Abrazando a Horacio… y a Liliana
Eduardo de la Serna
Mi primer encuentro con Horacio fue en el 2014
a raíz de los actos que organizamos los curas OPP en la Biblioteca nacional con
motivo de los 40 años del martirio de Carlos Mugica. No solamente nos cedió
rápida y generosamente el espacio, sino que él mismo se hizo presente para una
breve presentación de la figura de Carlos.
Bastante tiempo después, ya con la infamia
macrista en el des-gobierno, me invitó a su casa a charlar. También allí saludé
a Liliana a la que ya había conocido en el primer aniversario de El Cohete a la
Luna. Horacio había comprado medialunas e íbamos a empezar los mates, con una
previa ironía de Horacio sobre la cocina y la limpieza, cuando nos llegó “de
arriba” (del primer piso) el regaño de Liliana que con nuestras voces no podía
ensayar. Nueva ironía de Horacio mediante, esta vez sobre su (nuestra)
incapacidad de que nuestros – para nosotros – murmullos impedían concentrarse
al oído exquisito de Liliana, nos trasladamos lejos del patio.
La charla fue ecléctica. Decenas de temas
fueron sobrevolados. Sólo recuerdo uno que después me pidió que lo ampliara y,
enviado a su correo, utilizó para un artículo pidiéndome perdón si hubiera “rebajado el sentido profundo de lo que
mandaste”. El
tema había sido la corrupción, y yo le hice un aporte bíblico a partir del
sentido que tiene la levadura en el contexto de la Pascua judía. Él lo
transformó en artículo, sesudo y profundo en La tecl@ Eñe (agosto de 2018). La
impresión que quisiera compartir es haber estado ante una persona que
escuchaba; una enorme persona que escuchaba. “Tendré que leer la Biblia”,
volvió a ironizar. Y me hizo sentir como si hubiera sido un “encuentro de
iguales”.
Quedamos en un futuro encuentro (“Te agradezco la conversación que hemos
tenido y espero que se repita”), el cual nunca se concretó. Enterado de
su internación, intenté en vano enviarle saludos, abrazos y oraciones a
Liliana. Hoy, triste por su partida (excelente lo dicho por Hebe, señalo), creo
especialmente que hemos perdido alguien que supo escuchar a todos, todas, todes
y hablar sólo después de haberlo hecho. ¡Gracias, Horacio! Gracias por tu paso
y deberemos concretar ese encuentro. Le diré a Jesús que lo anote en la agenda.
Foto tomada de https://www.puntal.com.ar/horacio-gonzalez/por-un-cuadro-coronavirus-fallecio-el-sociologo-horacio-gonzalez-n141467
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Cualquiera puede comentar y no será eliminado, aunque no este de acuerdo con lo dicho, siempre que sea respetuoso (caso contrario, será borrado). Pero habitualmente no responderé los comentarios, ni unos ni otros, para no transformar este blog en un foro. De todos modos, podrán expresar su opinión.