viernes, 19 de julio de 2019

¿Estos hablan de “valores”?


¿Estos hablan de “valores”?


Eduardo de la Serna



Ya pasaron, al menos en muchos ambientes, esos días en que el/la presidente/a “debía” ir a algunos actos importantes para ser regañado / cuestionado / ofendido / maltratado por esos grupos más importantes aún que sus actos. Entonces en la Sociedad Rural, el presidente criticaba la política oficial hacia “el campo” (con lo que lograron una identificación simbólica entre los 4 o 5 dueños de los más grandes oligopolios con “el campo” / los campesinos); el día de la Patria, en el Tedeum el presidente debía escuchar el “jalón de orejas” del arzobispo cuestionándole la falta de “valores”, especialmente en lo que tuviera que ver con algunos temas: educación, familia (¿y propiedad?)… entre esos pocos actos, también refulgía el “Día del Ejército” en el que un oficial de alta graduación le “explicaba” al Jefe del ejército (el/la presidente/a) lo que debía hacer y (todavía) no estaba haciendo. Lo que quiero señalar en que pasaron tiempos en los que el jefe de gobierno debía rendir cuentas a “los que mandan”.

Pero “pasaron cosas”, y una Sociedad Rural que silba al primer presidente de la democracia incentivada por el ruido de un Clarín, o la evidencia de complicidades de obispos con la dictadura cívico-militar con bendición eclesiástica, llevaron a que muchos en la sociedad, no vieran con agrado esos “regaños”. El pueblo (ese que en otro tiempo se congregaba públicamente para manifestar acuerdos o desacuerdos, por medidas varias, o para que pongan la fecha o que retiren el 2x1) estaba ajeno a todos estos “días de…” de los dueños. Los dueños estaban bastante desacreditados.

El actual gobierno, con su fenomenal campaña publicitaria ha “mostrado” (= disfrazado) a los mismos dueños como “nuevos”, como que “ya no son”, y ostenta a la Sociedad Rural directamente a cargo del ministerio de agricultura, nos habla de que el FMI “ya no es” lo que sigue siendo… y también lo es / ya no es el ejército (y demás fuerzas armadas y de seguridad)… ¡el ejército! Si hasta hace un desfile en el que se ostentan desde aldos ricos hasta tanques sin frenos que atacan ferozmente un árbol estacionado en la vereda. Y en ese contexto, el gobierno nos informa que volverá una suerte de “servicio militar”… ese mismo que el obispo castrense Olivera bendice (¿y nos querían hacer creer que los obispos castrenses “ahora” eran buenos?) y que un intendente manso como un arroyo estancado pretende mostrar como nenes de teta a los fascistoides locales pidiendo que se amplíe a mujeres y discapacitados. Pero es que la que estará a cargo es Gendarmería que tiene mejor imagen que la educación pública, al decir de la ministra. Y me surgen algunas preguntas:

1.- Suponiendo que fuera cierto (¡y no lo creo!... como no creo nada de lo que afirma este gobierno, empezando por sus cifras y datos), ¿es la imagen y no la capacidad lo que habilita para ser “formador de valores”? (siempre el márquetin es lo que les importa a estos tíos).

2.- La gendarmería… ¿es la misma que reprimió a corchazos a los pocos indígenas de Resistencia Cushamen y provocó la muerte de Santiago Maldonado? ¿Ese sería el “valor”: reprimir a los dueños de la tierra pequeños para que no molesten a los grandes poseedores, tipo Benetton? ¿Provocar muertes inocentes sería un valor? (valor chocobárico, por cierto).

3.- La transmisión de valores, ¿no estaba a cargo de la educación “libre, laica, pública y gratuita? ¿Por qué la desfinanciaron? ¿Por qué se pasan el día a día maltratando a docentes? Pareciera que este nuevo “servicio” es algo especialmente dirigido a jóvenes pobres (con el “anzuelo” de comidas diarias) que no trabajan ni estudian… ¿Algo que será aplicado por este mismo gobierno que cierra empresas y escuelas (es el primer gobierno de los últimos 70 años que cierra escuelas en lugar de abrirlas)? Y ¿las universidades (esas que reciben a los jóvenes pobres que Mariu dice que no)?

4.- Suponiendo que las mejores personas del país están en la Gendarmería… ¿No se espera de ellos que cumplan su rol en las fronteras, por ejemplo? ¿Cuál sería, al pensar ministerial, la capacidad de comunicar valores? ¿Serían docentes los gendarmes? Resulta cuando menos curioso… por decir poco, esa súbita vocación docente de fuerzas de seguridad armadas. Las mismas que educan en el miedo a cada ciudadano que quiere manifestar públicamente y reclamar por sus derechos ante Rinocerontes armados con alta tecnología israelí.

5.- Los que creemos que los verdaderos valores son los de la solidaridad, los derechos humanos, la justicia y la paz que nace de ella, el encuentro y el/la otro/a no le reconocemos ninguna (repito: ¡¡¡ninguna!!!) capacidad a este gobierno individualista, inhumano, sádico, cínico, mentiroso, injusto… ninguna capacidad para educar en valores. Especialmente porque, no sólo confunden “valor” y “precio” (Serrat), sino porque lo que para ellos vale, para mí no vale nada. Y valga un pequeño paréntesis: vaya mi rechazo al comentario de pasmosa superficialidad de Liliana Hendel, la periodista que reemplaza a Gisela Marziotta en la 750 (no que Marziotta me pareciera demasiado lúcida, ¡que no!), pero su comentario de que no comparte en nada “los valores de la Iglesia católica, apostólica, romana” ameritaría que, al menos brevemente, explique por qué no está de acuerdo con el valor central del amor, la importancia del cuidado de la casa común, el respeto sagrado por el/la otro/a, la verdad y la justicia (porque esos son valores de la Iglesia…). Más allá que 3, 10 o 100 eclesiásticos digan o hagan otra cosa. No estaría de más que los que tienen el poder del micrófono, cuiden las palabras… para no caer en lo mismo que critican de la mediocridad “mácrica”, pero “del otro lado”.

Lo cierto es que, más allá de todo, tengo claro que no quisiera que a los jóvenes de mi país los “eduquen” (sic) en estos valores. Porque, para mí, no valen nada, y porque creo que lo que les inculcarán (e introyectarán) son precisamente los anti valores contra los que combato en el día a día.


Foto tomada de https://www.sopitas.com/mientras-tanto/rinoceronte-africa-turistas-ataque/

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