Carta abierta a un mafioso
Eduardo
de la Serna
En los últimos tiempos te
pusiste de moda. Algo terrible para alguien que hace del ocultamiento su máximo
poder. Por todas partes en los discursos oficiales se te nombra, se alude a vos
y a tus actos. Es decir, se te debilita. ¿A quién podría extorsionar públicamente
un “mafioso”? ¿cómo podría amenazar, sobornar o amedrentar “a la vista”? Lo
oscuro, la noche, lo tenebroso es fundamental para que la mafia sea tal. Y te
pusieron a la luz. ¡Estás perdido, hermano!
Es cierto que no se te “nombró”,
se aludió a “todas las mafias” y se
mencionó los lugares de operaciones. Es cierto que faltaron algunos, pero era
simplemente ilustrativo. O se aprovechó algún caso resonado de un sindicalista
que nadie querría defender para mostrar cómo “las mafias” empiezan a caer. Si fuéramos
malignos podríamos sospechar que mencionarlos así, sin nombres, sin pruebas,
sin datos es puro márquetin aprovechando que – dada la obvia ignorancia de tu
rostro, tu nombre o tu actividad “legal” – cualquiera puede ponerle el nombre
que quiera, el rostro que quiera, el dato que quiera. Y – además, seamos
sinceros – ¿quién defendería a “la mafia”? Sería como decir “pobreza cero”, “justicia
independiente”, “paz mundial”. ¡Sólo un perverso o un psicópata podría
oponerse! La cara angelical de la gobernadora (¡excelente actriz, por cierto!)
hablando de la mafia “¡me pusieron una bala
en mi escritorio!” (algunos recordamos que esa misma policía bonaerense
secuestró al secretario de gobierno de otro gobernador y nadie hizo tanto
escándalo, ¡en fin!), y el presidente con su sonsonete de pastor electrónico
hablando de que “juntos” se “puede” vencer a las “mafias”, aunque – curiosamente
– hace todo para que no estemos juntos y pareciera que las “mafias” son todos
los que se oponen a él y a sus intereses. Porque – reconozcámoslo – al
mencionar a Héctor Recalde se le fue un poco la mano… bueno, y con lo de los
jueces y el fuero laboral, ¡también!; bueno… convengamos que los fondos buitres
actuaron de manera mafiosa. Y – si de anonimato y chantajes en la oscuridad
hablamos – también los trolls son bastante mafiosos. Bueno, la complicidad con
los medios de comunicación para que no se diga lo que no conviene y se repique,
repita y resuene lo que conviene es bastante oscuro. Y los carpetazos, la
complicidad del poder judicial, las cosas hechas en secreto tipo Panamá,
Bahamas, Correo, Avianca, Odebrecht, Calcaterra, Niki Caputo, la Anónima,
Morales y su imperio jujeño… Bueno, pero no exageremos, son solo ejemplitos. Lo
cierto, hermano mafioso que estás “en el
horno”. Nadie creerá que la constante referencia a vos es hueca, todos sabemos
que existís (los mafiosos, que los hay, ¡los hay!), como la mafia rusa, la
mafia china, la mafia siciliana (bueno, esa no tanto porque de allí viene la
familia del Capo), la mafia judicial (los laboralistas, no la Corte, por
supuesto), y la mafia macrist… ¡ah, no! ¡esa no! En fin… al fin llegó la hora
en que se te acabe el poder, aunque todavía no tengas nombre, rostro ni oficio.
Estás muy pronto a ser “revelado” (porque cuando caiga este gobierno -que caerá- todos
podrán saber que “en todo estás vos”, Mauri).
Imagen tomada de argentinatoday.org
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Cualquiera puede comentar y no será eliminado, aunque no este de acuerdo con lo dicho, siempre que sea respetuoso (caso contrario, será borrado). Pero habitualmente no responderé los comentarios, ni unos ni otros, para no transformar este blog en un foro. De todos modos, podrán expresar su opinión.