No hay que exagerar…
Eduardo de la Serna
Algunos amigos y amigas, de
los que en ningún momento pongo en duda su buena voluntad, su cariño, y su
honestidad intelectual me dicen que exagero, que no es “para tanto”, que hay
que darle tiempo.
Claro que del mismo modo que
respeto y acepto su mirada y punto de vista, no puedo menos que ser honesto con
lo que yo veo, con lo que vislumbro, con lo que – inclusive – intuyo. Ser “honestos
con lo real” es un punto de partida fundamental. Y quiere ser el mío.
¿Y qué vislumbro, o veo? Sin
duda que hay cosas de distinto calibre, distinta densidad aunque formen parte
de un todo. Que quiten o disminuyan impuestos a los autos de alta gama,
embarcaciones y aviones en lo personal no me afecta, aunque evidentemente queda
claro a quiénes beneficia. Que el ministro diga que se hace en vistas del
objetivo de “pobreza cero” ya me molesta, porque siento que se burlan de mi
inteligencia.
Que se quiten los subsidios
de suministros energéticos (luz y gas) no sólo “me” perjudica, sino que
perjudica a la inmensa mayoría de la población, particularmente a los pobres. Y
además, que el ministro diga que se hace para que “aumente la inversión”
nuevamente lo siento una burla.
Que no se convoque a
sesiones extraordinarias del Congreso afecta la institucionalidad, y que esto
implique gobernar por DNU (Decretos de Necesidad y Urgencia, sin que quede
clara la urgencia y la necesidad, con lo cual lo que queda claro es que se
pretende saltar el Congreso) es autoritarismo (¿no se criticaba eso, antes?). Y que en esos DNU se atente, deroguen leyes de la
democracia, me resulta insufrible, y también ilegal. No veo que un “decreto”
pueda derogar o modificar una “ley”.
El avance contra la ley de servicios
de comunicación audiovisual, su derogación, las intervenciones del AFSCA y del
AFTIC me resultan autoritarias y – nuevamente – justificadas por una burla a mi
intelecto: “se acabó la guerra del Estado contra el periodismo”. Y hablar de “pluralidad
de voces” me parece de un cinismo grave. Creo – y lo he dicho y repito – los Medios
de Comunicación crean realidades, y lo que se dice y repite pasa a ser tomado
como “dato adquirido”, incuestionable, verdad absoluta. Y ponerlo en duda te
hace merecedor de una mirada casi compasiva (“pobre tonto… ¡no entiende!” o “¡qué
colonizado que está!”) cuando no de insultos o portazos. Los que vislumbramos
que la intervención del AFSCA habilitará la compra de Nextel por parte de
Clarín (que había sido rechazada por el organismo), no sólo implica un fenomenal
caudal de ingresos (por el 4G) sino seguir aumentando el oligo-(casi mono)-polio
de las comunicaciones del país. Con todo lo que eso significa en las mentes (y
la ironía de que quienes se negaban a la participación de las empresas
telefónicas en la Ley pretendan ahora participar de ese “nicho”).
El avance contra el Poder
Judicial (con la anuencia de algunas de sus máximas autoridades, dadas al lobby
antes que a intentar administrar justicia) me resulta preocupante. Lo cual
implica no sólo saltar sobre el legislativo sino también sobre el judicial, lo
que se asemeja a la “suma del poder público”. Colar ministros de la Corte
Suprema por una ventana (con una indisimulada sonrisa cómplice del cortesano
mayor), meter miembros en el Consejo de la Magistratura, intentar y presionar
la renuncia de la Procuradora General de la Nación, recortar su poder
quitándole, por ejemplo, las escuchas (con lo peligroso en ciernes, de la
vuelta de los “espías” al manejo de áreas tan sensibles a la libertad, la
intimidad y la posibilidad de chantaje). Y, de nuevo, con la burla a nuestra
inteligencia, porque se dijo que no se quieren jueces “macristas” y se pretende
la “independencia del poder judicial”. Ah… y todo por DNU. Esa independencia
que hace que se desprocese al único presidente procesado de nuestra historia. Rápidamente,
claro. Porque ciertas cautelares casi parecen firmadas antes que se las
pida, mientras que otras se demoran tiempos eternos. Interminables. Es que la
cautela tiene sus tiempos.
El avance económico,
silencioso (con la complicidad de los medios que no hacer referencia a nada, como
la inseguridad que – por arte de magia, o movida por un hada gobernadora – ya
no existe) hace ver que la inflación desde que se anunció el “ajuste” que en el recurrente vocabulario del cinismo se llama “sinceramiento” o “corrimiento de precios” sea
galopante. Que la apertura de importaciones hace presagiar caída del empleo. En
los primeros momentos todos podremos comprar baratos y simpáticos productos en
nuevos “todo por dos pesos”, mientras se va socavando y corroyendo el empleo.
Esa película ya la vimos. Pero todos pueden comprar hasta 2.000.000 de dólares
por mes y autos de alta gama más baratos porque hay igualdad de oportunidades.
Todos pueden. Cualquiera. La plata alcanza cada vez menos, el trabajo se
vislumbra en peligro y con sueldos más bajos después de un primer momento de
fiesta gracias a los sojeros y trigueros que inyectan dinero (no gratis, por
cierto) y al apoyo (= préstamos, endeudamiento) de bancos “amigos”. Es decir,
el círculo vicioso de la pobreza creciente avanza. Eso sí, con “buenas noticias”,
como el otro ministro lo dijo en su media sonrisa.
Y pienso, pero no me extiendo en los temas internacionales (alianza del Pacífico, fractura del Mercosur, maridaje con los EEUU, unilateralismo) y la graciosa liberación de presos fugados misteriosamente porque se ha declarado la guerra al Narcotráfico, pero "no a todo"... Y tampoco me extiendo en nombramientos en Unidad Fiscal, en Inteligencia, en la Legal y Técnica, o el cierre de programas como "Argentina sonríe", por ejemplo. O en la represión, carros hidrantes, francotiradores, balas de goma... Ameritaría, pero "para muestra basta un botón".
Y pienso, pero no me extiendo en los temas internacionales (alianza del Pacífico, fractura del Mercosur, maridaje con los EEUU, unilateralismo) y la graciosa liberación de presos fugados misteriosamente porque se ha declarado la guerra al Narcotráfico, pero "no a todo"... Y tampoco me extiendo en nombramientos en Unidad Fiscal, en Inteligencia, en la Legal y Técnica, o el cierre de programas como "Argentina sonríe", por ejemplo. O en la represión, carros hidrantes, francotiradores, balas de goma... Ameritaría, pero "para muestra basta un botón".
¿Cuál es mi intuición? Que
están yendo por todo a toda velocidad, que el golpe sea duro el primer semestre
para después tener tres semestres en los que la amnesia, el olvido y el
invalorable aporte de los MCS les permita sonreír en esta fascinante revolución
de la alegría y las buenas noticias porque “estamos contentos”, y enfrentar
sonrientes las elecciones de medio término. Y por eso, precisamente por eso,
que no puedo menos que estar preocupado. Porque trato de dedicar mi vida a los
pobres, y veo que la bola de nieve avanza y crece. No es por mí, y – lamentablemente
– no creo estar exagerando.
Dibujo tomado de chemtrailsevilla.wordpress.com
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