Cuando los BRICS vienen marchando
Eduardo de la Serna
Hace unos cuantos años, los BRICS se pusieron de moda. Aparecían
allí, casi amenazantes, revelando que el imperio tenía los días contados, O, al
menos, que había vida fuera de los EEUU. Como es sabido, se trata de un
anagrama formado por la primera letra de los países que lo conforman: Brasil,
Rusia, India, China y Sudáfrica. Y los BRICS allí estaban.
Pero “hubo Trump”. Es decir, hubo un pendenciero que repetía al
mundo “fuera de nosotros no hay salvación”. Y, como suele pasar en estas cosas,
hubo holmienses en cantidad (dicen que tal es el gentilicio de Estocolmo), hubo
serviles, que los suele haber siempre, hubo colonizados, hubo de todo. En
realidad, muchos estamos habituados a este tipo de sujetos a los que, en estas
tierras, se suele calificar con otras terminologías: chupamedias, lamebotas,
cepilludos, etc. Sencillamente obsecuentes. Trump volvía a dar la dignidad
olvidada, perdida o simplemente desgastada del Imperio, y a gritarla a quien
quisiera o no escucharla, con desplantes, patoterismo y maleducaciones que
algunos celebraban con algarabía. Soportar el maltrato, o que dejara a uno que
fungía de presidente de una republiqueta, con la mano tendida era casi
celebrado, o a lo sumo con un comprensivo “todos sabemos como es Donald”. Pero
eso no podía durar mucho, y un virus muy, muy chiquitito derrumbó sus aspiraciones
de gigante.
Algunos coletazos todavía están ahí, porque la caída del gigante
suele ser estruendosa (especialmente, porque suele caer encima de los
pequeños). A modo de ejemplo ahí están muchas de sus marionetas, y todavía
quizás emerjan algunas más, pero debilitadas o desacreditadas. Ahí está, por
ejemplo, Bolsonaro, aquel que desarticuló aquello que Lula había mostrado al
mundo y que mereció ser la primera letra del anagrama.
Pero resulta que esos deshilachados BRICS ahí seguían, y hoy son,
¿casualmente? proveedores de vacunas… Rusia, India y China andan por el mundo
diciendo a quien quiera escucharlo “aquí estamos”, y mostrando a todas y todos
que a un virus no se lo combate ni con groserías, ni con misiles sino con
ciencia y vacunas compartidas.
Mientras tanto, acongojados, desarmados y desorientados como Macri
con un libro, ahí están los lacayos del imperio repitiendo como loros: “Pfizer,
Pfizer, Pfizer”.
Foto tomada de https://es.wikipedia.org/wiki/Amazona_aestiva_xanthopteryx
Muchas gracias por la observacion, no lo había observado ni relacionado con los BRICS. Muy bien dicho y mejor escrito. Nuevamente muchs gracias P. Eduardo. Sls. cordiales Dafne.
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