La culpa es de las PASO
Eduardo
de la Serna
Como todos sabemos que las encuestas
(empresas privadas, por cierto) suelen responder a sus clientes, y entonces es
habitual leer una semana antes que ganará Fulano, mientras que otra habla del
arrollador triunfo que tendrá Mengano. Es cierto que algunas, o en algunos
casos, por evidentes e indisimulables, aproximándose la fecha de los comicios
suelen recalcular. No sea cosa que para la próxima vez los que paguen fueran
los que hoy dábamos por perdidos. En fin, lo cierto es que la incredibilidad de
las encuestas llevaba a mirar con cierta expectativa el escenario nacional:
Scioli, Macri y Massa estaban en un podio indiscutido. Todo podía pasar. Pero…
Pero ocurrieron las PASO [Primarias
Abiertas Simultáneas y Obligatorias]. Ya no se necesitaban encuestas, los
resultados están a la vista. Y algunos fueron derrota (aquellas y aquellos que
no alcanzaron el mínimo necesario para seguir compitiendo, por ejemplo, o
aquellas y aquellos que entraron “raspando”). Y las PASO mostraron al FPV a un “pasito”
(valga la ironía) de ganar en primera vuelta. ¡Horror! “Cristina es imbatible”
dicen que dijo el inefable Durán Barba. Y entonces…
Entonces “rompamos todo”.
Obvio. “Hagamos la gran Dilma” que al “día siguiente de ganar” empezaron a
incendiarle el rancho. Y así fueron todos – ¿obedientes? – a Tucumán. No importa
que entre los detenidos por quema de urnas hubiera gente de la oposición, no importa
que en las mesas incendiadas en las PASO había ganado el FPV (La Nación dixit),
no importa que el mismo Cano dijera que probablemente había ganado Manzur, no
importa que no se hicieran denuncias judiciales sino sólo mediáticas (porque
las primeras serían insostenibles). Es evidente que si el objetivo es romper
todo (y Nicolás Salvatore, asesor y economista de Cano lo dijo expresamente).
Además de gente mandada a romper, hace falta “pueblada” y la pueblada sale a la
calle por los Medios, no por los Tribunales… Y las denuncias de fraude
empezaron varios días antes de las mismísimas elecciones. Es que no importaba
que no lo hubiera, lo que importaba es “decirlo” y “provocar”. No importaba si
la foto de la casa baleada era de Trujillo, Perú y la de la casa incendiada era
de Temuco, Chile. Importa provocar. Porque en las PASO ganó el FPV, las
encuestas (¡todas!) daban como ganador al FPV, el conteo provisorio y el
definitivo ganó el FPV, y eso es intolerable. Intolerable porque ¡el FPV lo es!
Y – para seguir – ya empezaron
con Chaco. En Chaco “va a haber” fraude. El gran Payaso Malaonda retomó las
banderas de sus mandantes que ya le habían indicado el camino y ya todos “sabemos”
que va a haber fraude en Chaco…
En realidad, “todos sabemos”
que va a haber fraude en las elecciones nacionales. ¿Por qué? Por culpa de las PASO.
Porque las PASO pusieron a Scioli cerca de ganar en primera vuelta sin
necesidad de segunda. ¡Y el FPV es insoportable! Y, como no podemos descontar,
hay que romper todo. No importa el conteo de Tucumán, no importa ni siquiera si
se votara de nuevo (claro que hay que decir que sí importa porque estamos
hablando de “fraude”), lo que importa es romper todo.
Es que si no hubiera habido PASO
y tuviéramos sólo elecciones nacionales todo sería distinto, sería knock out y
no como ahora que fueron grogui al rincón. En algunos rincones pueden preparar
sorpresas.
¿Y la democracia? ¡Ah, sí!, “democracia”,
linda palabra. Pero eso queda para otro momento, estamos en una dictadura, y
hay que aplicar medidas extraordinarias. Ya habrá tiempo para la república.
Cuando seamos gobierno. Y si antes de ayer provocamos hiperinflación para
romper todo, hoy sacamos paraguas o molotov, pero por culpa de las PASO,
lamentablemente “no nos queda otra”.
Foto tomada de es-la.facebook.com
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