¿Seré intolerante?
Eduardo de la Serna
Puesto que “a esta altura del partido” nadie que me conozca un poco
podrá decir que elijo no informarme y no estoy conectado con la realidad,
quiero hacer un breve comentario…
“Pobre la persona de un solo libro” se decía, con notable
sensatez. Por eso, cuando elijo informarme, trato de ver las diferentes
fuentes, porque una sola, aunque fuera honesta, inteligente y la crea una buena
persona, sería necesariamente parcial. Pero, además, a la hora de informarme,
elijo la lectura, no los medios audiovisuales. Porque puedo leer y releer, ir y
volver, y – a veces – leer entre líneas. Confrontar y contrastar. Y si veo que
sobre un tema el medio “A” dice Z, veo qué dice sobre el mismo tema el medio “B”.
Y saco mi propia conclusión, la cual será, obviamente, también parcial. Eso me
lo permite la lectura, no los otros medios. Esto no quita que yo me sienta más
cerca o amigable con “B” que con “A”, aunque, no siempre ocurre con todos los
temas. Claro que las modernas tecnologías permiten, a su vez, ver pequeños
videos al leer una noticia, lo que a su vez enriquece, porque amplía el
horizonte.
Con lo cual estoy señalando que no escucho ni veo ni a Victor Hugo
ni a Lanata, ni a Sylvestre ni a Novaresio, ni a Tomás Méndez ni a Wiñaski, y
así… Obviamente eso no significa más que “no los veo/escucho”, no que no me
interesen, porque es evidente que a algunos los respeto, o sus opiniones me
interesan (en algunos temas, no en todos), mientras que otros me generan un
profundo desprecio. Y acá el tema…
Cuando lo que (yo interpreto, al menos) veo, es más interés por el
show que por el contenido, ya me provoca desagrado, y directamente me corro. Cuando
veo (o interpreto) una notable falta de respeto por mi inteligencia, también me
corro. Y cuando veo intolerancia narcisista, también. Que Cristina corra un
micrófono y uno lo interprete como un mensaje contra Alberto me resulta casi
vomitivo. O me invita a tomarlo como de quien viene. Que ante un programa periodístico
una conocida actriz ponga en su twitter “ZZZ” (y luego lo borre) y el dolorido
y conspicuo periodista hable de su intolerancia, me resulta intolerante de su
parte. Porque a lo mejor deba aceptar que por más buen reportero que sea (según
algunos dicen, no me consta) puede resultar soporífero. Como no lo veo/oigo no
lo sé, pero a lo mejor las “Z” agreden su ego. Eso pareciera, al leer la
noticia. Imagino que, en algunos casos o medios, se pueden poner muchas “K”,
pero ninguna “Z”. O, quizás, de mal pensado (o de muy leído), el problema no
sean las Z ni el micrófono, sino donde está parado (o dónde elige caminar),
cada uno y cada una, y – en ese caso – el problema no es el contenido sino el
emisor o emisora.
No voy a opinar, por tanto, ni del escandalizado por el cambio del
micrófono, ni de lo soporífero de un programa, ni de las alusiones machirulas
de un ex periodista. Sé quiénes me caen bien, quiénes no (lo que tampoco
significa que comparta todas, o muchas o algunas de sus ideas), y me tomo el
derecho de no ver esos programas. Espero que no se molesten.
Imagen tomada de https://es.wikiquote.org/wiki/Medios_de_comunicaci%C3%B3n
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