El tuerto es rey
Eduardo de la Serna
Leyendo
los diarios de hoy, mirando noticias de Brasil, me surgieron una serie de
preguntas…
Recuerdo
que hace varios meses, luego de que Clarín defecara sobre las mentes
desprevenidas con una campaña feroz contra Formosa, los obispos argentinos, que
“no se meten en política” sino que tienen una mirada pastoral de la realidad y
son “expertos en humanidad”, raudamente enviaron una carta a su “hermano” José
Vicente Conejero Gallego, a la sazón colega, preocupados por la situación en la
“querida Formosa”. No solamente nada se leyó de correspondencias semejantes a
raíz de otras situaciones tan o más graves de otras “diócesis hermanas” ni
tampoco un repudio a la manipulación mentirosa de las supuestas embarazadas en
el monte formoseño luego que la mentira del medio (“mentira de Clarín” es un
pleonasmo, como subir arriba, o entrar adentro) y del pastor mormón Félix Díaz (el
servicial) quedara expuesta, incluso por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos. A lo mejor se les pasó.
Ahora,
raudamente también, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) envió otra
carta a sus “hermanos” obispos de la “querida república de Cuba” luego de las
manifestaciones manifiestamente mostradas (aunque en algunos casos se les
escapara, seguramente por la velocidad de la información, y aparecieran marchas
de Egipto, por ejemplo) por la prensa internacional. Siempre objetiva e
imparcial ella. No recuerdo, “mala mía”, carta del CELAM luego de la represión
feroz de la policía-gendarmería y demás niños de teta a los manifestantes por
una reforma previsional en diciembre de 2017 en las calles de Buenos Aires…
Tampoco pude leer (debo andar con una laguna en el tema) la nueva carta del
CELAM a los queridos “hermanos” obispos ante las masacres de la dictadura de
Añez, Macri y Camacho en el “querido Estado plurinacional de Bolivia”. Ahora
veo que miles de manifestantes han salido a protestar en las calles de Brasil
contra el gobierno de Jair “Messias” Bolsonaro en la “querida república
federativa del Brasil” y no encuentro por ningún lado la carta del CELAM a los “queridos
hermanos obispos” del Brasil. Debe ser que anda mal mi Google, ¡qué picardía!
Porque
no puedo imaginar que los “hermanos obispos” – los que hablan de “historia y
verdad completa” en otros casos – solamente reaccionen “pastoralmente” ante la
mirada siempre sensata y veraz que les aporta la Prensa, tan inocente y
ecuánime ella. Pensar que los obispos tienen una mirada tuerta no figura en mi
esquema mental. Jamás… Creo.
Foto
tomada de https://www.elnacional.com/opinion/el-parche-en-el-ojo/
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