles seguramente eran “efectos
colaterales”. Además, porque con ese nombre, así impreciso, pueden entrar todos:
judíos y masones, comunistas (como las vacunas chinas o rusas, claro) o Gates,
y, en algunos casos, hasta el Papa Francisco…
Mi simpatía por Bill Gates es nula, por el régimen chino también. Mi
celular no recibirá 5G y no sé si podría pagar uno nuevo. Pero sí quiero un
nuevo orden mundial: un mundo donde quepan muchos mundos, como dicen los
zapatistas. Un mundo donde a los alimentos, la educación y la salud puedan
acceder todos, todas, todes. Y si surgiera una epidemia, todos, todas, todes pudiéramos
acceder a la cura y no contemplar espantados cómo los poderosos difunden
tonterías que tontos repiten mientras se someten al contagio. Porque resulta
curioso: en todo el mundo muere gente a causa del coronavirus (no es un invento
o una campaña “K”, creo) y nos dicen que moriríamos si nos vacunamos. Curioso y
cruel. “Mueran, por favor, que ustedes sobran” parece ser la cosa. Pero puede
ser que yo diga esto porque tengo un chip que me cambio el ADN y estoy
financiado por mi íntimo amigo Bill para fomentar un Nuevo Orden. Mejor no me
lean.
Imagen tomada de https://tlcdenia.es/espanol-ingles-direcciones/
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