Carta a un o una votante de Milei
Eduardo de la Serna
Querido o querida hermana:
Antes de dirigirme a vos, quisiera dejar claro un elemento importante… Soy miembro de más de un colectivo, pero esto que quiero dirigirte lo hago a modo exclusivamente personal, no hablo ni en nombre de “el clero”, ni de los “curas de Quilmes”, ni de los "curas en opción por los pobres", ni otro. Es algo personal.
Quizás sepas que no logro entender tu voto. Probablemente esto no sea importante, pero me cuesta creer el voto que no tiene propuestas. Pero no te escribo por esto, al fin y al cabo, estar o no de acuerdo, entender o no, podría ser un problema mío.
Creo que se avecinan, en el país, momentos muy duros. Momentos en los que crecerá mucho la pobreza y también la violencia (no los identifico… no soy de los que creen que la violencia se gesta en los barrios populares. Pero no ignoro que, en ocasiones, la desesperación, lleva por caminos de mucha tensión, no ignoro que la falta de trabajo, de esparcimiento, de escuelas o de salud no son buenas compañeras de vida).
En mi vida he tratado, espero saber hacerlo bien, hacer una opción por los pobres. Y no ignoro que el actual presidente electo no podría haber llegado a serlo sin muchísimos votos de los pobres. No logro entender eso de votar al verdugo, pero te respeto. Te aseguro que te respeto. No pretendo convencerte de tu error, pero creo que se vienen momentos muy complicados. Para vos también.
Ya sé que cuando estos momentos lleguen aparecerán muchos diciendo “yo no lo voté” o haciéndose los distraídos, pero, insisto, aunque no lo entiendo, no soy juez. Quiero ser hermano. Si las necesidades aumentan, sin duda se nos hará muy complicado poder compartir, ayudar, dar lo necesario a todas y todos, porque yo sí creo que donde hay una necesidad, nace un derecho. Y, aunque no comparta tu voto, sé que tenés derechos: a la vida, a la alimentación, a la salud, la educación, al trabajo, al descanso… Y, cuando te falten, si puedo, y en lo que puedo, contás conmigo. Y, si no puedo, al menos contás con un abrazo. Y, si, como hermano, me lo permitís, por favor, en adelante pensá mejor al votar, una urna no es una caja de odios, broncas o miedos, sino de propuestas por un futuro mejor, uno que te merecés. Uno que nos merecemos.
Foto tomada de https://www.elpandelospobres.com/noticias/argentina-con-san-cayetano-el-santo-del-pan-y-del-trabajo
El cristianismo popular practica una fe oscura decía el padre Tello, pero, quizás, simplemente se votó por la negativa, por el cambio, porque el último año gobernó la economía un militante del pro, Rubinstein.
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