Una Asamblea quizás innecesaria
Eduardo de la Serna
Desde
hace tiempo, los que tenemos nuestra formación cercana a las causas populares hemos
recordado que en el peronismo siempre se dijo “si querés que algo no funcione,
debes crear una comisión”.
- Una comisión creó el Papa para supuestamente renovar la curia vaticana
- Una comisión creó el Papa para supuestamente estudiar el diaconado femenino
- Una comisión resulta en la práctica la “Asamblea de América Latina” que se propone, a su vez “crear una comisión” para…
Una
Iglesia en Asamblea es algo extraño ya que Iglesia significa, precisamente, “asamblea”.
Muchos
creemos que la Iglesia actual está en un estado quizás catatónico, desorientada
frente al mundo, la realidad y el presente. Y no sabe qué hacer más que
reaccionar espasmódicamente frente a algunos hechos urgentes (el caso de los
migrantes es, evidentemente, uno de ellos) pero como “comunidad organizada” no
parece saber dónde está ni, mucho menos, hacia donde va. Y, en ocasiones,
haciendo supuesta referencia a la Tradición y/o la Biblia se afirman en que
nada cambie más que en lo cosmético. Hoy, remedando el viejo y malvado ogro del
comunismo, por ejemplo, repiten acríticamente palabras lo más vehementes y graves
posibles contra la “ideología de género” y demás sandeces. Lo dicho recientemente
por el cardenal hondureño, Rodríguez Maradiaga, el mismo que acompañó el golpe
contra Mel Zelaya y que no logró despegarse del crimen contra Berta Cáceres,
haciendo campaña en contra de Xiomara Castro lo revela mostrando un uso
detestable de un versículo bíblico (¿aprenderemos, alguna vez, que un versículo
no es palabra de Dios?).
Lo
cierto es que, en lo personal, no logró entusiasmarme ni un poquito la dichosa
Asamblea (aunque deseaba firmemente estar equivocado). Creo que en ambientes
eclesiásticos la reacción es muy poderosa, y si lograron frenar nada menos que
un Concilio, mucho más fácil les resultara frenar sínodos o asambleas. Frenarlas
o simplemente anularlas. En política hemos visto (en Argentina) que una ley
consensuada en decenas de asambleas, encuentros y propuestas, aprobada por
amplia mayoría en ambas cámaras y reconocida su constitucionalidad por la
mediocre Corte Suprema de Justicia fue volteada por un simple decreto por el
gobierno posterior. Y si eso es posible en un sistema de débil democracia, es mucho
más fácil de hacer en una monarquía absoluta como es la Iglesia. Por eso creo
que los únicos cambios que pueden existir y tener una cierta durabilidad son
los que nacen “de abajo”, de las bases, del pueblo (de Dios). No los gestados
por decisiones por más buenas que estas sean.
Y
pongo un ejemplo… Recientemente, grupos que participaron en la Asamblea, como la
pastoral juvenil manifestó su inconformidad no sólo por la escasa cantidad de
jóvenes (apenas poco más del 8% eran menores de 35 años) sino también con el
trato infantil que recibieron [http://noti.pjlatinoamericana.org/?p=128]. Las y
los religiosos de Perú manifestaron que se abortó el proceso de escucha entre
el 2do y el 3er día de la Asamblea [https://bcasas.org.pe/asamblea-eclesial-confer-peru/].
A ellos nos gustaría recordarles que cuando la asamblea de Aparecida (2007) mostraba
signos de creatividad (expresada en la 2da redacción del documento) entre la
2da y la 3ra “extrañas manos” bloquearon toda expresión de vitalidad,
retrocedieron, desaparecieron textos o temas, etc. Esta manipulación, en el
mismo sentido, se profundizó en la redacción “oficial” en los que temas como
las CEBs, las mujeres, la vida religiosa, etc. sufrieron serios embates que “allí
están” en el texto. En lo personal no creo que la curia vaticana y cómplices
latinoamericanos sean ajenos esta malversación. “Entre la 2da y la 3ra”, dicen
los y las religiosas del Perú. El zorro pierde el pelo, pero no las mañas, me gustaría
señalarles.
Insisto… creo que la Iglesia actualmente necesita cambios
de fondo (en lo ministerial, la relación con la sociedad, el diálogo con las
culturas, la presencia impostergable de las mujeres, la apertura a los
diferentes colectivos discriminados y muchos otros temas más, entre los que la
llamada “opción por los pobres” no ha de ser una hermosa declaración sino un
lugar desde el que hablar, pensar y decidir. Pero, precisamente por eso, no
creo que esta reforma urgente nazca desde una estructura gerontocrática,
patriarcal, monárquica, europea, esclerosada, sino que solo ocurrirá desde la
resistencia y las bases, los pobres, las mujeres, indígenas, afro
descendientes, etc… sino, será no solamente una pérdida de tiempo, sino
desgaste de esperanzas, abandono de militancias y militantes y, además, manipulación
de las cosas de Dios, como el honorable cardenal citado lo ha demostrado.
Logo de la Asamblea tomado de https://www.vaticannews.va/es/iglesia/news/2021-08/america-latina-asamblea-eclesial-un-nuevo-paso-itinerario-espiri.html
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