¿El día del cura?
Eduardo de la Serna
La liturgia romana suele celebrar el Jueves Santo, entre
otras cosas, el día de la “institución del sacerdocio”. En cierta manera,
entonces, es su día. aunque también se celebra o el día del cura de Ars, o del
cura Brochero (en Argentina) …
Además, se conmemora un ministerio que tiene diferentes
nombres. No siempre claros:
•
sacerdote, aunque muchos creemos que, por un lado, sólo hay un sacerdote,
Cristo, al decir de la carta a los Hebreos (el único escrito del Nuevo
Testamento que habla del sacerdocio, nada menos).
•
pastor, que es bíblicamente más preciso, aunque no es comprensible en nuestro
presente industrial. Además, fácilmente se presta a la interpretación del
pueblo de Dios como infantilizada, “rebaño”, que lo “siguen”, etc.
•
cura, para algunos es un poco despectiva, aunque viene del término “cuidado”,
es el que tiene la “cura de almas” (por eso se aplicaba especialmente al
párroco, no a todos los “curas”) …
Claro que para entender mejor esto sería bueno pensar qué
constituye al ministro ordenado en tal. El término “sacerdote”, pone al cura,
por ejemplo, en relación al altar. El cura es el que celebra (aunque sea solo),
o el que preside la celebración de la misa. Quizás por esta perspectiva muchos
entraron en la crisis en tiempos de Pandemia sintiendo que su servicio estaba
vacío. El término pastor, pone al cura en relación a una comunidad, su
“rebaño”, aunque – como dije – se preste a una interpretación infantil del
pueblo. El pastor es el que sabe dónde están los alimentos y bebidas (¿sólo
eucarístico?) y el que cuida (= cura), protege al rebaño de los peligros.
aunque sea más bíblica sin duda corre el riesgo de poner al cura por encima de
los demás. Eso mismo suele mostrarse en el término “padre”, que concluye en
evitar la idea de ser “hermanos”, y contra lo que el mismo Jesús en Mateo,
alertó. Quizás la idea del cura encierre el mismo riesgo. Si el cura es la
persona de la palabra (de Dios), corre el riesgo de descuidar que “evangelizar”
es tarea de toda la Iglesia, no solamente de los ministros. El cura es el que
no es laico, pero no puede olvidar que es parte del laos (= pueblo) como
reiteradamente insiste Francisco. Quizá lo principal sea que, allí donde esté,
donde sus capacidades lo llevan a estar, sus posibilidades, el cura es el que
tiene una consagración de servicio de la comunidad que le fue confiada. Es
cierto que esto también puede malinterpretarse (“mi servicio es mandar”, dijo
uno), pero la dedicación a la vida, al bien, a la felicidad del pueblo vista
como una consagración quizás sea lo propio del cura. De lo que hoy, o cuando
fuere, algunos estamos celebrando.
Foto tomada de https://www.stickpng.com/es/img/objetos/libro/biblia-abierta
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Cualquiera puede comentar y no será eliminado, aunque no este de acuerdo con lo dicho, siempre que sea respetuoso (caso contrario, será borrado). Pero habitualmente no responderé los comentarios, ni unos ni otros, para no transformar este blog en un foro. De todos modos, podrán expresar su opinión.