jueves, 11 de marzo de 2021

Personajes de la semana

 Personajes de la semana

Eduardo de la Serna



Beatriz Sarlo. A ojos vista, debe tener más visitas a los estudios de TN que al comedor de su casa. Por eso es impensable un exabrupto, o una frase no pensada en tamaña pro-fémina del pensamiento establecido. Pero en el canal (es decir, ante el gran público argentino, salud) dijo que la oferta de vacunarse fue “por debajo de la mesa”. Cuando fue citada por el poder (per)judicial, dijo exactamente otra cosa. Sin embargo, ¿qué queda en el imaginario? ella lo sabe, TN también, Comodoro Py también.

Mauricio Macri. Acaba de ser publicado un libro que se atribuye al ex primer mandatario. Nadie, ¡nadie!, puede creer que él haya escrito algo, pero sí que algún escriba lo haya hecho y él firmado. A los efectos jurídicos, no sería el primer ni el último caso de un libro que alguien redacta y que otro firma. Estoy casi convencido que no lo leeré. No le creo nada de lo que diga, nada de lo que calle, nada de lo que pretenda que yo crea. Creo que el peor presidente de nuestra historia democrática (¡¡¡y hay que hacer mucha meritocracia para ser peor de que De la Rua!!!) le haría un favor al país si se desintegrara en nuestra historia. Pero, también creo que nunca haría nada en favor de nadie; nunca sin cobrar. Y alguien es capaz de ocuparse de comprar todos los ejemplares y hacernos creer que fue un best seller. ¿No Durán?

Lula da Silva.  Los aficionados a la no lectura, que ojean Clarín, Nación, Infobae mediados por TN, se habrían sorprendido con la absolución total de Lula si estos medios lo hubieran comunicado. Pero resulta que decir que Lula no tuvo un departamento es casi como decir que Cristina no cometió delito ni con el dólar futuro, ni con Hotesur, ni con Vialidad… Y así como se llegó al absurdo de escuchar que “la prueba de que Lula es dueño del departamento es que no figura como dueño del departamento”, eso es como decir que Cristina no figura en el juicio contra Lázaro Báez, lo cual prueba su complicidad… Pero la cosa es alentar el imaginario de la perversión, como quien busca un tesoro de piratas con una retro-excavadora (le faltaba el plano del tesoro al fiscalete), o como quien escucha que cuando Cristina dice que no quiere sobreseimiento y al día siguiente Clarín titula todo lo contrario. Y, de paso, cabe la pregunta: Bolsonaro ganó porque Lula no pudo presentarse. Si todo fue nulo, ¿no deberían convocarse a elecciones “en serio”? Sería como pedirle honorabilidad a Bolsonaro… o a Lenin Moreno. “Pérez a los Olmos”, decía mi viejo.

Larreta-Quirós. El blindaje mediático del dúo dinámico sigue siendo notable. Desde el comienzo de la campaña de vacunación fue evidente el desastre. Tuvieron momentos en los que pudieron disimularlo, el derrape de Verbitsky le sirvió para tapar, ahora la nimiedad de Sarlo multimediáticamente amplificada también, pero es evidente que aunque la pauta le sirva para que ningún MCS, ni oficial ni opositor hablen críticamente de ambos (e incluso los entrevisten cual próceres sanitaristas; confundiéndolos con sanatistas, que no es lo mismo) quien quiera mirar y escuchar entiende que la salud fue privatizada (como se vacunó al personal sanitario y de educación privada) y, macrismo explícito, todo lo que se hace es solo, todo y siempre un negocio. La costanera no es sino un ejemplo más. Sólo no lo ve el que está ciego, o el enfermo de odio, que, en ocasiones, se parecen.

Patricia Bullrich. La indefinida ‘ex todo’ viajó a Formosa para repudiar la represión, en una prueba más de que nunca está hoy donde estaba ayer. Ahora, para confirmar su afán de presencia, aunque sea desde el absurdo, propone que la vacuna contra el coronavirus, la misma que ayer repudió y despreció, pueda comprarla quien así lo quiera. Es muy difícil entender un pensamiento ideológico, político o simplemente humano en quien nunca sostiene hoy lo que sostenía ayer. Es difícil ser bullrichista, así. A menos que serlo sea simplemente ser una suerte de gelatina conceptual. Es una posibilidad de la posmodernidad y la posverdad. Nada es. Todo es. Y Bullrich siempre está.

La corona británica. Un reportaje a Meghan Merkle y el ex príncipe Harry puso sobre el tapete la discriminación, racismo y xenofobia en la corona británica. Muchos medios le dieron notable importancia al tema, páginas y más páginas, tiempo y más tiempo. Debo confesar, a modo sintético, que la corona británica “me importa un carajo”. ¡He dicho!

 

Imagen tomada de https://www.3djuegos.com/comunidad-foros/tema/46358983/0/nominaciones-personaje-de-la-semana/

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