Jasón, el hospitalario
Eduardo
de la Serna
Notemos que en Hechos es frecuente el siguiente esquema:
Pablo llega a una ciudad y predica en la sinagoga a los judíos. Allí algunos pocos reciben el
mensaje, pero otros lo rechazan y buscan aliados (judíos o no judíos) para confrontar con él. Pablo, entonces, comienza a dirigir la
predicación a los paganos. Así, unos pocos judíos y varios paganos van
conformando una comunidad. Pero el conflicto escala en intensidad y Pablo debe
dejar la ciudad y dirigirse a otra. Esto es lo que ocurrirá también en Tesalónica
(17,1-10).
En este caso, cuando se provoca a la multitud con
tumultos y alboroto, las autoridades judiciales de la ciudad deben tomar
medidas. Van a buscar a Pablo (y a su compañero Silas, que también es llamado Silvano)
pero no lo encuentran. Es aquí que entra en escena Jasón.
En las ciudades donde iba Pablo solía alojarse en el “barrio de los tejedores” o "talabarteros" ya que trabajaba haciendo y reparando tiendas. Siendo que, en este caso, se alberga en casa de Jasón es probable que él también tuviera este oficio. El texto habla de “Jasón y los hermanos” (v.6), es decir, se trata de un cristiano. Sabiendo lo que podría ocurrir, “los hermanos”, de noche, sacan a Pablo de la ciudad (v.10), entonces el que debe hacerse responsable de todo el conflicto es Jasón, quien es tenido como cómplice por haberlos hospedado (v.7). Además, tanto Pablo como “ellos” (por lo tanto, Jasón y los hermanos) predican que hay “otro rey” (v.7), es decir, algo subversivo en el Imperio ya que afirman que el rey no es “el César” (v.6). Pero los encargados judiciales de la situación no parecen haber visto que la cosa fuera grave (seguramente porque Pablo y Silas ya no están en la ciudad) y se conforman con una garantía que Jasón les da; probablemente de que no van a volver a la ciudad (o que no va a volver a alojarlos).
Pero Jasón no sólo lo ha recibido, sino que además ha predicado algo que resulta conflictivo en el imperio romano. Y, para peor, “da la cara” por Pablo haciéndose cargo de la situación.
Hospitalidad, discipulado y solidaridad parecen características fundamentales del seguimiento de Jesús por parte de Jasón.
- La hospitalidad es una característica de suma importancia en el mundo antiguo (especialmente para los nómadas y en el desierto) y es muy mal visto no serlo. Jesús mismo es alojado hospitalariamente en más de una ocasión (ver Lc 10,38); y si bien es cierto que la situación podía prestarse a excesos, los primeros cristianos dieron mucha importancia a esta virtud. Jasón lo recibe.
- Jasón, como Pablo, a su vez, predica un evangelio “peligroso”: decir que hay “otro rey” es anunciar algo en contra del Emperador, y eso es muy mal visto en el Imperio romano; pero la predicación no puede “licuarse” para no caer mal o no ser perseguidos. Jasón no lo hace.
- Y a su vez Jasón se arriesga solidariamente, “da la cara” por Pablo (se ocupa de sacarlo a escondidas de la ciudad y sale de garante) comprometiéndose en la causa del Evangelio. En realidad, el proyecto de Jesús no es de “medias tintas”, o de “tibios”. Jasón no lo es.
Imagen tomada de https://www.iscrdonbosco.org/blog/la-hospitalidad-en-la-biblia/
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