Los ángeles en la Biblia
Eduardo de la Serna
Antes de entrar en tema es importante señalar que la palabra “ángel” es una palabra en griego que significa “mensajero” (por ejemplo, está en la palabra Evangelio) y en ocasiones se trata de un mensajero humano, como es el caso de Elías (ver Malaquías 3,1.23) o de Juan, el Bautista (Marcos 1,2). A los ángeles en cuanto seres espirituales nos referiremos.
Hablar de diferentes seres espirituales – y por lo
tanto invisibles – es algo difícil, ya que nos movemos en el ámbito de las
creencias, de las experiencias, de las sensaciones, de las ilusiones o fantasías,
etc. Vale esto para los demonios y también para los ángeles. La tradición
apocalíptica (frecuente entre los años 200 a.C y 200 d.C.), por ejemplo, empezó
a hablar de los demonios como “ángeles caídos” o algo semejante. Pero, digamos,
las miradas en la Biblia sobre los ángeles no son uniformes (como tantas cosas
en la Biblia no lo son). Y notemos, además, que la tradición posterior al Nuevo
Testamento, impulsada seguramente por la importancia dada al número siete,
decía que las “categorías angélicas” eran siete: arcángeles, ángeles, querubines,
serafines, tronos, dominaciones y potestades (incluso un escritor del s. VI, que
remite a Dionisio, habla de 9 categorías). Curiosamente, mientras estos tres
últimos no son evidentes en las cartas de Pablo, en sus discípulos – claramente
– son vistos como demoníacos (ver Efesios 6,12). Los querubines y serafines en
ningún momento son presentados en la Biblia como ángeles, y de los “arcángeles”
sólo se hace mención dos veces (en realidad, en ambas se usa el singular, “el
arcángel”, que en Judas 9 es Miguel mientras que en 1 Tes 4,16 se habla simplemente
de “él”, quizás también Miguel). La tradición posterior, especialmente la legendaria,
comenzó a hablar de tres arcángeles (Gabriel y Rafael, además de Miguel), luego
se añadió un cuarto (Uriel) y finalmente un importante número de ellos.
Propiamente hablando el “arcángel” es el ángel “primero” (en griego arjê;
arjê-ággelos), por lo que es razonable que se trate de solo uno. La carta de
Judas, sensible a la influencia apocalíptica, al mencionarlo lo hace en
conflicto con el Diablo, que como sabemos es el jefe del ejército de los
demonios. Es decir, no es improbable que en estos textos la lucha se entable
entre dos generales (arjê) y sus ejércitos.
Deteniéndonos en los ángeles, es interesante notar
que, salvando unos pocos textos (de los que algo debe decirse) las referencias a
los mismos son siempre en los últimos escritos del Antiguo Testamento, en los escritos
de esa época y en el Nuevo Testamento. Es decir, se trata de algo común en un
tiempo tardío, no algo que atraviesa toda la Biblia.
En los primeros textos – y es notable en el caso de Génesis
19 – es evidente que estos personajes son un modo de aludir a Dios mismo (ver
18,1 y 2).
Notemos, también que, en un primer tiempo, en Israel
la idea es que había muchos dioses y diosas, pero el Pueblo de Dios sólo debía
dar culto a Yahvé, pero, luego, empieza a ir teniendo cada vez más claro que
esos otros dioses no existen: sólo hay un solo Dios. Así, cuando la Biblia se
traduce al griego (después del 200 a.C.) en ocasiones, allí donde decía “ídolos”,
se traduce por “demonios”. Pero el mundo antiguo estaba habitado por seres
invisibles benéficos o maléficos, y el monoteísmo impedía ver en ellos unas divinidades. Así, tardíamente, comienza a hablarse de ángeles y demonios. Algo
que se acrecienta cuando la religiosidad judía trata de impedir nombrar a Dios.
Entonces, uno de los modos de estar en contacto con Él son los ángeles (otros
son el culto, los sueños, etc.; no son pocas las veces que ante un sueño el
texto dice “el ángel le dijo…”). Este es el ambiente y la mentalidad vigente en
la literatura judía (especialmente en la apocalíptica, como hemos dicho) y, por
lo tanto, es la mentalidad cultural que también tendrá Jesús.
En los Evangelios (y Hechos) es diferente la
referencia a los ángeles en general (“Dios y sus ángeles”) a lo que sería una
relación personal con los ángeles. Y, en este último caso, es diferente los
textos de la “infancia” de Jesús, pintados con colores del Antiguo Testamento,
que la vida de Jesús. También la referencia a los anunciadores de la
resurrección, que se mueve en un terreno claramente “escatológico” (es decir,
que hace alusión a la llegada del final de los tiempos). Lo cierto es que en
ningún texto se hace referencia a que alguien puede comunicar, pedir, rezar a
los ángeles. Son, en todo caso, enviados de Dios a los seres humanos para algo muy
específico.
Para que se vislumbre claramente lo que venimos
diciendo, veamos un simple dato estadístico de la referencia a ángeles en el
resto del Nuevo Testamento: los encontramos 10x en Pablo, 4x en cartas de sus
discípulos, 5x en las cartas “católicas”, 13x en Hebreos y ¡67x! en
Apocalipsis.
En Pablo son mencionados sólo como ejemplo
figurativo. En la carta a los Colosenses se critica duramente el “culto a los
ángeles” (2,18). En la carta a los Hebreos también se critica el culto y la
importancia que se les da (especialmente en los capítulos 1-2; ver 2,16). En
Apocalipsis se trata de intermediarios enviados por Dios (con frecuencia son 7,
como es habitual en este texto) para la gran liturgia que es todo el libro y
también los aliados de Dios en el conflicto con el Dragón (= diablo) y sus ángeles
(12,7).
Señalemos, en síntesis, que la imagen de los ángeles
es vista como de intermediarios de Dios con los seres humanos para transmitir un
mensaje de Su parte, por ejemplo; pero de ninguna manera seres a los que se
puede rezar y, menos aún, dar culto. El mediador entre Dios y los seres humanos
a quien debemos recurrir, sin duda alguna, es Jesús (ver Gálatas 3,19-20; 1 Timoteo
2,5; Hebreos 8,6; 9,15; 12,24); no hay otro.
Foto tomada de https://pxhere.com/es/photo/1285817
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Cualquiera puede comentar y no será eliminado, aunque no este de acuerdo con lo dicho, siempre que sea respetuoso (caso contrario, será borrado). Pero habitualmente no responderé los comentarios, ni unos ni otros, para no transformar este blog en un foro. De todos modos, podrán expresar su opinión.