martes, 3 de marzo de 2020

Mujer, mujeres, femeninas, feminismo, feminazis y… aborto


Mujer, mujeres, femeninas, feminismo, feminazis y… aborto

Eduardo de la Serna



Se que al escribir esto (que pretende ser “pensar en voz alta”) por momentos entro en terreno complicado. No pretendo tener razón, sino presentar las mías y ser comentado, criticado, aportado mientras sea desde el respeto y el diálogo.

El día internacional de la mujer permite una serie de manifestaciones y reflexiones o debates públicos que son enriquecedores, sin duda alguna. Aunque no puedo ignorar que hay quienes manifiestan nula capacidad o intención de diálogo, de encuentro, de respeto o de tolerancia. No es con ellxs que pretendo encontrarme.

Algunas feministas sostienen, y me parece que, con razón, que no hay que hablar de “la mujer”: “lo que hay son mujeres” ¿Qué sería eso de “la mujer”? preguntan. Algunas entienden, y no coincido con ellas, que los varones no pueden o no deben hablar de cosas propias de mujeres, como por ejemplo el aborto. Que se deba hacer desde el respeto, con escucha, y sin dogmatismos, por ejemplo, no implica que se deba callar, me parece. Algunos, especialmente comunicadores, como chicana, sostienen que las mujeres que reclaman vehementemente por lo que entienden son sus derechos son “feminazis”. Siguiendo con la chicana, no responderé a aquellos que de “nazis” parecen saber bastante. Algunas dicen “soy femenina, no feminista”, probablemente desde la ignorancia. Parecieran entender que el “feminismo” es una suerte de “machismo con faldas” como dijo infelizmente el Papa Francisco. Es bueno saber que la variante femenina del machismo no es el feminismo sino el “hembrismo”, que es bien distinto. La lucha por la defensa de los derechos y el lugar que ha de tener la mujer en la sociedad (o “las mujeres”, para ser precisos) es el feminismo. Y – por lo tanto – es un valor que enriquece a toda la sociedad, varones incluidos, por cierto. En ocasiones han ocurrido excesos, y no es sensato negarlos. Pero, para empezar, unos pocos excesos no invalidan la justicia de los reclamos, y, además, después de unos 5000 años (por decir algo) de abuso patriarcal, podemos comprender o tolerar algún exabrupto femenino, me parece.

Hay un tema que me resulta extraño. Si se celebra “el día internacional de la mujer” (lo mismo que cuando se realiza el “Encuentro de mujeres”) ¿por qué se hace también mención a todo el colectivo que – rechazando la mirada binaria – no acepta ser encasillada en “varón-mujer”? Me parece entender que el motivo es porque en un principio se trata de la misma lucha, en cuyo caso no puedo sino coincidir, pero – al menos en ocasiones – me parece que el reclamo por los justos derechos del colectivo no-binario opaca la lucha de las mujeres. El discurso del año pasado, por ejemplo, mencionó ¡13 veces! a “las mujeres, lesbianas, travestis, trans, no binaries, gordes e intersexs”. Entiendo que ese es el lugar (más allá de lo que señalé) para hacer una “lista” lo más amplia y abarcativa posible, pero es muy difícil seguir un discurso con tan larga lista de sujetxs tantas veces repetida. Y, de paso, señalo algo que ya dije en más de una ocasión: no logro entender que en un discurso de reconocimiento de los derechos de la mujer y sus luchas no se la mencione a Eva Perón, a la que considero (opinión personal, sin duda) la mujer más grande que ha dado la historia argentina.

Entiendo el rechazo del colectivo al “biologicismo”. Y lamento el uso fundamentalista de la Biblia para creer que se da respuesta a estos planteos arrojando una cita bíblica como réplica. Como se dice habitualmente: “un texto fuera de contexto es un pretexto”. Y esto lo es. No merece, por tanto, una respuesta siquiera.

Una palabra sobre el aborto. Por lo que entiendo, nadie está de acuerdo con el aborto. El colectivo feminista pide “anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”. Es decir, no quieren abortar, y es razonable. No es algo grato hacerlo, por lo que he escuchado y visto. Pero ante el hecho, no quieren morir (lo cual parece bastante razonable, ironicemos). Sí tengo una duda al notar que en muchas marchas el tema parece monopolizar la jornada. En el día de la mujer, las víctimas del femicidio, las víctimas de violaciones, las víctimas de acoso laboral o familiar no necesariamente han de estar de acuerdo con la Interrupción Voluntaria del Embarazo, pero tienen pleno espacio de participación en el encuentro. En lo personal me parece que la excesiva monopolización del tema “aborto” (aunque ciertamente deba plantearse) quita fuerza a otros justos reclamos de mujeres.

Una nota sobre la mujer en la Iglesia: no hace casi falta señalar que el lugar secundario (o peor) que tuvo la mujer en la historia humana por milenios, también se ha visto reflejado en la Iglesia. Pero la sociedad ha sabido (no todo lo que debiera, por cierto) dar pasos que la Iglesia no ha dado. Y no me refiero a los debates por el acceso de la mujer al ministerio ordenado, aunque los incluyo. El colectivo de teólogas españolas se manifestó esta semana en la calle (“porque a la calle nos mandan”) en la puerta de la catedral de Madrid. “Limpiar y poner flores que lo hagan los señores”, coreaban. En el tema feminista, como lo señalé más arriba, creo que no debemos esperar avances del Papa Francisco. No es su tema, por cierto, y el tema del diaconado femenino (tanto en la comisión de estudio como en la exhortación Querida Amazonía) es una prueba patente de eso. Poner mujeres (algunas que ya estaban) en cargos, no devuelve a la Iglesia un rostro femenino (además, convengamos, no todas las mujeres han logrado desterrar el Patriarcado de su mente). A veces pareciera que para parecer “universal” – como en varias películas – debe haber una mujer, un negro, un gay… El cardenal Sarah es africano y ciertamente no propone una iglesia que sepa nacer desde el África y sus culturas. Así como hay muchos laicos tanto o más clericales que muchos curas, no podemos negar que hay muchas mujeres que han introyectado el patriarcado notablemente. La frase “soy femenina, no feminista” que citamos más arriba, lo demuestra patentemente.

En el día internacional de la mujer, como varón y cura no me queda sino pedir perdón. Creo haber avanzado en mi pensamiento y creo que me falta mucho por aprender, pero las muchas mujeres que encuentro en el camino (también eclesial) hacen mucho más llevadero el largo aprendizaje que como varón y cura tengo por delante. ¡Sigamos andando, nomás!



1 comentario:

  1. He dicho en estos ultimos años, no soy feminista porque no soy machista...una frase defensiva muy particular y personal, será quizás por mi historia y por la particularidad de mi hogar, pues si bien la decisions se toman de a Dos, casi siempre pesa mi ultima palabra y en como afecta a mi estado de ánimo y organización del día lo que sé decidió, verticalismo puro...
    Mi esposo viene de una familia de mujeres machistas, italianas, donde aún todas sirven a sus esposos y se encargan de la casa y "cosas" de mujeres...así que para casi toda la familia, vengo a ser como una mujer que corrompió el hogar...me aceptaron, sí...aunque eso les signifique enfrentarse con sus propias frustraciones...
    Con esto intento compartir que no es ni será facil quitar estos patrones del machismo, ni para algunas mujeres ni para algunos varones...luego existe el silencio en los hogares, no se habla de esto a no ser que tengas un una hijo hija adolscente que lo traiga y lo milite al tema y que intente desde el enfrentamiento hacer relfexionar a sus padres...y que estos lo tomen como un comportamiento propio de la etapa transitoria de la edad...
    El discurso de Alberto presidente fué muy claro, alabó al Papa en algunas oraciones de su texto y en otras fué al centro de la cuestión...aborto legal y gratuito...esto emerge de una necesidad y nada más verdadero que la realidad.

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