jueves, 11 de mayo de 2023

Los grupos de tiempos de Jesús

Los grupos de tiempos de Jesús

Eduardo de la Serna



Puesto que Jesús – como es evidente - vivió y desarrolló su ministerio en un lugar concreto, es interesante, al menos brevemente, conocer a algunos de los grupos con los que se relacionaba. Eso nos ayudará a ver semejanzas y diferencias y, quizás, acercarnos un poco más a lo que él viene a aportar.

Es importante tener claro que ayer y hoy, el judaísmo se caracteriza por ser diverso. No hay “un modo” de entender el judaísmo, y sería preciso decir que no había (ni hay) judaísmo sino “judaísmos”. Esto tiene que ver con el modo de vivir, de entender lo que se debe hacer o no, y las razones.

El grupo, de tiempos de Jesús más conocido, son los fariseos. Era el grupo más popular, y el más respetado porque buscaban hasta en los pequeños detalles ser fieles a la Ley de Dios. A veces, tan preocupados por los detalles terminaban olvidando lo importante, y eso es muy criticado por los mismos fariseos y también por Jesús. También había algunos fariseos más abiertos y otros más cerrados según diferentes escuelas. Leían la Biblia (la Ley, los Profetas y los demás escritos, la llamaban) tratando de aplicarla a la vida, y eso los llevaba a tratar de seguir pensando en nuevos encuentros con Dios, y por eso aceptaban las tradiciones, por ejemplo, creían que Dios resucitaría a sus amigos. Pretendían que la religiosidad no solamente debía expresarse en el templo, sino que la propia casa debía ser un ámbito de fidelidad y encuentro con Dios.

Los saduceos, en cambio, eran el sector más elitista. Más cercano a los ambientes sacerdotales (y, por lo tanto, al templo). Como suele ocurrir con los sectores elitistas, eran reacios a los cambios, por lo que no aceptaban las novedades; por eso no reconocían los nuevos libros que iban incorporando a la Biblia los fariseos, y – por lo mismo – no creían en la futura resurrección.

En estos tiempos existe otro grupo que nunca es mencionado en la Biblia, pero sabemos que existían, eran muy respetados, y había por todas las ciudades del territorio, los esenios. Eran un grupo particularmente religioso y detallista, particularmente obsesivos en el respeto del sábado y las purificaciones. Con frecuencia hacían promesas o juramentos, pero eran muy críticos de los sacerdotes a los que consideraban infieles a la voluntad de Dios. También creían en la resurrección, y un grupo de ellos decidió “romper” con el ambiente y se trasladó al desierto, en la zona del Mar Muerto, afirmando que la misma comunidad era el nuevo y verdadero templo, un nuevo y verdadero sacerdocio, y aceptando – además de los mismos libros que aceptaban los fariseos, otros muchos producidos en la comunidad.

Finalmente mencionemos a los samaritanos. Como es evidente, el nombre remite a la ciudad de Samaría, y los judíos los tenían como una especie de herejes. No aceptaban el Templo, sino que tenían uno propio, y solo reconocían como Biblia los primeros cinco libros (la Ley). Tenían mala relación con los judíos y en ocasiones esta era violenta, de una parte y de la otra.

En ocasiones se ha hablado también de los zelotes (grupo ultra – celoso, de ahí el nombre). Estos fueron un grupo violento que se enfrentó al imperio romano y le hizo la guerra, que terminó con la destrucción de Jerusalén (año 70), pero todo indica que no los había en tiempos de Jesús (sí había grupos “celosos”; Pablo mismo afirma que lo era); el levantamiento armado comienza más de 30 años después de Jesús.

Sería injusto de nuestra parte suponer en unos o en otros que haya mala fe, o cosas por el estilo, pero sí podemos notar que Jesús parece mucho más cerca de unas posiciones que de otras.

  •          Jesús cree en la resurrección. Jesús parece aceptar como parte de la Biblia, por ejemplo, textos de los profetas.
  •          Pero, además, Jesús, que respeta el sábado, también relativiza su importancia en función de la persona humana.
  •          Y, de hecho, si bien discute con los fariseos (como otros fariseos también lo hacen, como vimos), en el juicio y condena de Jesús los fariseos parecen quedar de su lado mientras que los saduceos son parte activa de la condena y ejecución.
  •          Jesús respeta el templo, pero cuestiona que se haga mal uso de él de un modo no conforme a lo que Dios quiere.

Pero, eso no impide, por ejemplo, que proponga nada menos que a un samaritano como modelo de amor misericordioso, que participe en las fiestas litúrgicas del templo y que vaya los sábados a la sinagoga cuando no está en Jerusalén. Jesús era judío, y un judío que pretendía ser fiel a lo que él veía como proyecto de Dios, y eso es lo que él propone, y eso es lo que – los que nos llamamos “cristianos” – pretendemos vivir, reconocer y predicar.

 

Imagen tomada de https://tomasgarciahuidobro.com/el-consejo-de-los-sabios-como-regla/

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