Houston… we have a problem

Houston… we have a problem

Eduardo de la Serna

Una vez alguien me dijo – y me pareció sensato – que quienes se dedican a la economía son inmorales (o amorales) ya que en las cuentas no hay decisiones morales, 5 x 8 siempre es 40, así de simple.

Pero una vez, charlando con Luis, economista él, le dije esa “genialidad” y me contestó mostrando la falsedad del dicho. Un economista no solamente se dedica a hacer cuentas, debe administrar (en lo que sí hay moralidad), pero, además, agregó – y me pareció sensato – que un buen economista debe pretender generar riqueza.

En esas andaba cavilando hasta que una vez un presidente – o uno que hace las veces de tal – no solamente se jactó de ser economista, sino nos explicó que es el primer economista en llegar a la presidencia. Lo de que es economista me permito dudarlo, al menos dado que él mismo se presenta como “doctor” sin tener doctorado alguno (y “en boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso”, según repetía mi papá). Pero, además, explicó – o fingió hacerlo – que eso se trataba de saber sumar (incluso criticando a diputados de la oposición afirmando que – según él – no saben sumar), y esto, me pareció insensato. Porque ya sabía yo que no se trataba de eso ser economista.

Pero, para peor, me encuentro con el problema de que – suponiendo el aserto de que solo se trata de saber sumar – no logro saber qué números deberían sumarse (o restarse, eventualmente), ya que desde que tomó la palabra en los medios de comunicación amigables no hizo sino dar y repetir números, pero nunca un número que la realidad sostuviera. Si de sumar números imaginarios, ficcionales o acomodados al “gusto del consumidor” se trata, ¿cómo podría otra persona sumarlos?

Es decir, creo que ser economista es mucho más que saber sumar o restar, pero – y aquí todavía otro problema – si los números son mentirosos, porque no existen más que en la mente afiebrada del postulador de la causa, ¿cómo se haría esa cuenta sin cuentos?

Para culminar tanta genialidad, haciéndose el inteligente – algo que, debo reconocer, le sale muy, pero muy mal – citó, para terminar, una frase del oligarca Cicerón (porque, convengamos, que el hecho de tratarse de una persona brillante y lúcida no significa que debiéramos compartir sus posiciones; por ejemplo, ¿qué tan ajeno fue don Marco Tulio al asesinato de Julio César?). “Esto lo dijo hace más de 2000 años – remató – y ustedes ¡no aprendieron nada!” Complicado aprender, primero de alguien del que me permito disentir en aspectos varios, pero – además – y fundamentalmente, ¿aprender de una cita que jamás fue dicha? ¿No es complicado? Entre sumar números imaginarios y aprender de lo que nunca se dijo nos conduce a Mileiland, un país ficcional donde sólo existe lo que él dice y, el resto, sólo se muestra en tomas aéreas para que no quede claro que no hay nadie que aplauda, como tampoco hay nadie que lo ve… Aunque, claro, y volvemos a empezar, los números de rating que dio el gobierno tampoco se condicen con la realidad. Sólo manejando esos números sin sustento puede a su vez afirmar que es uno de los dos dirigentes más relevantes del planeta (a menos que se refiera a un planeta que sólo existe en su mente, y en los del triángulo de hierro). Tenemos un problema (o, para ser más exactos, muchos problemas). Innumerables. Lo que tengo claro, al menos, es que así economista no quiero ser (al menos, por un tema moral). Hace bastante más de 2000 años, otro escritor, Aristóteles, parece que dijo [debo decir que la cita exacta no le encontré, pero nadie, que yo conozca, le niega su autoría] que “la única verdad es la realidad”.  Más de 2300 años, ¡y no aprendieron nada!

PS.:
1.- «Desde luego, tú no eres blanco porque sea verdadero nuestro juicio de que tú eres blanco, sino, al contrario, porque tú eres blanco, nosotros decimos algo verdadero al afirmarlo» (Aristóteles; Metafísica).

2.- «Más bien, la verdad y la falsedad consisten en esto: la verdad, en captar y enunciar la cosa (pues enunciar y afirmar no son lo mismo)» [Aristóteles; Metafísica].

Imagen tomada de https://es.wikipedia.org/wiki/Aristóteles