Carta a mis amigos y amigas progresistas
Eduardo de la Serna
Querido hermano, querida hermana: es muy probable que no estemos de
acuerdo en algunas cosas y sí en otras. Quizás en muchas. De ninguna manera
pongo en duda tu buena fe, tu honestidad ni la generosidad de tu vida y
coherencia. E imagino que no lo harás con la mía.
Hoy estamos en un momento importante de nuestro país, se acerca la
segunda vuelta electoral. Y mientras vos crees que los dos candidatos “son lo
mismo”, yo no lo creo. Pero no pretendo convencerte. Sólo quisiera invitarte a
pensar una cosa. Sólo una.
Suponiendo que Macri y Scioli “son lo mismo”, ¿no te parece que
basta con una sola cosa, ¡sólo una!, que sea en beneficio de los pobres, o por
el contrario, ¡sólo una!, que los perjudique, para decidir, al menos de mala
gana, votar a uno y no a otro? Insisto que supongo, para ponerme en tu lugar,
que “son lo mismo”, pero pensar en el beneficio de los pobres, ¡en uno solo!, o
en su perjuicio, ¿no te parece que ameritaría un voto?
Te pongo algunos ejemplos casi a “vuelo de pájaro”, e insisto que
no digo que todos sean válidos ya que estamos suponiendo que son lo mismo, pero
¿no hay uno? ¿Estas segura, o seguro? Pienso en las relaciones internacionales,
y América Latina, por ejemplo. Pienso en las Universidades públicas y la gran
cantidad de personas de nuestros barrios marginales que ahora pudo y puede
avanzar en sus estudios. Pienso en Tecnópolis. Pienso en Paka Paka y Zamba.
Pienso en los jubilados. Pienso en privatizaciones y empresas en manos del
Estado. Pienso en los Ferrocarriles. Pienso en devaluación y los aumentos.
Pienso en el manejo del país por empresarios y economistas o, en cambio, desde
la política. Pienso en Griesa y el FMI. Pienso en la mortalidad infantil y la
tuberculosis. El Borda y el Garraham. Pienso en los hermanos de países vecinos.
Pienso en el Indoamericano y en Merlo. Pienso en los talleres clandestinos.
Pienso en si hubo o no cambios en los últimos 10 años en nuestros barrios. Y,
lo sabés bien, podríamos seguir y seguir…
Y vuelvo a mi planteo. ¿No te parece que bastaría con uno sólo de
estos temas, ¡uno solo!, que sea distinto para que “no sean ‘exactamente’
iguales”? ¿No te parece que con tu voto o sin él podrías ayudar – a desgano, te
lo concedo – a que “ese tema”, al menos ese, sea en favor de los pobres, o –
por el contrario – no sea en su perjuicio? Pensalo, hermana, pensalo, hermano.
A lo mejor con nuestro voto podamos
poner “un granito de arena” a que los pobres estén un cachito mejor, o que no
estén peor. ¡Y ya es algo!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Cualquiera puede comentar y no será eliminado, aunque no este de acuerdo con lo dicho, siempre que sea respetuoso (caso contrario, será borrado). Pero habitualmente no responderé los comentarios, ni unos ni otros, para no transformar este blog en un foro. De todos modos, podrán expresar su opinión.