jueves, 12 de marzo de 2020

La pendiente de cada día


La pendiente de cada día

Eduardo de la Serna



Hace ya tiempo… más de 4 años, para ser precisos, me llamaron de una radio para un reportaje. Yo había escrito, el día anterior, sobre en qué sentido hay que comprender la frase “al Cesar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” y la productora que me llamó me dijo que querían hablar sobre eso. A pesar de que se trataba de radio Mitre, con la que no tengo interés alguno en hablar, el tema era bíblico, por lo que accedí.

Pero… yo acababa de cometer un pecado imperdonable. Al menos imperdonable para los que todavía nos quieren seguir haciendo creer que son periodistas independientes (in the pendiente, ironizan otros): a raíz de los Panama papers yo había dicho, en otra radio, que Macri debía renunciar.

La cosa, entonces, fue que todo el quizás reportaje (aunque no se parecía a otros que yo hubiera tenido), fue una agresión a mi persona. “¿Le pidió la renuncia a la ex presidenta?” me insistía el inquisi… ¡perdón!, el entrevistador. Yo estaba lo suficientemente incómodo que dudaba entre cortar, preguntarle cómo traduciría él la palabra griega “apodídômi”, o hacerme el simple entrevistado, sabiendo – además – que al cortar yo seguiría siendo escarnecido. Opté por esto último. El periodismo independiente es fundamental para la democracia, ¿quién lo duda? Y nada hay más independiente que el periodismo oficialista en tiempos de cóler… ¡perdón! del macrismo.

El entrevistador sigue en ese grupo (aunque escuché decir que no puede viajar a algún país del norte… creo que eran dos a los que les retiraron la visa por cosas “feas” que no les gustan a los hermanos mayores). De hecho, lo veo cada tanto en los diarios (en las fotos) y me da cosita…

Pero a lo mejor eso tuvo sus efectos positivos. Antes, cada tanto me llamaban o invitaban a sus canales o a hablar en sus radios, y desde entonces, ¡nunca más! de tan independientes, ¡por cierto!

Creo que fue un pensador inglés, Hobbes, en El Leviatán, el que popularizó una frase de Plauto (homo homini lupus) “el hombre es Lobo del hombre”. Otros creemos que estamos llamados a ser “hermanes de los demás”, pero eso no significa ser ingenuos y meternos en la "boca del lobo” (que también lo dice Plauto, Cásina escena 2ª), que es oscura, como todos saben.



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