lunes, 29 de febrero de 2016

La ambivalencia del tiempo

La ambivalencia del tiempo

Eduardo de la Serna



Es sabido que los griegos tienen diferentes palabras para referir al “tiempo”. Los ejemplos clásicos, no excluyentes, son los de los términos “kairós” y “jronos” (hay otros términos como “días” [hêmera] o “eras” [aiôn, era, mundo, siempre, siglo] que también se traducen por tiempo en algunas oportunidades, por ejemplo). El kairós es un tiempo establecido, predeterminado, esperado. Así puede entenderse cuando uno acuerda una cita con alguien. La “llegada” de ese tiempo es la concreción del momento esperado. Obviamente en la Biblia se lo cargó de contenido teológico: la llegada del tiempo anunciado y preparado por Dios para su intervención en la historia, por ejemplo, el envío de su Hijo. Por ejemplo, los demonios le gritan a Jesús que ha venido a “atormentarnos antes de tiempo” (kairós; Mt 8,29). Por el contrario, el “jronos” se refiere al tiempo que transcurre, y por tanto está sujeto a medición (crono-metro), así se usa por ejemplo para hablar de que alguien se va “mucho tiempo” (Lc 18,4; 20,9). Es interesante, a modo de paréntesis, que el kairós a veces marca una “era”. La llegada del Enviado de Dios marca un antes y un después, una era antigua y una nueva.

En la vida cotidiana, personal, social o política también hay jronos y kairós. Se espera una determinada fecha en la que algo ocurrirá (una fiesta, un acontecimiento, un encuentro), y a su vez se “cuentan los días” hasta que llegue el “momento esperado”. Esos días que se cuentan pueden vivirse con angustia, tensión, esperanza, alegría, nervios… depende fundamentalmente de aquello que se espera (y – por ocasiones – de cómo será ese acontecimiento).

Todo parece indicar que Macri apostó al kairós del encuentro (y la foto) con el Papa Francisco. Un gobierno caracterizado por desentenderse de los pobres, y gobernar para los ricos (o para los pocos muy ricos) necesitaba una foto de alguien identificado con los pobres. Como utiliza la foto con Margarita Barrientos, por ejemplo. El 27 de febrero era un kairós. E incluso se preparó para ello. Por lo que se dice hubo intentos de mejorar “la foto”: pero no dejaron viajar a Antonia (¡pobre niña sólo parece útil para la foto!), no hubo conferencia de prensa posterior que incluyera a una autoridad vaticana, y en uno más de los gestos que manifiestan la ineptitud del presidente viajó con dos gobernadores peronistas que eran más “propaganda en contra” que a favor: ¡un gobernador del norte, cercano al Opus Dei y una gobernadora del sur, sobrina del cardenal Bertone, eyectado por el Papa de la curia vaticana!

Y todo parece indicar que el kairós devino jronos, y empezó a correr el tiempo. Y muy poco tiempo después el presidente de unos muy pocos argentinos ya estaba afuera. Con declaraciones de ocasión para la prensa.

Tronó Carrió, como era de esperar de su equilibrio, quiso “arreglarla” Marcos Peña y diplomatizar Malcorra. Pero ¡¡¡los 22 minutos!!! fueron 22 minutos. Contaditos uno a uno. Y el kairós se disolvió en el tiempo, ese que devora a sus hijos.


Ahora seremos testigos de la resurrección de Nisman, los disparos de Bonadío y los zócalos de TN para seguir disimulando la inflación, los despidos, el dólar y el acuerdo con los “fondos-vinchuca”, y esperar el nuevo kairós del discurso que mañana Macri LEERÁ ante el Congreso esperando un nuevo pase de magia de Durán Barba. Y, mientras tanto, un kairós puede asomar para el pueblo pobre gestado en la resistencia. Pero, por ahora, de eso se trata: ¡resistir!


Foto del cuadro de Goya, Saturno devorando a su hijo tomada de statveritasblog.blogspot.com

viernes, 26 de febrero de 2016

Carta 1 al Pueblo de Dios

Carta al Pueblo de Dios Nº 1
Grupo de Curas en la Opción por los Pobres
26 de Febrero de 2016

Esta carta periódica dirigida al Pueblo de Dios y el pueblo en general, busca ser un aporte a la lectura de la realidad desde el evangelio y los pobres en estos tiempos de neoliberalismo.



El Evangelio del próximo domingo, tercero de cuaresma, y las demás lecturas nos recuerdan que el Dios de la biblia es un dios que actúa y camina junto a su pueblo en la historia. Este Dios le habló a Moisés para comprometerlo con la liberación de su pueblo oprimido por el faraón. Y también lo alienta, al decirle que su nombre es “Yo soy el que está” con ustedes, garantizándole que no los deja solos. Pablo insiste en que en esa historia no basta con “ser” del grupo, no basta con solo estar bautizado e ir a misa sino que se ha de vivir coherentemente con el proyecto de Dios. Jesús insiste que la presencia de Dios en la historia no significa que Dios castiga o bendice, sino que estamos llamados a dar frutos de conversión. Este Dios que habla en nuestra historia nos grita hoy su palabra, en medio de las opresiones y clamores de nuestro pueblo argentino. Así, les compartimos hermanas y hermanos, lo que vemos en nuestro tiempo

A nivel Internacional

  • El presidente argentino se dirige a Davos, Suiza, convocado por los poderes fácticos de la economía mundial.
  • El gobierno actual se entromete en asuntos internos de un país hermano y soberano como es la república bolivariana de Venezuela.
  • El presidente no participó de la IV cumbre de la Celac (en Ecuador) argumentando problemas de salud que no le habían impedido participar días antes de la reunión en Davos dejando claro cuáles son sus preferencias y cuáles no.
  • Se ha reiterado, desde la campaña electoral y reforzado en boca de la canciller Susana Malcorra el intento de integrarse en la Alianza del trans-Pacífico con todas las consecuencias de sometimiento al capital y a los países poderosos de la misma en detrimento de los pobres. Lo mismo ha de decirse del intento de repensar el ALCA que para muchos sí es “mala palabra”, contra lo que ha afirmado la canciller Malcorra.
  • No se han aclarado las denuncias internacionales que pesan sobre la canciller Malcorra de ocultar casos de abusos sexuales a menores, por parte de soldados de las fuerzas de paz que ella coordinaba, en la República Centroafricana.
  • El superficial comentario del presidente Macri de que la reunión con el primer ministro británico David Cameron fue “una reunión muy linda” tapó claramente la desaparición del doloroso tema “Malvinas” de la agenda gubernamental.
  • Resulta ofensiva la visita a nuestro país del presidente Obama coincidiendo con los actos conmemorativos del 40º aniversario golpe genocida cívico-militar en el día de la memoria.
  • El inminente sometimiento de nuestro pueblo a una nueva, abultada e inmoral deuda externa con los proyectos de derogación de la “Ley cerrojo” y la “Ley de pago soberano” a pedido del juez municipal de New York Thomas Griesa, con la excusa de “insertarnos en el mundo” (sic).



Sobre los Derechos Humanos

  • Nos parece preocupante el vaciamiento de los temas de derechos humanos como se ve en la desarticulación de distintas oficinas y centros en la ex ESMA.
  • El cambio de las autoridades en el imprescindible Archivo de la Memoria.
  • Los numerosos y muy graves casos de represión, comenzando por Cresta Roja, en la Autopista Ricchieri, los municipales en La Plata y Villa Sauze (La Pampa) y hasta el absurdo ataque a una murga de niños en la villa 1-11-14, del bajo Flores y los recientes de Coronel Suárez.
  • El aumento de las balas de goma (y también de plomo), los camiones hidrantes, los francotiradores y fotógrafos, los retenes policiales, el autoritarismo de las fuerzas de seguridad (pidiendo documentos o haciendo bajar de los buses a personas sin causas evidentes y hasta las consultas en viviendas acerca de quiénes habitan) nos parece un autoritarismo muy grave, escudado en la injustificada “emergencia de seguridad” que permite hasta pena de muerte sin juicio previo con la propuesta de “derribo”.
  • El lamentable “protocolo de seguridad” (más allá de que goce de buena prensa), el autoritarismo e incluso la relocalización de los medios de prensa (los que contribuyeron a esclarecer los asesinatos de Kosteki, Santillán y Ferreira, por ejemplo) nos parece un nuevo abuso de autoridad y preludio de una escalada de violencia y, quizás, de nuevos muertos en las calles.
  • La puesta en duda de la cantidad de desaparecidos por parte de Darío Lopérfido, ministro de cultura de la CABA, en sintonía con la inicial “falta de tiempo” del presidente de la nación para recibir a las organizaciones de DDHH (tiempo que prefirió usar para juntarse con los dueños del poder, los empresarios Magnetto y Rocca, entre otros), en línea de coherencia con sus declaraciones previas a ser presidente acerca de los DDHH como un “curro” y la reciente confirmación de “alineamiento con los EEUU en materia de DDHH”. La proximidad del encuentro (ya realizado) de los organismos de DDHH con el presidente Hollande y la probable visita del presidente Obama a la ex ESMA, obligaron al presidente Macri a concertar apuradamente un encuentro con dichos organismos para no quedar desairado ante la prensa mundial. Macri nunca se mostró cercano a los organismos de DDHH y en 8 años de Jefe de Gobierno de la Ciudad de Bs As nunca visitó la ex ESMA.



En lo Social

  • Es gravísima la gran cantidad de despidos realizados de manera compulsiva e  indiscriminada, sin auditorias públicas ni explicaciones convincentes en diversos organismos del Estado nacional, provincial y municipal. El inconsistente argumento es que son “ñoquis” o “militantes". Son personas. A la vez parece no haber un criterio uniforme ni éticamente aceptable ya que el mismo gobierno que impulsa los despidos, designa para un alto cargo estatal a la propia esposa del ministro de Modernizacion, Andres Ibarra, responsable del recorte del Estado, a la hermana de la reina de Holanda o a una parienta de la vicepresidenta, por ejemplo.
  • En este mismo sentido fue muy importante la participación en la marcha convocada por el gremio ATE contra los despidos. Ya no resulta curioso que una movilización de cerca de 50.000 personas sea totalmente silenciada por la prensa hegemónica.
  • Es preocupante, por ejemplo, que al ingresar a diferentes organismos del Estado, como es el caso de los Cepla (Centros de prevención en la lucha contra las adicciones) se les pregunte a los colaboradores a qué organización pertenecen. Esto es persecución ideológica.
  • La baja de los salarios es notable a partir del aumento de los precios, la quita de los subsidios en electricidad y combustible. Ambos elementos juntos crean la explosiva mezcla de trabajadores tratados como “mano de obra barata”, y de “ley de la selva” que ya hemos vivido.
  • En este contexto resulta preocupante el silencio de numerosos Sindicatos quienes debieran defender a los trabajadores, y en más de una ocasión parecen defender su propia “caja” aprovechando las “obras sociales”. Algo que también hemos vivido.
  • En este marco, la discusión de las Paritarias – que está llegando tarde, porque los aumentos ya han ocurrido – recibe los sugerentes “pedidos” de que tengan un techo que no supere el 25% cuando muchas consultoras (que antes eran endiosadas) anuncian una inflación mucho más alta.
  • Las idas y vueltas, la vergonzosa “marcha atrás” en la propuesta de un aumento del 40% poniendo el 25% como “techo” a la paritaria docente, las amenazas a las familias de sindicalistas y el envío de policías de civil a espiar resulta no solo preocupante (y una mentira con respecto a lo anunciado y prometido como “cambio”) sino una confirmación tácita de la gravedad de la inflación actual.
  • El desmantelamiento del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable, dando por terminadas las funciones de un programa que disminuye la morbimortalidad materno-infantil; promueve la salud sexual en los adolescentes; contribuye a la prevención y detección precoz de enfermedades de transmisión sexual, patología genital y mamaria; garantiza el acceso a la información, orientación, métodos y prestaciones referidas a la salud sexual y procreación responsable.
  • El aumento electricidad (no menos de un 200 %), que en estos días comenzará a llegar a los hogares es una expresión evidente de una política guiada por las supuestas leyes de la economía y no una economía puesta al servicio de “la gente”. A este aumento ya producido ha de añadirse el inminente aumento del gas y del transporte Los pequeños productores de nuestras comunidades rurales temen que estos aumentos, los quiebren indefectiblemente.
  • Los beneficios al siempre insaciable sector agroexportador no conforme con el aumento del dólar y la quita de retenciones (algo que lamentamos, como también la quita de retenciones al sector minero) se hicieron ante la promesa – no demasiado concretada – de inyección de dinero “fresco” fruto de las exportaciones. No es la primera vez que el capital “contesta con el bolsillo”, o, más precisamente, el capital oligarca agroexportador contesta con el grano esperando un dólar más alto en los silobolsas.
  • El Hospital del Cruce Varela, Néstor Kirchner ha sido en este tiempo un lujo y un orgullo para la zona sur del Conurbano. Es incomprensible por lo tanto – que se hayan dejado cesantes sus autoridades.
  • La clausura del Vivero Municipal de Quilmes, donde colaboraban personas con discapacidad, muestra (como la expulsión – luego corregida – en el Senado de la Nación) el criterio economicista que guía la administración.
  • La injusta encarcelación de la presa política Milagro Sala, que cumple un mes de detención, no sólo ha suscitado las críticas de decenas de personas – incluso cercanas al gobierno PRO – sino de personalidades del exterior. El reciente regalo de un rosario por parte del Papa es un evidente indicio de preocupación del pontífice que el gobierno se niega a ver en nombre de la supuesta independencia del poder judicial. Los reiterados gestos de acercamiento del presidente Macri y el gobernador Morales en las últimas semanas dicen exactamente lo contrario.
  • El argumento de la Lucha contra la droga, que siempre tiene “buena prensa”, ha demostrado su fracaso en el mundo entero, y el Papa lo acaba de repetir precisamente en su visita a México. Sin dudas “el narco” no puede funcionar sin buenos y aceitados mecanismos de “lavado de dinero”. La Unidad de Información financiera no puede tener a su cargo personas que están sospechadas precisamente de eso porque, como se ha dicho, es “poner al zorro a cuidar el gallinero”. El intencional incendio en Iron Mountain, sigue sin ser aclarado ni investigado, y parece un escalón más en ese “ascenso de los zorros”, precisamente.
  • La frase de la vicepresidenta  “Basta de industrias… el modelo es India” mostrando el intento de conformar un país agroexportador de materias primas y de servicios resulta una buena síntesis del modelo socio-político-económico que propone este gobierno.
  • Los empleados echados en estos 2 meses de gobierno son más de 50.000, no son solo empleados o contratados del sector público (injusta y falsamente calificados de ñoquis, militantes o de “aguantadero”) sino también del sector privado en el cual se suman las suspensiones por disminución de la producción ante la caída en picada del mercado interno.
  • La virtual precarización y flexibilización de los empleados rurales, con la vuelta del Renatre (Registro nacional de trabajadores rurales y estibadores), en las manos de la Uatre (Unión argentina de trabajadores rurales y estibadores) del Momo Venegas, obsecuente con la oligarquía agroexportadora, lejos de defender a sus compañeros, encubre y disimula el trabajo rural esclavo e infantil, que el Renatea había empezado a perseguir y desmantelar.
  • Los enormes beneficios que las cadenas supermercadistas están recibiendo con el desmantelamiento de los controles de precios y la eliminación del plan “precios cuidados”, mientras que a los productores locales y regionales se les paga 10 veces menos en el mejor de los casos (ej. productores de peras en Río Negro cobran $2 el kilo mientras en las góndolas se venden a $26).
  • La amenaza a la libertad de expresión y al derecho a la información, que significa el actual apagón informativo, con el que se proscribe la memoria y la resistencia del proyecto nacional y popular (como en el 55 se prohibía nombrar a Perón) como resultado de haber pasado de la "cadena del odio y del desánimo" a la "cadena cínica de la alegría" y del “ceder la palabra” (campaña propagandística de la RTA) a quienes nunca la soltaron y siempre la impusieron por golpes de estado, de mercado y/o mediático, con la enorme cantidad de medios monopolizados en pocas manos.
  • La anulación de planes sociales con la excusa de corrupción. De ser así no se comprende por qué no se los mejora. Todo indica que lo que se quiere evitar no es la corrupción sino los planes sociales (como es el caso de Qunita o de “Argentina sonríe, por ejemplo). El Plan Qunita de acompañamiento para la madre y el recién nacido es un factor protector para la muerte súbita del lactante, y reduce la morbimortalidad materno-infantil, pues para recibirlo era necesario realizar los controles básicos del embarazo (este proyecto se utiliza en Finlandia desde 1983, siendo hoy el país con la mortalidad infantil más baja del mundo).


En el terreno Judicial

  • Es lamentable el intento de nombramiento “en comisión” de dos personajes en la Corte Suprema de Justicia, y creemos que el sólo hecho de que ambos miembros hubieran aceptado ese nombramiento ya los invalida para el cargo. El intento del Presidente de la corte de tomarles juramento no hace sino agravar las sospechas de complicidad entre algunos estamentos del Poder Judicial y el Poder Ejecutivo.
  • El sistemático hostigamiento a la Procuradora general de la Nación Alejandra Gils Carbó, y los recortes de funciones y dinero manifiestan claramente el avance contra un poder judicial que no les es funcional.
  • La Oficina anticorrupción, que debería ser transparente vio modificada la conformación ya que la candidata propuesta - nombrada por decreto - no es abogada (dato preocupante, ya que se trata de un oficio que requiere profesionalidad, además de buenas intenciones). Además, la evidente relación de la ex diputada Laura Alonso con los “fondos buitre” de Paul Singer nos parece que debería inhabilitarla para ese y otros cargos.
  • La sombra permanente de la todavía no aclarada oficialmente muerte del ex fiscal Nisman parece querer ponerse constantemente como amenaza contra el gobierno anterior. Algunos miembros del Poder Judicial (fiscales y jueces) no parecen interesados en la aclaración de la muerte sino en direccionar la investigación hacia un supuesto “culpable” ya preestablecido. La intención de direccionar la investigación, no en búsqueda de la verdad sino para acusar al anterior gobierno, resulta demasiado grotesca y evidente. En este sentido, nos resulta preocupante el regreso del ex espía Jaime Stiusso cuando se ha cambiado de organismo encargado las escuchas judiciales.



En el terreno político:

  • La abundancia y abuso de los Decretos de Necesidad y Urgencia, sin fundamentarlos en una real necesidad y menos aún urgencia nos parece autoritario. Y nos parece aberrante jurídicamente que un simple y caprichoso DNU pueda derogar o anular una ley que fue votada por la mayoría de ambas cámaras de “representantes”.
  • El Congreso de la Nación es el responsable de dictar leyes (poder legislativo, precisamente). Que no sea convocado mientras se dictan DNU es una expresión autoritaria. En este sentido gobernar por decretos y buscando ciertas complicidades judiciales no tiene nada de democrático, valor supremo que se caracteriza, precisamente, por la división de poderes y su independencia.
  • La derogación por decreto de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y la intervención del AFSCA no solamente resulta un acto autoritario, sino también un silenciamiento de las voces necesarias para que la ciudadanía conforme su propio criterio independiente y libre (como los expulsados de diversas radios y canales de TV lo demuestran… ¿se tratará de devolución de favores?). Es sabido que esta independencia es difícil ante la hegemonía que demuestran algunas “voces” que en cadena nacional imponen un “discurso único” y luego son recompensados económicamente con lujosos departamentos en el extranjero.
  • Otro ejemplo de esto es la transmisión de “Futbol para todos” en las que nuevamente se beneficia económicamente a los mismos, los grupos económicos más poderosos, precisamente los que nunca han hecho suya la voz de los pobres o las víctimas del modelo neoliberal, por el contrario han brindado su apoyo a su candidato y exasperado a la sociedad contra el anterior gobierno.
  • Ya hemos señalado la falsedad del discurso que propone “Pobreza cero”, algo que es un buen slogan con buena prensa, pero no existe en ningún país del mundo. Lo que sin duda vemos es que con todas las políticas sociales y económicas que se están aplicando la pobreza crece a un ritmo vertiginoso, muy por el contrario de descender.



Los ídolos matan, y los que siguen a los ídolos siguen esas huellas. Los que siguen a los ídolos no caminan en las huellas del Dios “que está”, los que creen estar salvados por comulgar o estar bautizados deben “huir de la idolatría”, los seguidores de Jesús deben dar frutos de “derecho y justicia” en medio de su pueblo y la historia.

Como discípulos de Jesús no podemos callar. Hemos escuchado con un oído en el Evangelio y otro en el corazón del pueblo y no dudamos en afirmar que la voz de Dios nos invita a transitar otros caminos. Caminos de vida, caminos en los que los pobres estén en el centro. Transcurridos poco más de dos meses de este gobierno legal, pero de gestos perversos, no dudamos en pedir “en nombre de Dios y de este sufrido pueblo cuyos lamentos suben hacia el cielo” ¡modifiquen el modelo! Con el Papa Francisco gritamos: ¡Este modelo mata!

Busquemos juntos y con alegría auténtica, caminos de vida y de esperanza.


Dibujo tomado de blogs.periodistadigital.com 


jueves, 25 de febrero de 2016

¡Socorro! ¡He sido abducido!

¡Socorro! He sido abducido

Eduardo de la Serna




 ¿Hay alguien que me escuche? ¿Alguien en el planeta? ¡¡¡Socorrooooo!!!

Creo estar en un planeta inexistente, o quizás haber sido abducido (¿así se dice?), o quizás estar desconectado de la realidad. ¿No hay quien me escuche? ¿Nadie que me pueda rescatar?

Ayer fui llevado por un grupo de curas a lo que decían sería una marcha. Allí estuve, y vi lo que parecía ser gente. Mucha gente. Y ruidos: cantos, estruendo, bombos, pólvora… Calles cortadas, banderas y pancartas. Gente que parecía hablar o cantar, encontrarse con mates o tereré, si hasta me pareció haber visto algún policía y helicópteros… Me decían que era una marcha en protesta por los despidos y hasta desde un bus alguien gritó “¡vayan a trabajar, vagos!”, lo cual me resultó incomprensible. Seguimos caminando bajo el sol y había cada vez más gente. O – debo confesar mi alucinación – eso me pareció ver. Y banderas multicolores, de grupos de izquierda (eso decían, quizás alucinados ellos también, porque algunos creemos que contribuyeron al triunfo del gobierno) algún olor fuerte, no sólo a pólvora, y gente. Más y más gente. Y la catedral cerrada. Las puertas de la misericordia clausuradas.


Todo me invita a pensar: ¡no es posible! Debo haber alucinado, o haber sido llevado a un mundo virtual. No es posible que en el año Santo de la Misericordia las puertas de la Catedral estén cerradas. Sería casi tan absurdo como pensar que cuando se persigue y reprime gente las antiguas puertas del asilo y la protección lo estuvieran… El Papa abre puertas ¿y la Iglesia porteña las cierra? ¡Jamás!


Sería tan absurdo como imaginar cosas ridículas del estilo de que el presidente del bloque de senadores de un partido que votó contra los fondos buitres hoy los aplauda, o que los migrantes en los EEUU, detestados y denigrados (perdón a los “negros” por la utilización del término) por Donald Trump ayer lo hayan votado… Casi tan, pero tan incomprensible como el “síndrome de Estocolmo”.

La mejor prueba de que me han llevado a vivir un mundo de ficción es que leyendo hoy los diarios Clarín y La Nación no se habla ni siquiera en un renglón de la supuesta marcha de ayer. Es evidente que no ha de haber ocurrido. ¿Cómo podrían los Medios de comunicación no comunicar que hubo una marcha con 50.000 personas en la calle? ¡¡¡Es imposible!!!


Por tanto creo que estoy secuestrado, y no sé dónde, no sé por quiénes, no sé por qué… No ha de haber decenas de miles de personas sin trabajo, no ha de haber un protocolo de Seguridad, no ha de haber un modelo económico para los poderosos que se desentiende de los pobres.

Por favor, si alguien puede leer esto, le pido que me busque y trate de encontrarme… No tengo recompensa para pagar. Ayer una amiga quiso verme y prendió TN y cuando dijeron que la marcha era multitudinaria cortaron la señal. Obviamente los secuestradores quieren crear un clima contrario a la revolución de la alegría, a los bailes y los globos… El enemigo parece poderoso, pero afortunadamente – al menos por ahora – los Medios de Comunicación no se han dejado atrapar por la mentira y el desaliento. Tampoco la Iglesia. Todavía tenemos esperanza aunque algunos hayamos sido llevados a vivir y ver un mundo inexistente. ¡¡¡La verdad triunfará!!!








Las fotos me fueron enviadas por internet, desconozco los fotógrafos, pero seguramente, como se dice en la nota han de ser trucos fotográficos

martes, 23 de febrero de 2016

Comentario cuaresma 3C

“Dar frutos para el Reino”

Tercer domingo de Cuaresma [28 de febrero]

Eduardo de la Serna





Lectura del libro del Éxodo     3, 1-8a. 13-15


Resumen: Moisés se encuentra con Dios que le revela su misión y su propio nombre para que sepa que lo acompaña en el camino de la historia.

El texto de la así llamada “vocación de Moisés” o también de la “revelación del nombre de Dios” es una unidad muy extensa en el libro del Éxodo. Comienza en 2,23-25 donde se informa al lector la muerte del faraón que oprime a los israelitas y finaliza con la comunicación a Moisés de este hecho (4,19). Dentro de esta unidad, una sub-unidad nos informa que Moisés sale de casa de Jetró, su suegro para llevar el ganado (3,1) y finaliza con el regreso al hogar (4,18). Toda esta sub-unidad es un largo diálogo entre Moisés y Dios que comienza con un encargo (3,10) y es desarrollado con preguntas de Moisés (3,11.13; 4,1.10.13) y respuestas de Dios (3,12.14; 4,2.11.14). En el diálogo, ante la magnitud del envío, Moisés presenta objeciones que son respondidas por Dios, hasta finalmente molestarse (4,14).


Toda esta unidad puede mostrarse como un conflicto entre el faraón divinizado y Yahvé. El faraón atenta contra las promesas de Dios (descendencia, tierra) mientras Dios lo confronta (y vence). Así cada uno tendrá sus representantes (el faraón a los magos, Yahvé a Moisés) y cada uno un territorio donde desplegar su poder (el faraón en Egipto, Yahvé será adorado “en este monte” y su pueblo que deja de servir a faraón, servirá a Yahvé en la tierra “que mana leche y miel”).

El texto presenta una serie de repeticiones, o frases inconclusas que la antigua teoría documentaria atribuía a documentos Yahvista y Elohista, o incluso con añadidos Sacerdotales y/o Deuteronomistas. Aunque hoy no parece necesario recurrir a tales documentos, sí podemos pensar en tradiciones antiguas.

El relato comienza (no está en la unidad litúrgica) con la determinación de Dios de intervenir en favor de su pueblo. El clamor y los gritos de dolor de los israelitas esclavizados por el faraón llegan a oídos de Dios que “recordó su alianza”. Esta alianza es con personajes concretos de la historia: Abraham, Isaac, Jacob. Para la Biblia, ante una situación de sufrimiento, pobreza y opresión causada por terceros, el pariente más cercano debe salir en su favor; pero si no lo tuviera, Dios mismo sale como garante (Lev 25,25.47-55; a esta institución se la conoce como el goel). Dios oyó, y miró y se acordó. Los clamores del pueblo “suben” hasta Dios (2,23) y esto motivará que Dios “descienda” (3,8). La referencia a los Patriarcas da continuidad a todo lo anterior y viene a dar cumplimiento a la línea histórica; en la visión y diálogo se volverá sobre esto.

Ocupándose de los rebaños de su suegro, Moisés va más allá de las fronteras y llega hasta un monte. Este monte es calificado de “montaña de Dios”, sea porque ya era un santuario tradicional, sea por lo que acontecerá a continuación, o por lo que ocurrirá en el futuro. Y se aclara que se trata del Horeb. Aunque es posible que se trate de montes originariamente distintos, la tradición lo ha identificado con el Sinaí. Horeb parece el nombre que recibe en las tradiciones originadas en el norte (= Israel). En este contexto, un “mensajero” (mala’k) de Yahvé se le aparece. Esta imagen del “ángel” es característica de muchos relatos antiguos como una manera de aludir al mismo Dios (ver Dt 4,15). La “angelología” será más tardía en Israel (Tobías, Daniel, por ejemplo). De hecho el “ángel” es visto, pero el que habla es Dios mismo, que es quién empezará el diálogo con Moisés lo cual será lo central en toda la unidad. De hecho, lo que Moisés ve es una “llama de fuego”; el fuego con frecuencia refiere a Dios mismo (Gen 15,17; Ex 13,21; Jue 13,20; Sal 50,3; 97,3; Is 29,6 y por contraste en 1 Re 19,12). La narración presentará una escena que simplemente prepara el extenso diálogo, y que por otra parte anticipa la futura alianza que se sellará en el mismo lugar (Dt 5,2) y allí le habló a su pueblo “cara a cara en medio del fuego” (Dt 5,4).

Lo que Moisés ve es ese fuego que sale de en medio de una zarza. Lo extraño es que la zarza no se consume y Moisés quiere ver. Es posible que se intente un juego de palabras en hebreo entre zarza y Sinaí, pero no es seguro (especialmente porque se habla de Horeb; zarza en hebreo es seneh, casi las mismas consonantes). La zarza es tan insignificante que este término sólo vuelve a encontrarse en la Biblia hebrea sólo una vez más (Dt 13,16). Como arbusto es banal y es desde allí que Dios llama a Moisés. Puesto que allí está Dios, ese lugar insignificante pasa a ser “lugar santo” (v.5). Por tanto, Moisés ha de descalzarse, puesto que las sandalias han estado en contacto con “lo profano” (Jos 5,15).

Las sandalias son signo de camino, por eso la Pascua se debe comer con las sandalias puestas (Ex 12,11), y es propio del esclavo sacar las sandalias de los pies al patrón cuando vuelve para ya estar en la casa y no salir. Lo sagrado y lo profano no deben juntarse nunca.

Por otro lado, Moisés se tapa el rostro porque “teme” ver a Dios. Dios no puede ser visto (por eso es habitual “caer rostro en tierra”; ver Ex 33,20). Y Dios mismo se le “presenta” a Moisés identificándose con el “Dios de los padres”. Se ha dicho, y es probable, que en la progresiva revelación de Dios se comienza con el Dios “de mi padre” (el ejemplo parece insinuarse en Gen 31,42 donde se habla del “Dios de Abraham y el Terrible de Isaac” como si fueran nombres distintos). Con el tiempo la concepción tribal deja lugar a aludirse luego al “Dios de mis padres”. En este caso, estaríamos en el momento en que se da paso a una nueva comprensión de Dios, presentado como Yahvé, como veremos.

Después de presentados los personajes, va a comenzar el diálogo. La liturgia alude solo a dos de las cuatro etapas que indicamos más arriba. Nos encontramos con dos palabras de Dios, a las que Moisés presenta su objeción y Dios responde con una señal.

Nuevamente Dios se presenta como el Dios que escucha los gritos de dolor de su pueblo. Se presenta con tres verbos que marcan un creciente compromiso de Dios con los israelitas: vi, escuché, conozco (v.7) Y entonces, afirma que “ha bajado”. Pero es evidente que esta “bajada” de Dios se refiere al llamado de Moisés (Gn 11,5.7; 18,21) y esto supone nuevos verbos de acción: liberar, conducir.

La dirección de estos verbos es una nueva tierra distinta de Egipto. Para lo que se deberán desalojar a los ocupantes (la lista – como ocurrió en la primera lectura de la semana pasada - está omitida; aquí se señalan 6 pueblos, allí llegaba a 10). Reiterando la idea del clamor que Dios escucha el texto llega a su climax en esta parte: “Ve, yo te envío a Faraón para que saques a mi pueblo, los hijos de Israel”. Y – como es habitual en otros textos - el enviado manifiesta una objeción (la primera de este largo relato). ¿Quién soy yo para ir? Un pastor del desierto frente al divinizado faraón. Pero también frente a la objeción es habitual un signo (el término aparece más de una vez en esta unidad; 4,8 [x2].17); y junto con el signo la frase divina: “yo estoy contigo” (v.12; ver todos estos elementos en Jer 1: objeción, v.4; señal, v.9, “yo estoy contigo”, v.8). Sin embargo, el signo dado es problemático:

Los signos habitualmente tienen como intención animar al enviado, fortalecerlo en la duda ante la magnitud del llamado. Al ver el signo, el llamado puede creer y animarse. Sin embargo, este signo es de futuro. Y de un futuro muy distante. Muchos estudiosos han planteado diferentes soluciones al tema; pero en el texto tal como lo tenemos, el signo de futuro no es sino una invitación a Moisés a obrar con confianza, y obedecer. Porque nada lo anima a hacerlo sino confiar en la palabra de Dios. De todos modos, toda está parte está omitida en los textos litúrgicos.

Ante el envío, Moisés presenta una segunda objeción: ¿qué les dirá a los israelitas? ¿Quién lo envía? Es un tema recurrente en la Biblia la referencia a un envío que en realidad no es auténtico (Dt 13; Jer 23,13; ver Dt 18,20). Moisés debe mostrar “credenciales”, mostrar el “nombre” de quien lo envía. Dios parece revelar su nombre y establece una relación directa entre este nombre divino y el modo en que era reconocido en la antigüedad (dios de los padres; tercera vez en la unidad). Es decir, este nombre nuevo, es el mismo Dios antiguo, y “con este nombre quiere ser invocado” en adelante [es importante, de paso, tener en cuenta la centralidad que tiene en los pueblos antiguos el nombre, su sentido, y todo lo que eso implica; bien diferente a nuestro uso actual].

Queda para terminar una referencia al “nombre” de Dios. La frase habitualmente traducida “yo soy el que soy” puede también traducirse o entenderse de diferentes maneras (y se las han propuesto todas). Para comenzar, se está aludiendo a las 4 letras del nombre (recordar que el hebreo se escribe sin vocales) y que puede escribirse “YHVH”. Por ejemplo, el término “Halell-u-Yah” –aleluya- “alaben a Yah(ve)” hace sospechar que la primera vocal debe ser una “a”. Por otra parte, en el nombre se encuentra la raíz “hyh” que es el verbo “ser / estar / existir” (por eso la traducción “soy el que soy”). No debe – ciertamente - entenderse en sentido “metafísico”, en referencia al “ser”, como entiende Tomás de Aquino. Algunos han pensado que Dios se niega a revelar su nombre (soy el que soy, ¿a ti qué te importa quién soy?; al estilo de Gen 32). Fundamentalmente hay 3 grandes lecturas de la frase que es bueno presentar brevemente: “yo soy el que hace ser”, es decir, el creador. Sin embargo, si el término es antiguo, como parece, la alusión a Dios como creador parece anacrónica. Recién en tiempos del exilio (587-537 a.C.) parece empezar a desarrollarse esta idea en Israel. La mayoría de los autores lo relaciona con un enfrentamiento a los ídolos, que en realidad “no existen”. YHVH en cambio existe. “Es”; “es el que es”. Una idea semejante encontramos en Oseas (viejo profeta del Norte, que dice ante la idolatría que “ya no son mi pueblo” y “yo no soy para ustedes el que soy” (Os 1,9). Otros, en cambio, prefieren relacionarlo con la historia (como lo indica el contexto) y la referencia es a ser “el que estoy (con ustedes)”. Dios se revela como el que camina en medio de su pueblo, el del éxodo, y la liberación. Especialmente estas dos últimas posiciones se manifiestan como probables, y quizás no sean opuestas. El Dios que camina en medio de su pueblo, reclama exclusividad. Porque es el que sacó a su pueblo de Egipto y el que se manifiesta en la historia, aunque tantas veces Israel siga otros dioses.




Lectura de la primera carta a los cristianos de Corinto     10, 1-6. 10-12


Resumen: En una homilía mirando el pasado de "nuestros padres" Pablo invita a sus destinatarios a no repetir los pecados de ellos sino a "mantenerse de pie". No se trata de creer que por recibir el bautismo y la eucaristía creamos estar en camino.

El capítulo 10 de la primera carta a los corintios presenta una serie de elementos interesantes, y otros confusos que requieren alguna atención.


La unidad anterior finaliza claramente en 9,27 (una unidad centrada en la libertad / autoridad, 9,1-27). En 10,1 con el vocativo “hermanos” Pablo da comienzo a un nuevo tema (o nuevo apartado). El siguiente vocativo “amados” (10,14) parece marcar un nuevo inicio, pero al comenzar diciendo “por esa razón”, es posible que marque la conclusión. La unidad, entonces, puede ser 10,1-14; o puede tratarse de una unidad en dos partes complementarias, comenzadas con los vocativos (1-13 y 14-22).

Empieza con una “pequeña homilía” (así se la ha llamado; o un “midrash”, el resultado una lectura judía “para el camino” de la vida, derash). Esta lectura apunta ciertamente al presente, como el dicho “para nosotros” (v.6) lo indica claramente, “para aviso de los que hemos llegado a la plenitud de los tiempos” (v.11). Ciertamente la clave de la unidad estará en descubrir qué es lo que quiere “avisar”. Luego de la referencia a lo ocurrido a “nuestros padres” (lo cual ayuda a entender que Pablo se ve a sí mismo y a sus comunidades como “judíos”) Luego de presentado lo ocurrido viene la explicación: “para qué” (v.6). En v.11 repite la idea de v.6 sacando la conclusión. Veamos estas partes:

La “homilía” empieza con “no quiero que ignoren” (término que repite en 12,1 y también utiliza en Rom 1,13; 11,25); es una doble negación que permite el comienzo de un nuevo desarrollo; la homilía, en este caso.

La referencia a lo ocurrido en el éxodo hablando de “nuestros padres” – como dijimos - muestra que Pablo entiende que los seguidores de Jesús, circuncidados o no, son judíos verdaderamente. No que hable de un “verdadero Israel” como diciendo que el otro es “falso”, como frecuentes antisemitismos lo sostienen. Pablo se sabe judío, antes y después de Damasco. Y sabe que los paganos que aceptan la fe, se incorporan a Israel, como una rama silvestre es injertada en un olivo (Rom 11,17-24). De hecho el término “cristianos” no parece existir en tiempos de Pablo. “Nuestros padres” son los padres fundadores de Israel. La nube y el mar son indudablemente el paso del Mar Rojo tal como está narrado en los textos bíblicos y las tradiciones judías. Pero la novedad viene dada en los términos “bautismo” y “alimento espiritual y bebida espiritual”. La lectura es sin dudas retrospectiva. Nadie hubiera llamado “bautismo” al paso del mal (especialmente porque no fueron “sumergidos, que eso significa… “baptizein” es sumergir), y tampoco “espiritual” al maná o al agua de la roca. La clave está – como dijimos y repetiremos en seguida - en el midrash, en el “para nosotros”. Son muy interesantes e importantes para una mejor comprensión de la “homilía” las tradiciones judías y re-lecturas de estos textos, pero no es el caso destacarlas aquí. Basta con las referencias de los mismos textos bíblicos del maná como “pan del cielo” (Ex 16,4; Neh 9,15 (ver v.20); Sal 105,40-41; “manjar de ángeles”, acota Sab 16,20). Es en ese sentido, de las tradiciones post-bíblicas que ha de entenderse la imagen de una roca que los seguía. Un texto conocido como el Pseudo-Filón dice: “Por cuarenta años dejó a su pueblo en el desierto… y le proporcionó un agua que los acompañaba”; una relectura judía (llamada Targum) canta algo semejante aludiendo a un río que camina junto al pueblo en las distintas etapas del desierto (Targum Onkelos, Números 21,16-20). La relectura paulina dice que “la roca era Cristo”, precisamente por el midrash y el “para nosotros” al que en seguida hará referencia. [no hay que hacer aquí ninguna lectura extraña de la idea de la roca, como pensar en el supuesto conflicto de Pablo con Pedro (“piedra / roca”) que sería anacrónico].

Siendo que la lectura está hablándonos a “nosotros”, y que Pablo ha utilizado los términos “bautismo” y “espiritual” aplicado al alimento y la bebida, ciertamente no podemos sino entender que se está haciendo alusión al bautismo y la eucaristía cristianos, como en seguida veremos. Pero el tema no finaliza aquí, estos “padres” que tuvieron estos dones divinos, “la mayoría” no fueron del agrado de Dios. Y sus muertes en el desierto son “prueba” de ello. Esta referencia a la enfermedad o la muerte como “castigo” (o abandono de parte) de Dios es frecuente en la Biblia, y en un contexto idéntico a este lo volvemos a encontrar en el siguiente capítulo (11,30) como diremos más adelante. Ahora sí, al aludir a los que no fueron del agrado de Dios a pesar de tener sus dones, Pablo puede terminar la referencia al pasado para empezar a hablar del presente. De todos modos, volverá a insistir en el “ellos” y el “nosotros” en los versículos siguientes, aunque ya claramente en “presente”.

La palabra que parece la clave para comprender toda la unidad la encontramos en v.6 (y se repite en v.11): estas cosas ocurrieron “en figura” (typos), son “modélicas” (typikos). El término “tipos” es poco usado en el NT (Rom 5,14; 6,17; Fil 3,17; 1 Tes 1,7; 1 Cor 10,6.11 y – fuera de Pablo - en Jn  20,25 (x2); Hch x3, Heb 8,5; 1 Pe 5,13; 2 Tes 3,9; 1 Tim 4,12; Ti 2,7; y es usado 2 veces en la traducción griega de la Biblia hebrea, en Ex [texto citado por Hebreos] y en Am y 2 en los libros propiamente griegos de 3 y 4  Mac). Puede traducirse como marca (Jn 20), huella, modelo. En este caso, se refiere a que lo que ocurrió a los padres en el éxodo es “modelo”, es como una suerte de “borrador” de lo que ahora “nos” ocurre. Por eso retomará la idea de “los padres” pero ahora estableciendo un claro puente con “nosotros”, poniendo una serie de ejemplos (la mayor parte de ellos están extrañamente omitidos en el texto litúrgico) [vv.6b-10].

El esquema de esta parte es simple: “no hagamos tal cosa, como ellos hicieron tal cosa” (no codiciemos, no forniquemos, no tentemos) y también “no hagan” (Pablo no usa la primera persona sino la segunda): no se hagan idólatras, no murmuren. En algunos de estos “ejemplos” (modelos negativos a evitar) aclara las consecuencias: “cayeron” (v.8), “perecieron” por serpientes (v.9), “perecieron” por el exterminador (v.10). Como se ve, en estos tres casos se alude a lo ya señalado en v.5: “sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto” (alusión a Nu 14,16). Por tanto, el esquema: “no codiciemos como codiciaron” sirve para entender qué es lo que desagradó a Dios e hicieron los padres. Ese es el (anti) modelo que se dirige “a nosotros”. Sin embargo, hay uno de ellos que no tiene su segunda parte (y está en segunda persona del plural, no en primera, como dijimos): “no se hagan idólatras” (v.7). Acá acota: “como algunos de ellos” y lo ejemplifica con una cita expresa de la Escritura. Como es obvio – por el contexto histórico del éxodo al que está haciendo referencia - aludirá a la idolatría de los padres en el desierto, el llamado “becerro de oro”, pero sin aludir ni al culto, ni a la imagen, ni al becerro… lo llamativo es que alude a que el pueblo “se sentó a comer, beber y divertirse”. Sin dudas, la referencia a comida y bebida no puede desligarse de la “comida y bebida espiritual” a la que ha hecho alusión. A continuación Pablo volverá sobre este tema (vv.15-22) aludiendo a la comida y la bebida eucarística y la comida y bebida con los ídolos [es importante – para entender mejor esto - que la clásica referencia bíblica a los ídolos es traducida en el mundo judío griego, ya más claramente monoteísta, como “demonios”; un buen ejemplo es la traducción al griego del Salmo 95,5: donde el hebreo decía “los dioses de los pueblos son insignificancia” se traduce “son demonios”]. Evidentemente continúa la misma temática; pero veamos más profundamente esta unidad, porque todavía hay más.

Vuelve a repetir que estas cosas sucedían de modo “typikos”, un aviso para los que hemos “llegado a la plenitud de los tiempos”. Para Pablo, con la resurrección de Jesús han comenzado los tiempos finales, hemos llegado a la meta y esto implica un cambio absoluto, una “nueva creación” (2 Cor 5,17 ya que Adán es (anti) tipos). Ya estamos en la era definitiva, plena (se ha colmado “el tiempo”); se ha dado la plenitud de los dones esperados expresados en el don por excelencia, el espíritu (recordar el alimento y la bebida “espiritual”). Y esto supone un modo de vida (los estudiosos hablan de la tensión entre el indicativo  y el imperativo, en este caso: “está de pie… no caiga” como una característica de la “moral” paulina. El que estima estar de pie, no murmure, no codicie, no tiente… Pero todo esto parece concentrado en un imperativo fundamental: “huyan de la idolatría”.

Nuevamente la referencia a la idolatría está en segunda persona del plural; Pablo se sabe excluido de este tema, pero sabe que no así los corintios [recordar que el contexto en la carta (1 Cor 8-10) es el de la carne ofrecida a los ídolos y la posibilidad o no de comerla sin caer en idolatría].

Es interesante el verbo “huir”. Pablo lo ha usado en 1 Cor 6,18 “huyan de la prostitución” (porneia). La reiteración de la misma fórmula ha hecho pensar a varios autores que en 6,18 Pablo está aludiendo a la prostitución “sagrada”, religiosa y no a la prostitución “profesional”. El imperativo “huyan” sólo vuelve a encontrarse en Mt 10,23 (huyan de esa ciudad….). El contexto, entonces nos muestra que los corintios caen, o corren el riesgo inminente de caer en la idolatría del mismo modo que lo hicieron sus padres en el desierto.

Sin embargo, la referencia a “¡mire no caer!” a que los modelos señalados son “aviso” para nosotros, invita a tener en cuenta otro aspecto: el bautismo y la eucaristía no son garantía, reaseguro de permanecer de pie. Y así como los que tenían el bautismo y la eucaristía “en figura” (tipos) cayeron, del mismo modo podemos caer “nosotros” o mejor dicho: “ustedes”. Creer que la eucaristía y el bautismo son reaseguro de permanecer de pie, también se asemeja a la idolatría, por cuanto es manipulación de Dios, es “confiar en”, “asegurarse en”. Es algo semejante (y paralelo) a lo que ocurre con los que creen que comen la cena del Señor (11,20) y se desentienden de los pobres (11,21); al no discernir al hermano pobre como miembro del  cuerpo eclesial (11,29) “comen y beben” su propio castigo y “por eso” (como en el desierto) hay “muchos enfermos, muchos débiles y mueren no pocos” (11,30). La posibilidad de comer desentendiéndose del hermano débil, del pobre nos pone en una mesa, sí, pero no la mesa del Señor, sino la mesa de los demonios, de los ídolos (10,18-21). La mesa de los hermanos y hermanas no puede manipularse como si fuera mesa “para mí” desentendiéndome de los demás, porque – como ocurrió en figura - nos habremos sentado a comer, beber y divertirnos, pero no a participar de un solo pan porque un solo cuerpo somos (10,17).



Evangelio según san Lucas     13, 1-9

Resumen: en un contexto histórico que algunos interpretan como "castigo de Dios" Jesús invita a la conversión. Pero esta ha de caracterizarse por los frutos que se dan en la historia.

El relato del Evangelio es en su totalidad propio de Lucas. Tanto las dos anécdotas a las que hace referencia como también la parábola. Comienza con unos nuevos personajes anónimos que se acercan a Jesús con una información. El relato concluye con una parábola. La unidad finaliza en v.9 ya que el v.10 empieza una nueva cronología (“estaba un sábado”).

El texto no dice la finalidad por la que van a contar a Jesús el acontecimiento, pero la respuesta de Jesús parece indicar que los interlocutores hacen suya – en cierta manera - la llamada “teoría de la retribución”. Para esta teología ortodoxa y tradicional, Dios bendice y favorece a los justos, mientras que castiga a los malvados. La muerte – en manos de Pilato - de algunos galileos parece ser vista como una consecuencia de los pecados de los muertos. Es a esta teología ortodoxa y tradicional a la que enfrenta duramente el libro de Job, pero sigue reflejada en varios escritos tanto del AT como del NT (Ex 20,5c; Jn 9,2-3). La respuesta de Jesús “¿piensan que eran más pecadores que los demás?” (v.2) invita a sospechar que la intención de los interlocutores de Jesús tiene ese trasfondo.

A la información de que Pilato mató unos galileos en el santuario, Jesús añade otra: unos muertos por un accidente al desplomarse una torre, y continúa la misma lógica: “¿piensan que eran más culpables?” (vv 2 y 4) Los dos acontecimientos son puestos en paralelo con la misma intención: “yo les aseguro que si no se convierten todos perecerán del mismo modo” (vv. 3 y 5). Tenemos entonces dos acontecimientos en paralelo con la presentación de los hechos, pregunta de Jesús y conclusión dirigida al auditorio.

Sobre ambos acontecimientos no sabemos nada por las fuentes históricas. Ni siquiera el historiador judío Flavio Josefo, particularmente adversario de Pilato, informa de este acontecimiento. Se lo ha intentado relacionar con otros hechos con cierta semejanza, pero todo sería hipotético, por lo menos, sino fértil creación de algún comentarista. Pilato no tiene injerencia en Galilea, donde gobierna Antipas, por lo que es razonable suponer que se trata de peregrinos galileos “en Jerusalén”. El santuario, donde se realizan los sacrificios, sin duda, se refiere al Templo de Jerusalén, donde Pilato concurre para las grandes fiestas de peregrinación a fin de garantizar la “pax romana”. Es posible que el número de los muertos sea bastante pequeño (lo que explicaría – al menos en parte - su ausencia en los relatos de época). El otro acontecimiento, que también nos es desconocido, se trata de un accidente. Lo cierto es que en ambos casos nos encontramos con una muerte imprevista, sea por crimen, sea accidental. La muerte repentina debería poner a los vivos a pensar (algo semejante encontramos asimismo en 12,20, también propio de Lucas).

Pero lo cierto es que en ambos casos, en las conclusiones, el acento está puesto en la conversión. Éste es un tema propio de Lucas como se ve en su añadido al dicho de Marcos: “no vine a llamar justos sino a pecadores” donde agrega “para la conversión” (comparar Mc 2,17 y Lc 5,32). El verbo “convertir(se)” (metanoeô) lo encontramos x5 en Mt, x2 en Mc, x9 en Lc + x5 en Hch y x12 en Ap y 1 en Pablo; y el sustantivo “conversión”, lo encontramos 2x en Mt, 1x en Mc, x5 en Lc + x6 en Hch,, y x3 en Pablo, x3 en Heb, 1 en 2 Tim y x1 en 2Pe [curiosamente, el sustantivo conversión (metanoia) tanto en Mateo como en Marcos, alude exclusivamente a la predicación de Juan el Bautista, pero no así el uso del verbo]. Como se ve es un tema al que Lucas da suma importancia, en el que ocupa un interesante lugar la “conversión de los paganos” al Evangelio (cf. Lc 11,32; Hch 11,18; 20,21). En Lucas, “conversión” se encuentra con mucha frecuencia junto con “perdón de los pecados” (3,3; 24,47; Hch 5,31).Es la actitud característica del que acepta positivamente el mensaje del Evangelio. Con frecuencia es sinónimo de epistrefein (volver, en sentido religioso como “vuelta del hombre a Dios”) Lc 1,16.17; 17,4; 22,32; Hch 9,35; 11,21; 14,15; 15,19; 26,18, donde el término tiene sentido simbólico: «y se vuelvan de las tinieblas a la luz»; 28,27), y lo encontramos  junto con metanoeô en Lc 17,4 y Hch 3,19; 26,20 (ver Joel 2,14 LXX). Metanoeô expresa el abandono de una actitud negativa, mientras epistrefein la aceptación de una positiva, como dos caras de la misma moneda. La predicación de la conversión es central en Lucas y Hechos como lo demuestra 24,47: en Jesús se cumplen las escrituras  y los discípulos deben, a partir de la Pascua y Pentecostés, “anunciar la conversión”.

Podemos concluir esta parte señalando que el Jesús de Lucas no se preocupa por confrontar la “teología de la retribución” sino que ante una situación aprovecha para insistir en la importancia de la conversión.


Pero como conclusión de esta unidad, Lucas presenta una parábola. Como en muchas parábolas vegetales, el tema central parece el fruto. En este caso se trata de una higuera que no da fruto, y que se le da la última oportunidad de darlo. No hace falta leer de modo totalmente alegórico el texto, lo cual deformaría su sentido y lo falsearía (por ejemplo, entendiendo los tres años como referencia al “ministerio público” de Jesús). En este caso se trata de una higuera en una viña. Es llamativo, ya que en las viñas se esperan vides, no higueras (pero ver Miq 4,4; y también Plinio en la Historia Natural, libro XVII, 35). Un cierto fundamentalismo crítico se niega a reconocer una cierta alegorización en la parábola que parece razonable descubrir. La higuera es símbolo de Israel (Os 9,10; Mi 7,1; Jer 18,13; 24,10) como también lo es la viña (Is 5,1.7; Sal 80,9-19; Os 10,1; Jer 2,21…). La comparación de Israel con árboles frutales se origina, como es evidente, en el fruto (también lo será el olivo, por ejemplo Rom 11,16-24). En Is 5, el fruto esperado es el “derecho y la justicia”, que por habitual en la Biblia es sin duda el tema principal. Pero en este caso, el fruto esperado parece ser la conversión a la que viene haciendo referencia en los versículos anteriores y que es tan importante en Lucas como manifestación de la recepción del Evangelio. Con lógica el dueño de la tierra quiere talar la higuera que no da fruto, pero el encargado le pide darle a la planta una última oportunidad, para lo que va a “jugarse el todo por el todo”. Por eso será el “último año”, sino será cortado.


El tiempo ha llegado, señala Lucas desde el comienzo, es el tiempo de la salvación, tiempo de la gracia, pero es un tiempo limitado. Los galileos y los habitantes de Jerusalén están invitados a la conversión, a dar fruto. Y así también los lectores de Lucas. A veces la sociedad espera que los cristianos demos fruto, que empecemos por nosotros mismos dando frutos de conversión antes de hablar a los demás sin dar el ejemplo. Dar testimonio del Reino de Dios, vivir “el derecho y la justicia” (Is 5,7…), nos permitirá mostrar a nuestro medio ambiente los frutos del Evangelio.