jueves, 5 de octubre de 2023

Pablo en la ciudad

Pablo en la ciudad

Eduardo de la Serna


Si Jesús es un predicador fundamentalmente campesino, Pablo es el ejemplo más acabado de un predicador en la ciudad. No solamente proviene probablemente de una ciudad, como Tarso, sino que su vida, antes y después de su incorporación en el movimiento de Jesús, se despliega en ciudades. No conocemos en detalle muchos aspectos de su vida, pero lo encontramos en Jerusalén, Damasco, Antioquía, Tróade, Éfeso, Filipos, Tesalónica, Atenas, Corinto… En estas ciudades vive, trabaja y predica.

Es interesante notar, antes de continuar, que sin que nosotros conozcamos sus fundadores, el Evangelio se ha propagado por varias ciudades como Damasco, Antioquía o Roma. Sin duda, peregrinos que recibieron el mensaje de Jesús al llegar a Jerusalén fueron gestando comunidades. En estas ciudades, los seguidores de Jesús, a los que más tarde se llamará “cristianos”, probablemente concurrieran a las sinagogas (u otro lugar de encuentro si no las hubiera), pero luego tendrían sus propios encuentros en la casa de alguno de los miembros. Evidentemente no son muchos los que entran en una casa, por lo que, cuando los miembros de las comunidades aumentan en número, también crecen las casas de reunión, a las que se las solemos llamar “iglesias domésticas”. Por ejemplo, si en la Roma de este tiempo había, según los diferentes cálculos, y según las épocas, entre 20.000 y 50.000 judíos, los cristianos, se calcula no llegarían a 200 y se ha hablado de 7 casas de reunión (o quizás poco más). En las casas se encuentran para comer, dialogar, rezar. Las comidas solían tener dos momentos: la comida propiamente dicha y lo que podríamos llamar, la sobremesa, donde se hablaba y planteaban temas. Así, los seguidores de Jesús comparten el pan (con lo que cada uno ha llevado para comer entre todos) y luego se comenta la realidad a la luz de los dichos o hechos de Jesús, se puede leer una carta de una persona importante, se hace memoria, etc.

Pablo, que probablemente, al llegar, se ubique en el barrio de los tejedores o los curtidores de las ciudades, para desarrollar su oficio de fabricar y reparar carpas, se dirige, particularmente a ciudades portuarias (las ciudades mencionadas, con la excepción de Damasco y Jerusalén son portuarias) donde predica. Los ejemplos que encontramos en sus cartas son propios de una persona de ciudad: habla de cimientos en la casa (1 Cor 3,10-14; Rom 15,20), de un arquitecto (1 Cor 3,10), de un ejército (1 Cor 9,7), de juegos gimnásticos (1 Cor 9,24-27; Fil 3,14) …

Habitualmente (aunque la globalización propia del imperio haga que esto sea relativo) en las ciudades se hablaba el griego o el latín (en oriente y en occidente respectivamente) mientras que en el ambiente rural se hablaba la lengua propia; por ejemplo, Jesús hablaba arameo (aunque quizás supiera al menos algo de griego; ver Hechos 14,11: "se pusieron a gritar en lengua licaonia"). Para no entender esto de un modo “académico” (es decir, como que Jesús y otros “estudiaron” griego, o hebreo) es fácil pensar en campesinos contemporáneos, como, muchos en Bolivia y Perú que hablan quechua, aimara y castellano, por ejemplo. Pablo, en cambio, habla especialmente en griego, aunque, como persona religiosa, seguramente supiera hebreo (la Biblia solía leerse en hebreo en la región de Palestina y en su traducción al griego en el resto de las regiones).

Veamos, para entender mejor, un ejemplo: Jesús había dicho, a los misioneros, que al llegar a una localidad se desentendieran de su sustento y fueran mantenidos por los destinatarios (Mt 10,10, Lc 10,7), pero Pablo, que conoce este criterio (1 Cor 9,14) sabe que este es adecuado para el campo, pero no para la ciudad, y elige él mismo trabajar para mantenerse y no ser una carga en las comunidades (además de mostrar, de ese modo, la gratuidad de la predicación: que quede a todos claro que el Evangelio se comunica gratuitamente y el mismo hecho de predicar es para Pablo su paga; 9,18). Es decir, Pablo elige, para predicar en las ciudades, otra estrategia diferente a la propuesta por Jesús (lo cual le trajo problemas, y algunos – por ello – dudaron que fuera verdadero apóstol, ver 1 Cor 9,2).

Sin embargo, es importante notar que, en el Imperio Romano, las ciudades eran vistas como una “gran casa” y las casas como “pequeñas ciudades”, como veremos en otra ocasión. En ellas había una jerarquía, y así como en la ciudad había autoridades, también las había en la casa (“amo de casa”); sin embargo, en las comunidades de Pablo, él deja que cada una de ellas se dé la organización que vean conveniente; no hay, propiamente, una jerarquía. Como hemos visto en otra ocasión, una mayor organización en las comunidades paulinas se va dando lentamente con el tiempo, pero ya después de muerto Pablo. Sin embargo, es evidente que Pablo es un representante cabal de los que se han llamado “los primeros cristianos urbanos”.

Una breve nota sobre la ciudadanía y la ciudadanía romana. A diferencia de nuestro tiempo, no todos los nacidos o los habitantes de una ciudad eran tenidos por "ciudadanos"; sólo la elite lo era. Campesinos, migrantes, sirvientes o esclavos, por ejemplo, ciertamente no eran tenidos por tales. Y solamente los "ciudadanos" eran quienes podían participar en "asambleas" ciudadanas y tomar algún tipo de decisiones (cuando, en este entonces, se habla de "demo-cracia", de demos, pueblo y kratos, gobierno, solamente a los "ciudadanos" se refiere. Pero a eso hay que añadir que, en algunas ocasiones, por motivos varios (alianzas militares, beneficios económicos, alguna cuestión de honor personal) Roma podía concederle a los ciudadanos de una localidad o a alguna persona en particular, la "ciudadanía romana" (es decir, no implica, esto, que hubieran nacido en Roma), lo cual otorgaba, a nivel internacional, una serie importante de beneficios. Según Hechos de los Apóstoles, Pablo lo era (con lo cual obtuvo beneficios judiciales). Muchos estudiosos dudan de que lo fuera, pero sirva esto a modo de ejemplo.


Foto tomada de https://www.elle.com/es/living/viajes/news/g551558/viajes-ciudades-antigua-roma/

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