La gratuidad del Reino y su contraste imperial
Resumen: el libro de los proverbios concluye con un salmo que canta a la mujer – sabiduría perfecta por lo que el marido es alabado. El comportamiento de la mujer “fuerte” en la casa es celebrado.
Lectura de la primera carta de san Pablo a los cristianos de Tesalónica 5, 1-6
Resumen: Pablo destaca la cercanía de la venida de Jesús, por lo que ese “Día” está próximo, es inminente. Esto supone un modo de vida en los discípulos coherentes con el día, y no con la noche.
Resumen: en una nueva parábola Jesús presenta un ejemplo mostrando por la contraria cómo es el reino de Dios. Totalmente diferente al señor del relato que es usurero y explotador. La dinámica del reino de Dios se mueve en un ambiente totalmente diferente.
La parábola del Evangelio se ha interpretado habitualmente de un modo estricto, en el que se destacarían las exigencias y responsabilidades que tenemos para con Dios. Sin embargo, recientemente se ha propuesto otra interpretación que parece dar respuesta a muchos temas que quedaban sin ser aclarados.
Para empezar
el inicio no es el frecuente en otras parábolas en las que se afirmaba que el
reino “es semejante a” (cf. 25,1; cf. 20,1; 13,31.33.44.45.47), aquí se
afirma que “así cómo”, con lo que no es evidente que se refiera a algo “semejante”.
Y – como veremos – no lo es.
El tema del “propietario ausente” es importante en los estudios desde las ciencias sociales: la tierra no es de los campesinos que la trabajan sino de miembros de las elites gobernantes que se han apoderado de ellas por impuestos, usura, préstamos y deudas… Es habitual que los ricos presten a los campesinos a usura sabiendo que no podrán pagar y más temprano que tarde se apropiarán de las tierras. Para que la tierra sea productiva debe ser trabajada, para lo que recurrirán a campesinos desocupados, esclavos (doulos), jornaleros. Era frecuente, en Oriente especialmente, que los que se habían empeñado trabajaran la tierra para seguir intentando pagar lo adeudado.
Es importante entender que – el castellano ayuda a confundir – el “talento” no es referencia a la capacidad de cada uno, sino que se trata de un valor monetario. Es interesante recordar que en los ambientes campesinos las transacciones se realizaban por canje o trueque, sólo en los ambientes de la burocracia se utilizaba moneda. Originalmente el talento es una medida de peso (de gran peso) y las había de oro, plata o cobre. Se ha calculado, en general, un valor de 6.000 jornales por talento.
La “producción” de los dos primeros personajes de la parábola es llamativa. No es habitual que algo produzca un 100%; pero eso sí es comprensible en el caso de la usura. Sin embargo, aquí se lo señala casi con normalidad. Pero el tercer siervo (doulos) no ha puesto a “producir” el talento, sino que lo devuelve intacto. Pero lo hace por “miedo” a su “señor” porque es “un hombre duro que cosecha donde no sembró y recoge donde no esparció” (v.24). Sorpresivamente, el señor le reconoce esta parte: “sabías que cosecho donde no sembré…” (v.6). En este caso, lo que “debería” era dar el dinero a los “banqueros” para recibir “intereses” (tokos). El término “intereses” en el NT sólo se encuentra en este texto y su paralelo de Lucas 19,23; y en todos los casos del Antiguo Testamento se trata de algo definitivamente contrario a la voluntad de Dios: Ex 22,24; Lev 25,36.37; Dt 23,20; Sal 14,5; Jer 9,5; Ez 18,8.13.17; 22,12… el ambiente no parece amable, sino el de la usura: el dueño ausente cosecha donde otros han sembrado y se han endeudado y empobrecido, y – por eso mismo – se ha quedado con sus tierras.
Como castigo ante esto, al que no supo - o no quiso por "miedo"- hacer producir el dinero, se le quita el talento para dárselo al que más tiene, y a aquel se lo expulsa. Allí, a las “tinieblas de fuera”, al “llanto y rechinar de dientes”, algo muy parecido a la cárcel. La frase se encuentra también en 8,12 señalando que “los hijos del reino” serán arrojados allí, y el rey vengativo de 22,13 arroja al que no tiene vestido de fiesta. En estos casos el contexto parece aludir a la situación presente de las autoridades judías en tiempos de Mateo en la que resulta patente la violencia que Roma ha ejercido contra la ciudad y las autoridades al finalizar la guerra judía. El rechazo de Israel a Jesús ha permitido que los paganos se sienten a la mesa (8,12) y la ciudad es destruida e incendiada por el rechazo a los enviados del rey. Estar sin vestido de fiesta es un nuevo rechazo (22,7.13).
Podemos
afirmar, entonces, que el propietario ausente y su actitud en nada se asemejan
al “reino” (recordar el comienzo de la parábola). Es muy parecido,
precisamente, a lo que la dinámica imperial y su economía esperan: usura,
préstamos, premio al que produce, torturas y cárcel. La dinámica de la
gratuidad del reino es exactamente lo contrario. El reino no se asemeja a ese
señor, sino que está en las antípodas. El que es coherente con el reino es el
que no presta el dinero a usura es ese, el último, el que es expulsado,
torturado y rechazado por el capitalista.
El video con comentario al Evangelio puede verse en
https://youtu.be/Ez40JxUDp9c
también en
https://blogeduopp1.blogspot.com/2023/11/video-con-comentario-al-evangelio-del_13.html
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