¡Nos veremos, querido Gustavo!
Eduardo de la Serna
Hoy
se fue el querido Gustavo Rey. Se “nos” fue. Ya estaba pidiendo pista hacía
meses. Creo que tenía más motivos y personas por encontrar allá que las que lo
encontrábamos acá. Creo que estaba en actitud de “¡ya está!” Pero eso no nos
quita ni un cachito de tristeza a los que lo hemos querido. ¡A los muchos que
lo hemos querido!
Viejo
cura del MSTM, uno de los dos únicos firmantes del Manifiesto de los Obispos
del Tercer Mundo de una diócesis con un obispo tan conservador que lo suspendió
del ministerio por largo tiempo por el pecado de trabajar. Cuando – como otros
curas MSTM – viajó a Cuba, y acrecentó su pecado, logró de todos modos
sobrevivir como cura. Cura de y para la gente, para los pobres, para el pueblo.
Siempre con una salida ocurrente; aunque esta fuera crítica siempre tenía ese
humor que lo caracterizaba. Recuerdo cuando en nuestro encuentro se hizo
presente Herrero del Pozo su pregunta mordaz: “-¿Y vos qué sabés cómo vive su
fe nuestro pueblo?”, o cuando le comentó a González Faus que había leído muchos
de sus “libritos” (La Humanidad nueva tiene 645 págs.; Los pobres. Los vicarios
de Cristo, tiene 366; Otro mundo es posible… desde Jesús, tiene 446… lo de “libritos”
no lo entendíamos; aunque tenga varios otros más breves), o los chistes
inesperados (yo no lo conocía el 1986, el Primer Encuentro nacional y recuerdo las
carcajadas que suscitó alguna ocurrencia). Hasta el año pasado, cuando ya su
salud no se lo permitió, era de los poquísimos con “asistencia perfecta” a todos
los encuentros de los curas opp, y fue uno de los tres a quienes le pedimos que
diera su testimonio sobre Carlos Mugica con motivo de los 40 años de su
martirio. Allí, nuevamente, sorprendió con su broma inesperada cuando
públicamente le dice a la espléndida Chunchuna Villafañe: “- Chunchuna,
¿a vos no te dijeron que tenés que besar a los del panel?” (a lo que, entre
risas, Chunchuna accedió, por cierto).
Miembro
de “la Cofradía”, y, por lo tanto, seguidor persistente del “viejo” Tello,
Gustavo insistía tozudamente en escuchar a la gente y andar por esos caminos.
Tozudo hasta el punto de no querer tener teléfono, por lo que comunicarse con
él era casi una hazaña cuando un vecino no se encontraba; generoso, amigo,
hincha de Racing, peronista. Un tradicional MSTM del conurbano, al que
extrañaremos, aunque ya nos fue preparando para eso, y, sabiendo que él será un
motivo más para que queramos, algún día llegar donde ya estará él tomando agua
(a menos que en el Reino, con el Vino Nuevo al fin haya empezado a tomar vino abandonando
allí su solidaridad con los Alcohólicos Anónimos) y esperándonos con esos
asados de novillito que solía conseguir y solían ser abundantes. Abundantes
como su vida. Abundantes como lo que ahora habrá alcanzado. Abundante como lo
que nos anuncia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Cualquiera puede comentar y no será eliminado, aunque no este de acuerdo con lo dicho, siempre que sea respetuoso (caso contrario, será borrado). Pero habitualmente no responderé los comentarios, ni unos ni otros, para no transformar este blog en un foro. De todos modos, podrán expresar su opinión.