Ojo por ojo… cepo por cepo
Eduardo de la Serna
Curiosamente el actual
gobierno nacional, que tiene una fenomenal cantidad de Medios de Comunicación a
su favor (los Medios que fueron su principal sostén durante los 8 años de
horadar sistemática y continuamente a Cristina) más, ahora los Medios
oficiales, a lo que han de sumarse algunos Medios que ayer eran “K” y camaleónicamente
han mudado de color nos desinforman sobre algunos temas, alegremente nos da
noticias descontracturadas, al aire libre, sin corbatas y hasta llega a decir
que hay que pagar los impuestos con alegría….
Por suerte, mágicamente ya
no hay casos de inseguridad. Es que se ve que los camiones hidrantes, la
represión, los francotiradores apostados, los fotógrafos y los gendarmes han
dado su fruto.
Evidentemente, además, es
cierto que el actual presidente no quiere una justicia “macrista”, con la “magnettista”
le alcanza y sobra. Basta ver el currículum del impuesto juez Rosenkrantz de la
Corte, inconstitucionalmente incorporado y vergonzosamente aceptado (por no
pensar, lo han dicho tantos, lo que hubiera sido la campaña feroz si la mitad
de eso lo hubiera hecho Cristina).
Pero me quiero detener en el
“cepo”. Un cepo es un instrumento que inmoviliza por ejemplo un auto mal estacionado,
un esclavo rebelde, o una plaga que perjudica la cosecha o el ganado.
Pero resulta que ningún
gobierno sensato permite que cualquiera compre los dólares que quiera sin ningún
tipo de controles en ningún país sensato (pienso en Colombia, país liberal capitalista
si los hay, donde los inmuebles se compran en pesos colombianos, y no puede comprarse
sin control dólares ni en el mercado legal ni el ilegal). Pero el cepo
periodístico nacional impuso el término a la disposición del gobierno que impedía
que cualquiera haga lo que quiera. Y entonces, un cepo a la verdad, a la
sensatez y la cordura se impuso. Y hoy, que el liberalismo sigue avanzando en
su acción destructora el cepo periodístico se afianzó.
Ya sabíamos que ese cepo era
un blindaje mediático al entonces candidato. Hoy ese blindaje es un verdadero
cepo en el que la represión asoma, la división de poderes desaparece, los jueces
son elegidos a dedo, la economía se desnacionaliza, pero ninguna graciosa nonagenaria
dice que esto es una dictadura. Al fin y al cabo, sólo se mantiene un cepo a la
verdad. ¿Y a quién le importa? Si tantos estaban contentos con la mentira.
Foto tomada de buckmiller.wordpress.com
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