Los misterios del reino se siguen revelando
DOMINGO DECIMOSEXTO - "A"
Eduardo de la Serna
Resumen: resaltando la fuerza de Dios el autor manifiesta que esta se manifiesta en la misericordia – a diferencia de la fuerza en los injustos que se manifiesta en opresión y violencia – y esto repercute en la historia humana.
El
libro de la Sabiduría es sin dudas el libro más griego de toda la Biblia. En
esta parte del libro, centrada en Dios, destaca que Dios es misericordioso, y
que su poder (isjys, 3 veces en esta
parte, vv.16.17.18) es la fuente de su misericordia. Su “fuerza” es el
principio (arjê) de la justicia, y
siendo “señor” (déspozein) sobre todos,
sobre todos muestra compasión (feídomai). Esta indulgencia de Dios es la característica de la
unidad (cf. v.8).
El
v.19 en realidad da comienzo a la unidad siguiente (vv-19-22) pero como su
consecuencia, por lo que el v.19 puede relacionarse con éste (“actuando así…”)
invitando a los justos a una actitud frente a los demás (filantropía), y a los pecadores al arrepentimiento (metánoian). Esta filantropía es
característica de la sabiduría (1,6) que tiene un espíritu de “filantropía” (7,23). De este modo, se
destaca que el justo debe caracterizarse por la sabiduría, del mismo modo que –
alentado por la indulgencia de Dios – el pecador es invitado a la conversión.
Es
el monoteísmo confesado explícitamente (“fuera de ti no hay Dios”, v.13) el que
manifiesta el poder divino que se manifiesta en los beneficios a la humanidad
como varios escritos tardíos lo confirman:
- “¡Dios es misericordioso protector de todos!” (3 Macabeos 6,9)
- “Dios es amigo de la justicia (…) está operando de continuo las conoce y no se le oculta nada insisto (…) de la misma manera que Dios beneficia al mundo entero, tú, si lo imitas, serás perfecto” (Aristeas 209-210)
- “Fuera de ti, no hay otro dios al cuidado de todos, para que puedas mostrar que no juzgas injustamente” (Sabiduría 12,13)
- “Adora al Dios del cielo, que hace bajar el rocío t la lluvia sobre la tierra, El hace todo en ella, ha creado todo con su voz, y de él procede toda vida” (Jubileos 12,4)
- “Considera cómo Dios favorece al género humano; él es quien les proporciona en todo momento salud, alimento y todo lo demás” (Aristeas 190)
- “Adoran al Dios que ve todas las cosas y las crea” (Aristeas 16)
- “Tú, oh Dios, eres la esperanza y refugio de los pobres” (Salmos de Salomón 15,1)
Pero
este Dios de la justicia no es ajeno al universo del hombre. El poder de Dios
es inicio de la realización de un orden humano de justicia. Sobre este “poder”
de Dios es que se detendrá en los vv.16-18 con lo que a su vez habla de la
justicia. La fuerza sobre la que se asienta el mundo de los que no son sabios
es la violencia (por eso oprimen y explotan a los débiles, 2,11); la fuerza de
Dios se manifiesta en su misericordia.
Resumen: la importancia del espíritu de Dios se sintetiza en esta breve unidad destacando el contraste entre la fortaleza, que nos viene por el espíritu de dios, y la debilidad humana sin la que no sabríamos siquiera dirigirnos a Dios como corresponde. Pero con el espíritu la oración es conforme a Dios.
Pablo
sigue el importante cap. 8 de la carta a los Romanos manifestando el rol que en
los creyentes juega el espíritu de Dios.
Para
empezar el espíritu se manifiesta en contraste con la debilidad (astheneía). Es sabido que el “espíritu”
es la fuerza que viene de Dios para sostener (synantilambanô, venir en nuestra ayuda, como lo que Marta pide que
María haga, Lc 10,40), se hace cargo de nuestra debilidad, el camino de los
llamados a seguir su voluntad y sus caminos. Con nuestras capacidades ni
siquiera sabemos cómo pedir (proseújomai),
de allí que el espíritu intercede (hyperentugjanei,
única vez en la Biblia) con “gemidos”
(la otra vez que se encuentra en el NT – Hch 7,34 – traduce el término
“clamores” (cf. Ex 2,24; 6,5). Estos gemidos no son la voz de un bebé, sino los
gritos del dolor, la opresión y el sufrimiento y por eso son “inexpresables” (alálêtos, también única vez en la Biblia,
literalmente: “sin palabras”).
El
verbo “investigar / sondear / escrutar” no es muy frecuente en la Biblia (x6) y
suele referirse a la voluntad de Dios. En este caso, “el que escruta los
corazones” (= Dios) conoce las aspiraciones íntimas del espíritu. “Conocer /
tender” (frónêma) es también poco
frecuente (x2 en 2 Mac y x4 en Romanos) aunque depende hacia dónde se tienda
(la carne o el espíritu, 8,6). En este caso se refiere a tender hacia el
espíritu, por lo que la “intercesión” (entugjanô)
es “según (kata) Dios” y “en favor (hyper) de los santos” (es decir, los
miembros del pueblo de Dios). El espíritu, don por excelencia de Dios para los
tiempos nuevos, nos hace tender en sentido contrario a lo que nos separa de
Dios; por el contrario, nos hace tender a la vida, interceder coherentemente
con la voluntad de Dios.
Resumen: Una serie de elementos, mezclados en su origen (de Marcos, de Q y propios de Mateo) continúan el capítulo de las parábolas. En este caso comenzando y concluyendo con la del trigo y la cizaña y centradas en dos parábolas del reino. Jesús, cuando habla de algo tan importante para él, como es el reino, sólo lo hace en parábolas. Los sencillos pueden comprenderlo.
Comenzando
con una nueva parábola – que es propia de Mateo – y culminando con la
explicación de la misma, la liturgia sigue presentando el capítulo de las
parábolas propio de Mateo. Esta unidad tiene textos que dependen de diversas
fuentes, veamos:
Orden de Mateo
|
Fuente / origen
|
Parábola
de la cizaña y el trigo
|
Propia
de Mateo
|
(Mateo
omite la semilla que crece sola, de Marcos)
|
|
Parábola
del grano de mostaza
|
De
Marcos y de Q
|
Parábola
de la levadura
|
De
Q
|
Por
qué habla en parábolas 3
|
De
Marcos
|
Explicación
de la parábola de la cizaña
|
Propia
de Mateo
|
1) La parábola del trigo
y la cizaña (13,24-30)
La
parábola pone el acento en el “hombre” señalando que sembró “buena semilla”
(cosa que se repite en v.27), pero “un enemigo” siembra cizaña. La
característica es que no es fácil distinguir – especialmente en los primeros
tiempos – una de otra. Cuando llega el tiempo de los frutos, entonces se puede
reconocer el trigo y la cizaña, y por tanto arrancar una para quemarla, y el
otro para ponerlo en el granero. La parábola es, entonces, una invitación a
imitar la paciencia del “hombre”, a eso se asemeja el reino. Aparentemente el
sentido es confrontar la impaciencia “mesiánica” (cf. Is 60,21) para la cual
solo habrá justos en medio del pueblo. La parábola señala que todavía no es el
tiempo del juicio. Por otra parte, parece una puesta en forma de parábola del dicho
de que “el árbol se conoce por sus frutos” (Mt 12,33, texto Q), “por los frutos
los conocerán” (exclusivo de Mateo, 7,16).
2) Parábola del grano de
mostaza (13,31-32)
Es
interesante notar la diferencia que esta parábola presenta en Marcos y en Q: el
acento, en Marcos, está puesto en el contraste entre la “más pequeña” y la “más
grande” (Mc 4,31-32). Lucas – como lo hace otras veces – prefiere el texto de
Q, donde el acento está puesto en el crecimiento “hasta árbol” (Lc 13,19). Mateo
ha escogido ambos acentos y señala el contraste y también el crecimiento “hasta
árbol” (v.32). El reino, entonces, se asemeja a un crecimiento importante y que
contrasta con un comienzo pequeño.
3) Parábola de la
levadura (13,33)
La
parábola de la levadura se encuentra en Q donde pone en paralelo – como lo hace
otras veces – el accionar de un varón y el de una mujer. El paralelo es
preciso:
Tomó un hombre … hasta (árbol)
Tomó una mujer … hasta (fermentar todo)
Como
el texto no se encuentra en Marcos, Mateo repite palabra por palabra lo tomado
de Q con la excepción de “de los cielos” dicho del Reino, como es su costumbre,
y un pequeño prefijo en el verbo “esconder”. El acento es semejante al anterior
de Q (la levadura) y está dado por el resultado final del accionar del varón /
mujer; en este caso la gran cantidad de harina fermentada, como para hacer una
fiesta.
4) Jesús habla en
parábolas (13,34-35)
Marcos
y Mateo ya habían señalado (ver el domingo pasado) por qué Jesús habla en
parábolas. Allí destaca que “nada les hablaba” (“les”, como ya fue dicho en
13,10) sin parábolas. Seguramente es para destacar que cuando habla acerca del
Reino, Jesús solamente habla en parábolas. Y – como es común en Mateo –
nuevamente destaca que se cumple lo dicho por el profeta (en este caso un
Salmo, 77,2).
Sal 78,2
|
Mt 13,35
|
voy a abrir mi boca en parábolas (masal), a evocar los enigmas
(haîdôt) del pasado.
|
Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba
oculto desde la creación del mundo.
|
5) Explicación de la
parábola de la cizaña (13,36-43)
Nuevamente
al explicar la parábola, Mateo recurre a una alegoría, es decir a una
explicación simbólica en la cual cada parte de lo narrado tiene un significado:
el sembrador, el campo, la semilla, la cizaña, el enemigo… Cambia un poco en
v.40 con “como, pues”, pero el acento está puesto en el fin del mundo. En este
caso hay dos grupos en cuestión, los que obran la injusticia y los justos y su
referencia es el juicio.
foto tomada de micaldodecabeza.wordpress.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Cualquiera puede comentar y no será eliminado, aunque no este de acuerdo con lo dicho, siempre que sea respetuoso (caso contrario, será borrado). Pero habitualmente no responderé los comentarios, ni unos ni otros, para no transformar este blog en un foro. De todos modos, podrán expresar su opinión.