jueves, 25 de febrero de 2016

¡Socorro! ¡He sido abducido!

¡Socorro! He sido abducido

Eduardo de la Serna




 ¿Hay alguien que me escuche? ¿Alguien en el planeta? ¡¡¡Socorrooooo!!!

Creo estar en un planeta inexistente, o quizás haber sido abducido (¿así se dice?), o quizás estar desconectado de la realidad. ¿No hay quien me escuche? ¿Nadie que me pueda rescatar?

Ayer fui llevado por un grupo de curas a lo que decían sería una marcha. Allí estuve, y vi lo que parecía ser gente. Mucha gente. Y ruidos: cantos, estruendo, bombos, pólvora… Calles cortadas, banderas y pancartas. Gente que parecía hablar o cantar, encontrarse con mates o tereré, si hasta me pareció haber visto algún policía y helicópteros… Me decían que era una marcha en protesta por los despidos y hasta desde un bus alguien gritó “¡vayan a trabajar, vagos!”, lo cual me resultó incomprensible. Seguimos caminando bajo el sol y había cada vez más gente. O – debo confesar mi alucinación – eso me pareció ver. Y banderas multicolores, de grupos de izquierda (eso decían, quizás alucinados ellos también, porque algunos creemos que contribuyeron al triunfo del gobierno) algún olor fuerte, no sólo a pólvora, y gente. Más y más gente. Y la catedral cerrada. Las puertas de la misericordia clausuradas.


Todo me invita a pensar: ¡no es posible! Debo haber alucinado, o haber sido llevado a un mundo virtual. No es posible que en el año Santo de la Misericordia las puertas de la Catedral estén cerradas. Sería casi tan absurdo como pensar que cuando se persigue y reprime gente las antiguas puertas del asilo y la protección lo estuvieran… El Papa abre puertas ¿y la Iglesia porteña las cierra? ¡Jamás!


Sería tan absurdo como imaginar cosas ridículas del estilo de que el presidente del bloque de senadores de un partido que votó contra los fondos buitres hoy los aplauda, o que los migrantes en los EEUU, detestados y denigrados (perdón a los “negros” por la utilización del término) por Donald Trump ayer lo hayan votado… Casi tan, pero tan incomprensible como el “síndrome de Estocolmo”.

La mejor prueba de que me han llevado a vivir un mundo de ficción es que leyendo hoy los diarios Clarín y La Nación no se habla ni siquiera en un renglón de la supuesta marcha de ayer. Es evidente que no ha de haber ocurrido. ¿Cómo podrían los Medios de comunicación no comunicar que hubo una marcha con 50.000 personas en la calle? ¡¡¡Es imposible!!!


Por tanto creo que estoy secuestrado, y no sé dónde, no sé por quiénes, no sé por qué… No ha de haber decenas de miles de personas sin trabajo, no ha de haber un protocolo de Seguridad, no ha de haber un modelo económico para los poderosos que se desentiende de los pobres.

Por favor, si alguien puede leer esto, le pido que me busque y trate de encontrarme… No tengo recompensa para pagar. Ayer una amiga quiso verme y prendió TN y cuando dijeron que la marcha era multitudinaria cortaron la señal. Obviamente los secuestradores quieren crear un clima contrario a la revolución de la alegría, a los bailes y los globos… El enemigo parece poderoso, pero afortunadamente – al menos por ahora – los Medios de Comunicación no se han dejado atrapar por la mentira y el desaliento. Tampoco la Iglesia. Todavía tenemos esperanza aunque algunos hayamos sido llevados a vivir y ver un mundo inexistente. ¡¡¡La verdad triunfará!!!








Las fotos me fueron enviadas por internet, desconozco los fotógrafos, pero seguramente, como se dice en la nota han de ser trucos fotográficos

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