Personajes de la semana
Eduardo de la
Serna
Beatriz Sarlo. A ojos vista,
debe tener más visitas a los estudios de TN que al comedor de su casa. Por eso
es impensable un exabrupto, o una frase no pensada en tamaña pro-fémina del
pensamiento establecido. Pero en el canal (es decir, ante el gran público argentino,
salud) dijo que la oferta de vacunarse fue “por debajo de la mesa”. Cuando fue
citada por el poder (per)judicial, dijo exactamente otra cosa. Sin embargo, ¿qué
queda en el imaginario? ella lo sabe, TN también, Comodoro Py también.
Mauricio Macri. Acaba de ser
publicado un libro que se atribuye al ex primer mandatario. Nadie, ¡nadie!,
puede creer que él haya escrito algo, pero sí que algún escriba lo haya hecho y
él firmado. A los efectos jurídicos, no sería el primer ni el último caso de un
libro que alguien redacta y que otro firma. Estoy casi convencido que no lo
leeré. No le creo nada de lo que diga, nada de lo que calle, nada de lo que pretenda
que yo crea. Creo que el peor presidente de nuestra historia democrática (¡¡¡y
hay que hacer mucha meritocracia para ser peor de que De la Rua!!!) le haría un
favor al país si se desintegrara en nuestra historia. Pero, también creo que
nunca haría nada en favor de nadie; nunca sin cobrar. Y alguien es capaz de
ocuparse de comprar todos los ejemplares y hacernos creer que fue un best
seller. ¿No Durán?
Lula da Silva. Los aficionados a la no lectura, que ojean
Clarín, Nación, Infobae mediados por TN, se habrían sorprendido con la
absolución total de Lula si estos medios lo hubieran comunicado. Pero resulta
que decir que Lula no tuvo un departamento es casi como decir que Cristina no
cometió delito ni con el dólar futuro, ni con Hotesur, ni con Vialidad… Y así
como se llegó al absurdo de escuchar que “la prueba de que Lula es dueño del
departamento es que no figura como dueño del departamento”, eso es como decir
que Cristina no figura en el juicio contra Lázaro Báez, lo cual prueba su
complicidad… Pero la cosa es alentar el imaginario de la perversión, como quien
busca un tesoro de piratas con una retro-excavadora (le faltaba el plano del
tesoro al fiscalete), o como quien escucha que cuando Cristina dice que no
quiere sobreseimiento y al día siguiente Clarín titula todo lo contrario. Y, de
paso, cabe la pregunta: Bolsonaro ganó porque Lula no pudo presentarse. Si todo
fue nulo, ¿no deberían convocarse a elecciones “en serio”? Sería como pedirle
honorabilidad a Bolsonaro… o a Lenin Moreno. “Pérez a los Olmos”, decía mi
viejo.
Larreta-Quirós. El blindaje
mediático del dúo dinámico sigue siendo notable. Desde el comienzo de la
campaña de vacunación fue evidente el desastre. Tuvieron momentos en los que
pudieron disimularlo, el derrape de Verbitsky le sirvió para tapar, ahora la
nimiedad de Sarlo multimediáticamente amplificada también, pero es evidente que
aunque la pauta le sirva para que ningún MCS, ni oficial ni opositor hablen
críticamente de ambos (e incluso los entrevisten cual próceres sanitaristas; confundiéndolos
con sanatistas, que no es lo mismo) quien quiera mirar y escuchar entiende que
la salud fue privatizada (como se vacunó al personal sanitario y de educación
privada) y, macrismo explícito, todo lo que se hace es solo, todo y siempre un
negocio. La costanera no es sino un ejemplo más. Sólo no lo ve el que está ciego,
o el enfermo de odio, que, en ocasiones, se parecen.
Patricia Bullrich. La indefinida
‘ex todo’ viajó a Formosa para repudiar la represión, en una prueba más de que
nunca está hoy donde estaba ayer. Ahora, para confirmar su afán de presencia,
aunque sea desde el absurdo, propone que la vacuna contra el coronavirus, la
misma que ayer repudió y despreció, pueda comprarla quien así lo quiera. Es muy
difícil entender un pensamiento ideológico, político o simplemente humano en
quien nunca sostiene hoy lo que sostenía ayer. Es difícil ser bullrichista,
así. A menos que serlo sea simplemente ser una suerte de gelatina conceptual.
Es una posibilidad de la posmodernidad y la posverdad. Nada es. Todo es. Y Bullrich
siempre está.
La corona
británica. Un reportaje a Meghan Merkle y el ex príncipe
Harry puso sobre el tapete la discriminación, racismo y xenofobia en la corona
británica. Muchos medios le dieron notable importancia al tema, páginas y más
páginas, tiempo y más tiempo. Debo confesar, a modo sintético, que la corona
británica “me importa un carajo”. ¡He dicho!
Imagen tomada de https://www.3djuegos.com/comunidad-foros/tema/46358983/0/nominaciones-personaje-de-la-semana/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Cualquiera puede comentar y no será eliminado, aunque no este de acuerdo con lo dicho, siempre que sea respetuoso (caso contrario, será borrado). Pero habitualmente no responderé los comentarios, ni unos ni otros, para no transformar este blog en un foro. De todos modos, podrán expresar su opinión.