Una tristeza de muerte
Eduardo de la Serna
En su agonía Jesús dijo: «–Siento una tristeza de
muerte; quédense aquí, y permanezcan despiertos conmigo» (Mat 26:38). Hoy
siento que Argentina entra en agonía, que la mayoría eligió caminos de muerte.
Caminos de muerte anunciada.
Sin duda que mucho podemos hacer de
autocrítica. Debemos hacerla. El peor gobernador de la provincia de Buenos
Aires de los últimos 25 años no pudo superar a un corrupto y mediocre alcalde
de la Ciudad de Buenos Aires.
La política exterior va a cambiar, la política
económica, la política social, y cultural cambiarán… Ya podemos esperar que
Clarín reciba el acuerdo para la compra de Nextel, que Argentina mire la alianza
del Pacífico antes que el Mercosur, que los Empresarios y Banqueros manejen las
decisiones, y que volvamos a recibir préstamos internacionales que condicionen
nuestra libertad. La televisión y la radio pública será – es razonable
suponerlo – como es actualmente la radio de la ciudad. Y todo será visto en
clave económica: la cultura, la educación, la vida…
La sensación es que la publicidad y la imagen
vencieron a la realidad y la vida. Y que la mayoría eligió caminar cantando y
decidida al abismo. Obvio que un camino que beneficiará a los menos, a los
pocos. ¡Que hay que aceptar la decisión de la mayoría es evidente!, ¡de eso se
trata la democracia! Pero nada de celebrarla, alegrarnos, ni nada de eso. Nada
tengo que festejar hoy.
Hemos hecho esfuerzos, dedicado tiempo para
que en general nadie votara distraído. Creo que nadie puede decir “no sabía”, “me
sorprende”, o “no lo esperaba”. Cada pueblo es responsable de su destino. Y de
su suicidio. Y durante 4 años tendremos que ser curas, acompañar, decir
palabras de vida a quienes se negaron escuchar, quienes eligieron “caminos de
muerte anunciada”.
¡Qué tristeza!
Foto tomada de www.youtube.com
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