Nos hicieron creer…
Eduardo
de la Serna
En el principio existía
Javier, el ex Salamandra, González Fraga. Y con su omnisapiencia nos explicó
que “les hicieron creer” a los empleados medios (no a los pobres, por cierto)
que con un sueldo medio podían tener celulares, viajar, o tener una moto o un
auto.
Luego, cuando ya nos hicieron saber
que no se podía (“no se puede”) nos repitieron que nos hicieron creer que se
podía tener una jubilación a pesar que no se habían hecho todos los aportes, ya
que el modelo desocupador de país, o los negreros no habían hecho los pagos. Y
lo entendimos.
Cuando ya nos hicieron creer
eso, y supimos que no se debía jubilar cualquiera, nos mostraron que nos
hicieron creer que se podía trabajar, y nos repitieron que trabajar era igual a
ser “ñoqui”, es decir no hacerlo, en una maravillosa inversión de los términos.
Cuando ya supimos eso nos
machacaron que nos hicieron creer que cualquiera, en especial los pobres, no debían ir a la universidad pública, cuando “todos sabemos” que eso no ocurre,
aunque ocurra.
Sabiendo que habíamos sido ilusos
y ya empezábamos a ver la luz de todo lo que nos habían hecho creer, nos
reforzaron en el saber contándonos que nos habían hecho creer que podíamos
acceder a la salud, lo cual era una ficción, y por eso cierran hospitales: para
que aprendamos.
Y nos habían hecho creer que
teníamos la posibilidad de tener calefacción, o aires acondicionados. O llenar
el tanque de esos autos que habíamos comprado en nuestro delirio. Realmente
vivimos engañados sin darnos cuenta.
Así llegamos a convencernos
que nos habían hecho creer que los niños podían ir a los jardines de infantes o a las escuelas públicas en las que no hay más remedio que caer. Pero, para que lo
aprendamos in situ, no se hizo ni uno
sólo de los 3000 jardines de infantes prometidos, pero por culpa de Aerolíneas
Argentinas o del Fútbol para todos. Así pudimos saber que nos habían mentido, ¡ilusos
nosotros!
Lo que pudimos saber bien es
que nos habían hecho creer todo eso mientras se robaban todo, aunque había
plata, jubilaciones, escuelas, computadoras, hospitales, universidades, y demás
cosas. Es que nos hicieron creer que se podía y se afanaron un PBI. PBI que
ahora está en la deuda externa que antes no había; ¡qué ingenuos habíamos sido!
Por suerte, poco a poco, con
paciencia nos vamos dando cuenta de la verdad de todo aquello que nos habían
hecho creer. Si incluso creímos que podíamos ¡hasta comer!
Foto tomada de https://es.123rf.com/photo_75251769_globo-aerost%C3%A1tico-amarillo-volando-alto-en-el-cielo-en-vilnius-lituania.html
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