Estoy muy triste
Eduardo de la Serna
En la vida de todos hay cosas que nos alegran, y entonces son
motivos de celebración, de compartir espacios y momentos con otros, y también momentos
que nos entristecen, nos dan pena o dolor.
En lo personal, reconozco a nivel social o político tres momentos
en los que me llené de tristeza: el golpe de marzo de 1976, la toma de Malvinas
y el triunfo de Alfonsín. Los entreví como momentos de mucho dolor y tristeza
futuros para el pueblo.
Hoy, mirando muchos momentos y acontecimientos presentes, debo
reconocer que hay momentos que me llenan de tristeza. Aún no son como los del
pasado, y ojalá no lo sean. Pero de tristeza al fin. Y lo que me llena de
tristeza es, especialmente, ver la cantidad de gente que – pareciera – está haciendo
todo lo posible para que yo la odie. Y no quiero odiar, porque el odio hace más
mal al odiador que al odiado, nos rebaja como personas, nos llena de veneno el
corazón. No quiero odiar… pero a veces tengo que hacer esfuerzos para que el
odio no florezca. Cuando veo muchos pobres idiotas útiles, manejados de las
narinas por odiadores (o por los que no se resignan a haber perdido poder en
las pasadas elecciones presidenciales), cuando veo u oigo gritos cargados de irracionalidad,
incapaces de encontrarse y hablar, o cuando veo los mensajes de odiadores que
no saben sino odiar, como Fernando iglesias o Laura Alonso, que quizás no
puedan con su persona y sólo puedan envenenar el aire que los rodean, me da mucha
tristeza. Y a veces mucha rabia. No quiero odiar. Pero pareciera que ellos
buscan desesperadamente (quizás para ser tenidos en cuenta al menos en eso) ser
odiados. Ver energúmenos (o energumenados) en el obelisco, hablando como si lo
que dijeran mereciera siquiera ser escuchado, atentando contra un periodismo en
algo que no merecerá repudio de los que ayer decían que los periodistas podrían
ser encarcelados (no sabía que era penable la estupidez) … ¿Por qué quieren crear clima de odio? ¿No era
que la grieta y sarasa, sarasa…?
Espero que el odio no triunfe… por hoy debo decir que ¿odiar? no
los odio, pero el desprecio que siento por ellos es verdaderamente vomitivo.
Imagen tomada de https://www.pinterest.es/pin/716846465674646245/
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