miércoles, 30 de agosto de 2023

Debo confesar que no me molesta tanto que Milei insulte al Papa

Debo confesar que no me molesta tanto que Milei insulte al Papa

Eduardo de la Serna



Con comprensible enojo, o molestia, o dolor hay muchos y muchas que han manifestado razonable preocupación por los dichos de Javier Milei sobre el Papa. Pero, la verdad, a mí no me molesta tanto. Y aclaro:

Los dichos, ocurrieron hace muchos meses, cuando Viviana Canosa era casi la jefa de prensa del libertario. No está de más preguntarse por qué molestan ahora y no ayer. ¿O es que molestan porque es potencialmente presidenciable? Sería extraño.

Escuchar la entrevista completa no es menos extraño. Simplemente ha manifestado una ignorancia supina. Hablar de la “silla de Pedro”, o del Estado Vaticano como “la casa de Dios” no es sino una sorprendente manera de expresarse de algo que ignora. Aunque, en realidad, hablar de que Milei “ignora” es hablar de él mismo, porque manifiesta a todas no-luces su incompetencia.

No solamente debe gritar e insultar (en este caso al Papa) como una manera de evitar cualquier debate o diálogo, sino que nadie intentaría siquiera corregirlo en un error para no recibir a su vez otra catarata. Si, en lugar de decir “sagradas escrituras” dice “excrituras” (y que, además, no parecen “sagradas” para él, lo que está en su derecho, pero no se entiende, entonces, por qué las califica de ese modo), reitera su ignorancia.

Y los usos de dos citas bíblicas, una de Samuel (mal citado) y otra del Evangelio de Lucas merecerían una clara reprobación de un estudiante en cualquier instituto, aun de primera iniciación bíblica.

Por tanto, que ese determinado sujeto se manifieste a los gritos e insultos a toda aquella persona que ejerza la libertad de opinar distinto a lo que él hace, no parece ni respetuoso de la libertad (salvo la propia) ni amigo de sensatez alguna. ¿Debería ofender semejante engendro?

Pero, resulta que ese tal fue votado, ¡muy votado! Y sería sensato preguntarnos por qué lo fue. ¿Qué provocó semejante reconocimiento de gran parte del electorado? ¿Qué causó la aceptación de alguien que ya había dicho lo que dijo? Dichos luego relativizados en clara manifestación de la sensatez del llamado “teorema de Baglini” (por el que se hizo conocido el diputado radical, al afirmar que cuantas más posibilidades de acceso al poder tiene un político más modera este sus palabras). 

Ahora bien… ¿no piensan aquellos escandalizados y escandalizadas decir nada por las ofensas violentas, agresivas y mortales que significan todos los dichos (incluso los reiterados post-PASO) que perjudican a los y las pobres de la tierra? Su famoso slogan “no vine a conducir corderos sino a despertar leones” puede resultar muy dinamizador para quienes se autoperciben felinos, pero no demasiado beneficioso para los millones de corderos. Los débiles, las víctimas de la sociedad, los pobres, los descartados, los marginados, es decir, para aquellos a los que el dicho considera “corderos”, no solamente no parece que se pretendiera ningún tipo de beneficio, sino que, para peor, no tienen otro destino sino el de ser alimento de la manada de leones despiertos. 

En lo personal, me parece que “saltar” a raíz del insulto al Papa se asemeja a un “si a mí no me tocan, no digo nada”. Y, eso, se parece bastante a corporativismo. No me gusta nada, ni un cachito, lo que dijo del Papa, pero son los dichos propios de un ignorante e intolerante. Pero las propuestas, las consecuencias sociales, económicas, de salud, de educación, de política internacional y tantas otras que solo sumirán en más y más pobreza a las víctimas sistemáticas (“corderos”, al decir del que se pretende “jefe de la manada”), eso sí resulta preocupante. Demasiado. Porque el insulto, en realidad, no afecta al insultado; el golpe, en cambio, lastima al destinatario. Duele. Y, si de evangelio hablamos, no parece demasiado “cristiano” permanecer indiferente al dolor de los pobres, pero es – lamentablemente – comprensible la ofensa al pastor.


Foto tomada de https://curiosfera-animales.com/como-cazan-los-leones/

1 comentario:

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