Me tienen un poco cansado
Eduardo de la Serna
Debo confesar
que ciertos ambientes, ciertos colectivos y ciertas personas ya me tienen
bastante cansado.
Convencieron a
muchísima gente que la presidenta mató un fiscal, el candidato a gobernador
mató a 3 tipos como “morsa” que era, que el ministro de economía se había
llenado de plata con un sueldo inexistente y que el hijo de la presidenta tenía
millones de dólares en bancos del exterior. Todo eso quedó en la nada, todo se
demostró falso… pero muchos eligen seguir creyéndoles.
Convencieron a
muchísima gente que había que “cuidar a los que nos cuidan”, aunque eso
significara que le pasen una moto por encima a un jubilado, o que les tiren
balas de goma, que maten por la espalda a más de uno, o desaparezcan a otro;
eso era “cuidarlos” porque “así nos cuidaban”: Pero hoy, parece que el personal
de salud (médicos, enfermeros, anestesistas, conductores de ambulancias) no nos
cuidan, y por eso hay que insistir en que no hay que vacunarse.
Dejando de lado
las varias voces disidentes, el Episcopado, uniformemente, no dijo nada
(¡¡¡calló!!!) durante todo el gobierno macrista. Quizás pagando así los aportes
a las obras eclesiásticas. No era de esperar que este apoyara (aunque sin dudas
no haya uniformidad de opiniones) la ley de Interrupción voluntaria del
embarazo (IVE), pero – y especialmente después que el Papa dijera que era más
un tema humanitario que religioso – fue sintomático que en muchos ambientes eclesiásticos
se tomara el tema como una verdadera “cruzada”. Casi podría decirse que, cuánto
más conservadores, más vehementes se era; en lo personal he visto videos que,
si no fueran tan temibles, darían risa, como dice el Nano.
Pero dejando de
lado este tema específico, realmente me resultó deplorable en documento de la
Oficina de Comunicación y Prensa del Episcopado, firmado por su director, el
Pbro. Máximo Jurcinovic. Algo que, sin duda, no firmaría sin contar con avales episcopales.
Además de lamentar el voto que la sociedad civil se dio en una comunidad plural
y laica, el comunicado añade (lo que calló ayer, además):
- que “continuará
trabajando con firmeza y pasión en el cuidado y el servicio a la vida” (¿?)
- “esta ley (…)
ahondará aún más las divisiones en nuestro país”
- “Lamentamos
profundamente la lejanía de parte de la dirigencia del sentir del pueblo”
- “nuestro pueblo
seguirá eligiendo siempre toda la vida y todas las vidas”
- “las auténticas
prioridades: (…) niños y niñas que viven en la pobreza en cantidad cada vez más
alarmante”, “el abandono de la escolaridad”, “la apremiante pandemia del hambre
y la desocupación”, “la dramática situación de los jubilados que se ven
vulnerados en sus derechos una vez más”.
Es llamativo
este comunicado, que a esta altura no sabemos si lo escribió el citado
Jurcinocvic (no siempre lúcido) o la redacción se deba a Waldo Wolff o a
Fernando Iglesias… Es llamativo.
Alguien debería
avisarle al autor que por acá “pasó una pandemia” (no mencionada ni aludida, si
del covid-19 hablamos). Que el empobrecimiento que sin duda es real, ¡y
universal!, se ha visto notablemente aliviado, por las políticas sociales de
este gobierno, según nada menos que la UCA lo ha señalado. Justo el día que se
votó la movilidad jubilatoria, don Mínimo hace alusión a los jubilados,
haciendo suyo – obviamente – el sistema anterior, que no sólo perjudicó
alevosamente a los jubilados, sino que debilitó el sistema desfinanciando el
fondo de garantías de sustentabilidad. Alguien, además, podría informarle que
este año, coronavirus mediante, hubo “dificultades” en la educación (en todo el
mundo) … “Se nota mucho”, dirían algunos.
Pero, además,
para ahondar la comedia, no me queda claro: si “el pueblo” (“nuestro”, ¿le
pertenece?) está de un lado (el de él): ¿qué división se ahondaría? (puesto que
se han “alejado” de él). Y, lo más gracioso, es la afirmación (en la que parece
no creer) de que “nuestro pueblo seguirá eligiendo siempre toda la vida y todas
las vidas”… Si así fuera, ¿qué le preocupa la ley? A menos que, como Pepe, crea
que la ley “obliga”, si nadie recurrirá a la IVE, porque “seguirá eligiendo
siempre”, ¡pues no hay ley! Es casi como una prohibición de venta de bebidas alcohólicas
a menores de 18 años en un geriátrico.
En suma, no
esperaba el prudencial y recomendable silencio, pero sí, al menos, algo
sencillo y reafirmando la vocación de diálogo y encuentro. Pero no, eligieron
el “ahondar las divisiones” (= grieta), algo ya insinuado en la actitud de
negar el saludo de fin de año al presidente (creo recordar que Videla sí fue
saludado por sus hermanos mayores) y en un comunicado ni siquiera inteligente.
¡Qué pena!
Imagen tomada de https://pixabay.com/es/vectors/ciego-reducida-discapacitados-156095/
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