Tres causas para pensar
Eduardo de la Serna
Hace poco me pidieron que dijera algo en una
comunidad marginal que pretendía resistir y entender…
Yo dije que creo que las razones de que
estemos como estamos son fundamentalmente tres: espiritualismo, individualismo
y pereza.
1.- Espiritualismo (no “espiritualidad”, por
cierto) que creo que debe entenderse con una mirada neoplatónica.
A fines del s. II y principios del s. III, el
neoplatonismo – al menos en ciertos temas – confrontaba con el gnosticismo
(ambos en auge en Alejandría). A modo de ejemplo, mientras los gnósticos (para
quienes toda la materia es negativa) negaban el matrimonio, Clemente lo
defendía (al menos como una suerte de “mal necesario”) destacando que Pedro
estaba casado, y también Pablo y Felipe… El dualismo neoplatónico tuvo
presencia importante en la espiritualidad católica hasta fines del s. XIX y,
cada tanto, persiste en regresar; el individualismo, sin duda, es propio de
ellos. Especialmente en estos tiempos en los que el gnosticismo (new age, por
ejemplo, y ciertas corrientes, también dentro de la Iglesia) está vigente, el
neoplatonismo también tiene su presencia. Un tema característico en América
Latina es la insistencia de que “hay una sola historia”, no dos (la historia
profana y la historia sagrada), pero esa “historia sagrada” se resiste a la
desaparición, dualismo mediante.
Es interesante que el “Renacimiento” quiso
volver a los orígenes (nacimiento), esto es el helenismo, y por eso se
caracterizó por el resurgimiento del neoplatonismo como superador de la “edad oscura”,
que había (habría) sido el Medioevo… así se dio espacio a la modernidad que,más tarde, entra en crisis con los “maestros de la sospecha”… y que da paso a lo que – todavía
hoy, al menos – llamamos “posmodernidad…
2.- Individualismo es una mirada totalmente
vigente, y en la que el “intimismo” y el “espiritualismo” no son ajenos. En
ciertos grupos eclesiásticos predominan los textos ¡y cantos!, en “primera persona
del singular”: “me has mirado a los ojos… mi nombre”, “espíritu se mueve en mí…”,
“ven a mi vida” … Ha desaparecido el “nosotros” de la comunidad, de la Iglesia
pueblo de Dios. Se exaltan las “adoraciones eucarísticas”, en las que, por
cierto, no hay mesa, no hay comida, no hay peregrinación sino “Jesús y yo” … Y
esto se expresa también en la política (“¡viva MI libertad…!”), en la economía
(meritocracia y emprendedurismo). No deja de ser interesante que los muchos
salmos, originalmente en primera persona del singular se incorporan al canon
bíblico cuando conforman una suerte de “cancionero de un pueblo” y lo
individual se refleja en un “yo = pueblo”. El triunfo del individualismo en la
espiritualidad y pastoral eclesiástica no debería descuidarse a la hora de un análisis
de situación.
3.- La pereza es un “vicio” capital; no se trata de pecados, sino situaciones vitales que nos dejan “a la puerta”. Es fácil de entender en el caso de la envidia: al ver los logros de otra persona, la envidia puede servir para esforzarnos y superarnos para alcanzar eso mismo, o también para buscar su eliminación. En un caso es una “sana envidia”, en el otro, se dio el paso al pecado, se “traspasó la puerta”. Pero la pereza no tiene una variante constructiva: “me da pereza levantarme” y quedamos en el suelo. La pereza nos lleva a no leer, no estudiar, no investigar… y conformarnos (perezosamente) en un simple volante (= flyer), un TicToc o cosas menores. Y, entonces, repetimos sin informarnos lo que “está establecido” que digamos, lo que “me” agrada.
Así triunfa lo afectivo por sobre la razón,
y, más aún, el arrebato (positivo o negativo, como el gozo o el odio / miedo)
que tienen que ver con la pereza y con el individualismo.
No pretendo dar recetas, pero sí creo que es
sensato elegir la razón por sobre el algoritmo, la comunidad por sobre el individualismo
y una mirada integradora por sobre el espiritualismo (que, por definición, es
individualista). No pretendo triunfos ni rating, simplemente compartir entre
tantos la sensación militante de caminar las huellas de un Nazareno, que
fracasó, fue asesinado y abandonado por sus amigas y amigos (mucho más estos
que aquellas, debemos reconocerlo), pero que un día, su papá / mamá Dios le y
nos dijo “¡es por acá!”
Imagen tomada de https://itemadrid.net/dualismo-y-psicologia/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Cualquiera puede comentar y no será eliminado, aunque no este de acuerdo con lo dicho, siempre que sea respetuoso (caso contrario, será borrado). Pero habitualmente no responderé los comentarios, ni unos ni otros, para no transformar este blog en un foro. De todos modos, podrán expresar su opinión.