Una vez más…. Desde dónde mirar
Eduardo de la Serna
Dicen que las cosas se reciben al modo del recipiente. Y esto se ha
aplicado desde para la física hasta a la posibilidad o no de comprensión de
hechos o de textos. No sé si la física cuántica ha relativizado, o negado esto,
y si también lo cuestiona la psicología. Pero me sirve de punto de partida sin
más pretensiones que esas…
Como no podía ser de otra manera, el gobierno saliente y el
gobierno entrante también reciben miradas, comentarios, análisis “según el modo
del recipiente”. Y, como todos somos “únicos e irrepetibles”, la recepción, aceptación,
comentarios, críticas son únicas e irrepetibles. Sintetizar en acuerdo o
desacuerdo, a favor o en contra, amigable o no es simplemente un simplismo para
el análisis. Y pretender un análisis único, objetivo, definitivo, es algo – por
decir lo menos – falso y absurdo. Obviamente en el análisis se mirará,
evaluará, “pesará” un elemento más que otro, se dará más importancia a un tema
que a otro. Y – dejando de lado los datos falsos, ¡que los hay! – todo tiene
una cierta razonabilidad que no sería sensato absolutizar. Pero a la que se le
dará mayor o menor importancia según “el recipiente”.
Señalo brevemente, y a modo meramente indicativo, algunos
elementos:
La plaza de despedida de Cristina (Clarín tituló: “Festejos en
Capital y GBA por el fin del mandato de Cristina”): había una multitud. No faltaron
los que dijeron que fueron por el chori y la coca…
El traspaso del mando: a pesar que al salir de su encuentro con
Cristina Macri dijo que “quedamos en hacerlo en el Congreso, como corresponde”
más tarde pidió hacerlo en la casa Rosada. El tema fue motivo de negociaciones
(entre el presidente del senado entrante y saliente y el secretario de gobierno
entrante y saliente), pero en medio de las negociaciones el gobierno entrante
presentó una medida cautelar que un fiscal (Di Lello) y luego una jueza
(Servini de Cubría) aceptaron afirmando que el mandato presidencial de Cristina
finaliza a las 0 hs. del día 10, por lo cual la que entregaría atributos sería
una ciudadana común o una expresidenta no la presidenta en curso haciendo un
traspaso de mando. Desde mi “recipiente” creo que los asesores de Macri le
dijeron que no convenía el congreso (Pinedo así lo dijo) sino la Rosada (por
cuestión de público presente). Alguno dijo que es “extraño que se sepa que se
aplaudirá más al saliente que al entrante”. La diferencia de las plazas lo
demuestra. Yo celebro que Cristina no haya ido dadas esas circunstancias.
El discurso de Macri (leyó) fue bien recibido por unos, simplemente
mirado por otros y criticado por varios. No hubo anuncio de medidas precisas,
en varios aspectos no se diferenció de sus discursos de campaña. Ideas como “consenso”,
“encuentro”, “acuerdo” pueden decir mucho o no decir nada. El acento en el
s.XXI – que se puede leer como afirmación que los gobiernos K eran del s.XX,
por el personalismo ya que el s.XXI se caracteriza por los equipos – busca parecer
un “gobierno moderno”. Algunos podemos pensar que sin “equipo” Maurizio puede
hacer poco y nada, pero el tema principal es cuál es el equipo. Los ministros,
lo dijo ayer, son un “equipo excelente”, y me permito disentir. Creo que es un
gobierno de gerentes, y eso no me parece un equipo, parece una reunión de
directorio, que es otra cosa.
Se dice que el gobierno saliente alentó la confrontación: me
resulta curioso que los que siempre hablaron de “negros”, “grasas”, “¡viva el
cáncer!”, “choriplaneros”, “yegua” digan que hubo confrontación… Y que algunos
pretendan darle justificación teológica con una o dos citas bíblicas me parece
fundamentalista, si no ridículo. También se podrían citar otras contrarias
(pero sería caer en lo mismo, por lo que lo evito). Si yo miro los comentarios
que hay en las noticias en los diarios, o los comentarios en Facebook lo que me resulta curioso es que los insultos,
ofensas, agravios y “confrontaciones” vienen de un solo lado. Unos muchos curas
firmamos una despedida a Cristina. En el Facebook del grupo hay un montón de
insultos o agravios, de un solo lado. Los que insultaron ayer a las Madres, los
que hackearon Página 12, los que pintaron la ex Mansión Seré, son unos. Ahora,
si lo que molesta es que se avance en los juicios a los genocidas, y se
investigue sus cómplices civiles (que el macrismo votó en contra en el
Congreso), que haya 19 vacunas obligatorias y la meningitis o el cáncer de
útero puedan ser enfermedades del pasado, que haya universidades en municipios lejanos
de la Ciudad, que haya planes de construcción para que muchos puedan ser dueños
de su casa (y no alquilar, obviamente), que los que no pudieron trabajar porque
“los modelos económicos del 90” los expulsaron del mundo del trabajo puedan
jubilarse porque el estado reconoce su responsabilidad en ese genocidio por
goteo, o como decía Rodolfo Walsh “miseria planificada”… Que se “incluya” a los
“sobrantes” no debería verse como confrontación, a menos que algunos no quieran
saber nada de sentarse a la mesa de todos. Y sobre eso sí hay varias cosas
bíblicas para señalar.
Un problema con lo “ideológico”. Ya se dijo que las relaciones internacionales
no serán “ideológicas”, lo cual es ciertamente ideológico, pero no se reconoce.
Que se trate de tener buenas relaciones con la mayor cantidad posible de países
no impide que haya más consenso con unos que con otros. Y negar o ignorar que
hay imperios, que hay “divide y reinarás”, que hay dominadores y dominados, y
cipayos, cómplices o negadores es difícil de tolerar. La historia lo enseña,
aun la “historia oficial”. Me resulta patético (desde mi mirada, obviamente)
que si una madre lleva a su hijo a la plaza a despedir a Cristina se la llame “ideologizada”,
y que hace mal en hacerlo, pero una madre que lleva a su hijo a “Disney” es una
buena madre, como si Disney no fuera ideológico. Esa fue la recomendación de Lanata
a la mamá de Casey Wander: “que lo lleve a Disney”, obviamente ideológica.
Algunos no quisiéramos esa ideología para nuestros sobrinos.
En suma… creo que hay miradas diferentes. Y es razonable. Claro que
también hay “desde dónde” mirar. Porque puedo mirar desde un lugar o desde
otro, por ejemplo desde las inversiones y desde "el mundo" (que
curiosamente es sólo un 5% del mundo, son los que mandan) o también desde los
pobres. Por ejemplo, yo puedo hablar de los 12 años del kirchnerismo en San
Francisco Solano. Estoy desde el 25 de
mayo de 2003, exactamente el día que Néstor asumió como presidente de la República.
He visto como cambió el barrio, el ambiente, el trabajo, los pobres. Eso no me
lo contó nadie, no hay estadísticas o “sabios académicos” que puedan desmentir
lo que veo en el día a día. A veces escucho tipos que repiten “yo soy
economista”, “yo soy socióloga”, “yo sé”. Y debo decir que antes de empezar sé
que voy a estar en la vereda opuesta. Esa mirada que cree que desde la ciencia
y el conocimiento se tiene la verdad y los que no tienen esos “arcanos” no
pueden saber y deben aprender no me interesan. Para empezar porque es evidente
que hay otros economistas, otros sociólogos, otros psicólogos sociales, otros
pedagogos, otros… que tienen otras miradas. Que discutan en la academia si
quieren, no me interesan. Me interesa otra cosa. En mi caso, mi “recipiente”, es
mirar “desde los pobres”. Y eso, no necesito que me iluminen los ilustrados. Curiosamente
muchas ilustradas o ilustrados reconocen eso, “pero”... Siempre un “pero”. “Pero”
que muchas veces es de desprecio a lo que los pobres viven, experimentan o
sienten. ¿Cómo era eso de las “confrontaciones”? Y acá termino: me dijeron que
como cura no me debo meter en política… Y me pregunto: ¿no debe importarme la
política económica que hace que los pobres estén mejor o peor? ¿No debe
importarme la política de salud que beneficia a los pobres con vacunas que no
podrían pagar? ¿No debería importarme que los pobres puedan acceder a
universidades públicas? ¿No debe interesarme que puedan jubilarse los que
fueron expulsados del trabajo? ¿No debería importarme lo que beneficie o
perjudique a los pobres? ¡Qué curioso! ¡Yo había entendido el Evangelio de otra
manera!
Foto tomada de aefucr.blogspot.com
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