La identidad del cristianismo
Eduardo de la Serna
El título de este texto fue elegido con toda “mala”
intención. Sencillamente porque en la Biblia la palabra “cristianismo” ¡no existe!,
y, entonces, esto sirve para pensar.
El grupo de los seguidores (o discípulos) de Jesús
era, sin duda, un grupo judío. Se sabían judíos y nunca pensaron ser “otra
religión” ni un grupo diferente. Es importante señalar, eso sí, que el judaísmo
(de ayer y de hoy) estrictamente hablando no existe. ¡Existen diversos judaísmos!
En tiempos de Jesús, por ejemplo, había fariseos, saduceos, esenios,
fundamentalmente. Todos se sabían judíos, pero sabían que existían los otros
grupos. Y dentro de esos grupos, encontramos también a los seguidores del
Nazareno (a los que algunos los llaman, por eso, “nazarenos”).
Jesús dice claramente que vino a “reunir a las
ovejas perdidas del pueblo de Israel” y – como signo visible de esto – elige Doce,
recordando a los Doce hijos de Jacob, los padres de las doce tribus (por eso
elige varones). Y, por eso, la predicación de Jesús se centra en el Dios que
quiere empezar a reinar entre ellos. Ahora bien, cuando Jesús es asesinado, la
experiencia de la resurrección mueve a muchos a continuar con lo que Él hacía,
solo que con un añadido: Dios quiere reinar, y la resurrección de Jesús es
ejemplo de eso. Es decir, incorporan a Jesús en la predicación (cosa que,
obviamente, Él no había hecho). Y en esta predicación se encuentran que muchos
no-judíos quieren incorporarse ya que ven en ellos unos judíos más “libres” con
respecto a algunas exigencias difíciles de observar (por ejemplo, alimentarias).
Así van incorporándose al grupo cada vez más no-judíos (a los que la Biblia
suele llamar “paganos”, o “naciones”, o – a veces – “griegos”). La centralidad
que este grupo da a Jesús, al que llaman también Cristo, hace que – bastante más
tardíamente – se los empiece a llamar “cristianos”. Es decir, judíos que
reconocen a Jesús como el Cristo, es decir, el Mesías.
Con el tiempo (ya casi terminado el tiempo del Nuevo
Testamento), en algunos lugares – no en todos – los seguidores de Jesús
empiezan a tener claras las diferencias con los “judíos” y, entonces, a verse
diferentes entre sí. Pero – repetimos – no es algo que ocurre en todas partes,
no es sino hasta tardíamente, y, además, no significa, todavía, ruptura.
Recién en el s. II, un gran escritor cristiano,
Ignacio de Antioquía (asesinado cerca del año 130), hablará de “cristianismo”
para distinguirlo del “judaísmo”; aunque, insistimos, esto no ocurre en todas
las regiones en el mismo tiempo.
Con el tiempo, como es obvio, el grupo fue profundizando
su propia identidad, lo que significa ir conociendo ¿quiénes somos? Si hablamos
de algo “nuevo” (nueva alianza, nuevo mandamiento, nuevo pueblo, nuevo Adán / Moisés
/ Elías…) ¿qué se conserva de lo viejo y qué no?, ¿qué tan judíos somos y cuánto
no? Esta búsqueda de la propia identidad tampoco fue uniforme, y hubo
diferentes grupos con diferentes posturas. Algunas fueron exageradas y
terminaron fuera de la comunidad, otras, aunque diferentes, coexistieron como
partes de un todo. El cristianismo, como el judaísmo, tampoco existe, ya que
hay “cristianismos”. Lo que los caracteriza es, en la diversidad, la capacidad
de comunión. Y así, estos diferentes grupos fueron conformando lo que llamamos “la”
Iglesia (antes era frecuente hablar de “las iglesias”), y también el Nuevo
Testamento (y muchos de los grupos que quedaron fuera, que también tenían sus
propios textos, fueron conformando lo que llamamos “sectas” y sus escritos son
llamados “apócrifos”, es decir “escondidos, lejos”). Así, a lo largo del
tiempo, de los diferentes lugares y regiones se fue reconociendo la unidad en
la diversidad, la universalidad, la fidelidad a la tradición de los apóstoles,
y la conducción del Espíritu Santo que la acompaña y dirige. Es de aquí que
hablamos de la Iglesia Una, Santa, Católica (= universal) y Apostólica”. Algo
que la Iglesia fue descubriendo con el tiempo (y con tropiezos) y que en
nuestros tiempos seguimos descubriendo, creciendo, creando, renovando y
celebrando…
Foto tomada de https://egiptoexclusivo.com/cultura/religion/cristianismo-copto/
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