martes, 31 de diciembre de 2019

Comentario lecturas Epifanía

FIESTA DE LA EPIFANÍA

6 DE ENERO


Eduardo de la Serna
La fiesta de la “epifanía” (= manifestación) celebraba el 6 de enero (originalmente fiesta en honor a Dionisos), en los primeros siglos “todo” lo que aludía al hecho revelador de Jesús. Así incluía su nacimiento, la visita de los magos, el bautismo de Jesús y las bodas de Caná. Todos los acontecimientos donde por primera vez se “manifiesta” la gloria de Dios en Jesús. Con el tiempo, en el siglo IV, todo esto se fue dividiendo (algunas celebraciones con mucha dificultad y conflicto, como el cambio de la fecha de la Navidad a diciembre) y hoy se conmemora solamente una pequeña porción de esta antigua gran fiesta.


Lectura del profeta Isaías              60,1-6

Resumen: el profeta se dirige a Jerusalén, como a una mujer, celebrando la luz que hay en ella, en contraste con las tinieblas de los pueblos lo que provoca que hacia ella se dirigirán con regalos los hijos dispersos por toda la tierra.

El texto – dirigido a una mujer – está en paralelo contrastante con otro texto de la tradición de Isaías, a otra mujer, Babilonia:

Isaías 45
Isaías 60
Baja, siéntate en el polvo, virgen, hija de Babel! ¡Siéntate en tierra, destronada, hija de los caldeos! Ya no se te volverá a llamar la dulce, la exquisita. (v.1)
¡Sube, resplandece, que ha llegado tu luz, y la gloria de Yahveh sobre ti ha amanecido! (v.1)

Siéntate en silencio y entra en la tiniebla, hija de los caldeos. (v.5)
Pues mira cómo las tinieblas cubrirán la tierra, y la oscuridad a los pueblos, mas sobre ti amanece Yahveh y su gloria sobre ti aparece. (v.2)

En vv.1-3 es interesante cómo está armado el texto:

a.- Ha llegado tu luz
b.- y la gloria
c.- de Yahvé
d.- sobre ti ha brillado
e.- pues mira las tinieblas, cubrirán la tierra
                                     e’.  Y la oscuridad a los pueblos
d’. pero sobre ti brillará
           c’. Yahvé
b’. su gloria
a’. sobre ti aparecerá

La forma concéntrica muestra el contraste poniendo en el centro las tinieblas y oscuridad de la tierra / pueblos y en los extremos refulge la luz. Pero el tema central de la unidad literaria es el verbo bô’, “venir” (11x en el capítulo).

El texto se dirige a Jerusalén (aludida como mujer, los verbos están en femenino) y hacia ella se dirigirán naciones / luz y reyes / resplandor-brillo. Se hace presente la gloria (kâbôd, energía), la acción salvífica de Dios en la historia.

Pero luego del contraste entre oscuridad - luz y pueblos - Jerusalén se hace referencia a hijos e hijas que “vienen”. Que se trate de “hijos” e “hijas” lleva a pensar que se hace referencia a los israelitas dispersos por el mundo, no a “extranjeros”. Judíos que vienen del este (del mar) y del sur (Madián y Sabá, de donde en tiempos pasados vino una reina a conocer a Salomón; 1 Re 10,1-13).

Sin duda la llegada de gran cantidad de visitantes y los regalos inspira la incorporación del texto a la luz de los magos venidos “de Oriente” para ver al rey Jesús con regalos de oro e incienso.

La unidad continua con la presentación de ganado menor que servirá para las ofrendas de los visitantes (judíos) en el templo como holocaustos. Pero aquí es interrumpido el relato que, en su forma continúa hasta el v.22 con la repetición, como se dijo, del verbo “venir” ya que la intención litúrgica ha logrado su objetivo.



Lectura de la carta a los Efesios              3,2-3a.5-6

Resumen: Dios ha guardado un misterio para que sea revelado a partir del momento decisivo de la historia: que judíos y paganos son hermanos por la cruz y co-herederos de las promesas de Dios para todos.

En la literatura apocalíptica encontramos un término muy importante: el “misterio”. Se trata de la actual incapacidad de comprensión de la situación conflictiva que se vive (por ejemplo, la persecución, la muerte de los justos, el martirio). ¿Dónde está Dios en estos acontecimientos? Lo que los judíos tienen claro es que Dios no se ha desentendido de su pueblo, aunque “ahora” no comprendamos el misterio. Por eso es que pronto, en un futuro no muy lejano, Dios “revelará” el sentido de esta crisis (recordar que apocalipsis quiere decir “revelación”). Así, el “misterio” es algo del plan de salvación de Dios que él dará a conocer, habitualmente, por intermedio de un elegido.

El discípulo de Pablo quiere mostrar como un “misterio” reservado para este tiempo, que es el final, que los no judíos (llamados con diversos nombres: paganos, naciones, griegos, gentes o gentiles) también son llamados por Dios a incorporarse al pueblo de la promesa manifestada en Cristo (el tema empezaba a insinuarse ya en Rom 11,25; 16,25). Así el término lo encontramos con frecuencia en esta carta y Colosenses, que se le asemeja (1,9; 3,3.4.5.9; 5,32; 6,19; Col 1,26.27; 2,2; 4,4).

El pueblo judío se sabe el pueblo que Dios ha elegido para ser “luz de las naciones”, pero al llegar los tiempos definitivos de la “revelación”, Dios nos muestra que también los no judíos se incorporan a las promesas como co-herederos.

La imagen del cuerpo, como imagen de la Iglesia ya había sido insinuada, pero de un modo metafórico, en 1 Cor 12. Ahora el discípulo de Pablo destaca que la Iglesia “es” el cuerpo y Cristo es la cabeza (1,22-23). En este cuerpo Dios ha “reconciliado” a los dos pueblos (judíos y paganos) que estaban enemistados (los judíos consideraban “perros”, impuros a los paganos y en el templo una pared impedía el ingreso de no judíos bajo pena de muerte; 2,14-16). La Iglesia, como cuerpo de Cristo es el ámbito de la reconciliación; la aceptación del Evangelio (3,6) logra que judíos y paganos sean “un solo hombre nuevo”, que es Cristo y en él, por el espíritu, conocemos todos – por la revelación que los apóstoles (como Pablo) y los “profetas”, ministros de la comunidad – la promesa que Dios cumple regalando a todos su paz.


+ Evangelio según san Mateo      2,1-12

Resumen: el reconocimiento de Jesús como rey de los judíos (la estrella que avanza) es algo que un conjunto de necios acepta y adora en contraste con los sumo sacerdotes y autoridades judías.

El relato tiene una clara unidad marcada por la llegada (v.1) y partida de los magos (v.12).
El texto, por otra parte, tiene dos partes muy marcadas, y muy desiguales: un largo diálogo de los magos con Herodes, el rey (vv.2-9a) y la llegada a la casa de Belén donde se encuentra el niño (v.11).

En el medio de ambos los magos vuelven a ver la estrella (vv.9b-10) que los conduce a donde se encuentra Jesús. Podemos esquematizarlo de este modo:

v.1: llegada de los magos de Oriente
   vv.2-9a: Herodes, los magos, los sumos sacerdotes y escribas.
   vv.9b-10: nueva aparición de la estrella
   v.11: entrada en la casa
v.12: partida de los magos a su país

El texto comienza con un dato que había sido preparado en el cap. 1: el nacimiento de Jesús. A diferencia de Lucas, Mateo simplemente informa del hecho (no hay pesebre, no hay pastores, no hay pañales en Mateo). De hecho, el centro del texto no es el nacimiento sino la visita de los magos que ocurre puesto que ha “nacido”.

Mateo localiza el nacimiento en tiempo y espacio: Belén de Judea (pequeñísima ciudad, menos de 10 hectáreas, cercana a Jerusalén, a 8 kms al sur) en tiempos de Herodes rey (Herodes gobernó en Israel desde el 40 al 4 a.C.). Es interesante notar que en las afueras de Belén (seguramente por ser la antigua ciudad de David) Herodes hizo construir un gran palacio donde finalmente será sepultado pocos años después del nacimiento de Jesús (el Herodium). La sede del rey estaba en Jericó, no en Jerusalén, pero no nos detendremos aquí a analizar los elementos históricos o no del relato.

El término “oriente”, muy frecuente en la Biblia (205x) ciertamente depende del lugar de mirada. En este caso, como en tantos otros, se trata del oriente de Jerusalén (el jardín de Edén está “al oriente”, Gen 2,8, sin que se nos diga oriente de dónde). Este oriente es el lugar donde los magos “vieron la estrella”. Los magos, en el ambiente bíblico, son paralelos a los “adivinos” (ver Dan 2,2) y se caracterizan por “mirar las estrellas” y pretender saber qué sucederá (Is 47,13; ver Dan 2,2.27; 5,15). Magos, adivinos, hechiceros, y otros del estilo son ejemplo característico de la necedad (Is 44,25), como se ve especialmente con los magos de Egipto (Ex 7-9) y de Babilonia (Dan 2-4).

En este caso, entonces, encontramos a un grupo de “necios” que reconocen el nacimiento del rey mientras que “todo Jerusalén”, “todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo”, incluso sabiendo por el profeta el lugar (cercanísimo, como se dijo) del nacimiento, no se dirigen a saludarlo. Una vez más, como ya lo señala el evangelio en otra parte, Dios ha revelado “estas cosas” a los pequeños y escondido a los “sabios y prudentes” (Mt 11,25). Los magos quieren adorar al rey Jesús, y al verlo se postran; pero no hacen nada de esto al encontrarse con el "rey" Herodes.

Los magos buscan adorarlo, mientras Herodes afirma que irá a hacer lo mismo cuando le informen el lugar (algo que ciertamente no tiene intención de hacer, visto que sabe el lugar y no tendría ninguna dificultad en visitarlo en poco tiempo). Ni él, ni los que tienen las escrituras y saben el lugar (sumos sacerdotes y escribas) se dirigirán a reconocerlo. No son los sabios sino los necios los que reconocen "estas cosas".

Salidos de Jerusalén los magos ven la estrella que, en esta ocasión, “se mueve” en dirección a Belén, la ciudad de David.

Es sabido que la constante relectura de textos del Antiguo Testamento sirve a Mateo para señalar a su comunidad que la Iglesia es el nuevo Israel. No solamente se ha cumplido la profecía de Miqueas 5,1 sobre el nacimiento del mesías en Belén, sino que, como en el caso de Balaam, la estrella avanza, aludiendo a David (y al nuevo David).

Lo veo, aunque no para ahora, lo diviso, pero no de cerca: de Jacob avanza una estrella, un cetro surge de Israel.  (Num. 24:17).

Al llegar al lugar entran en “la casa” y adorándole le ofrecen “oro, incienso y mirra”. “Adorar” es algo que sólo se realiza ante Dios (4,9.10) aunque en el Evangelio numerosos beneficiarios de milagros se postran adorando a Jesús (8,2; 9,18; 14,33; 15,25; 20,20; 28,9.17; aunque ante un rey ver en 18,26; es interesante que en Mc y Lc el término es muy limitado y en Jn solo 9,38 se dirige a Jesús y las restantes 10x se dirige a Dios).

La “mirra” es un perfume que remite a Esmirna (mirra en griego es smyrna) y es común en el Cantar de los cantares donde se lo encuentra 7x). Para hablar del incienso (habitualmente perfume que se expande como humo) suele utilizarse el término tymíama, pero aquí Mateo utiliza líbanon (como Ap 18,13), lo que también remite a una localidad. El oro (sólo en Mateo en los Evangelios) tiene en la Biblia una significación semejante a la nuestra (litúrgica, realeza, dinero o riqueza; aunque es posible una interpretación desde el hebreo que significa un tipo de incienso, lo que sería coherente con tres tipos diferentes de perfumes). Ciertamente el acento está puesto en destacar de parte de los magos unos regalos importantes de parte de ellos al niño.

Finalmente, como es frecuente en estos capítulos iniciales de Mateo, los sueños – en este caso dirigidos a los magos – son signo de una revelación divina. En este caso, entonces, Dios les comunica que no deben volver por el palacio de Herodes. La historia debe continuar.

Es evidente que la lectura de estos relatos a la luz de otros relatos navideños, la imaginería del pesebre, que debemos a Francisco de Asís, y las leyendas e iconografía “transformaron” esta escena en otra muy distinta donde los magos son a su vez “reyes”, son “sabios”, son “tres” y se dirigen al pesebre. Nada de esto se encuentra en nuestro texto.



lunes, 30 de diciembre de 2019

Un breve debate sobre el periodismo


Un breve debate sobre el periodismo


Eduardo de la Serna



Es interesante que ahora (¿por qué ahora?) algunos se han manifestado preocupados por el presente y futuro del periodismo. Y me parece interesante pensarlo, aunque más no sea, brevemente.

El Diccionario de la Real Academia Española define al periodismo como: 
«Actividad profesional que consiste en la obtención, tratamiento, interpretación y difusión de informaciones a través de cualquier medio escrito, oral, visual o gráfico». 

En lo personal relativizaría esta definición, pero la voy a tomar, de todos modos. Y voy a empezar con algo superficial, para entender bien. El periodismo deportivo o de espectáculos “obtiene, trata, interpreta y difunde” información de sus rubros. Entonces, sabremos que tal actor y tal actriz actuarán en una película que empieza a filmarse, o que tal club ha comprado a tal jugador y jugará tal día… Hasta ahí, todo bien. Esos tales se autoperciben “periodistas”. Pero también sabemos (por ejemplo, lo planteó la película “El mismo amor, la misma lluvia”) que hay “periodistas” de espectáculos que hablarán bien o mal de una obra según el dinero que reciban, o directamente la ignorarán; o que hay “periodistas” que hablarán maravillas o pestes de tal o cual jugador porque el representante los ha comprometido en un porcentaje de futuras ventas. Y señalo esto “menor” porque sería ingenuo, por lo menos, suponer que en otros órdenes de la vida eso no ocurrirá, en lo político, lo económico, lo internacional… Por ejemplo, sería ingenuo ignorar que hay una embajada, o servicios de “inteligencia”.

Como bien señala la “definición”, les periodistas “interpretan” los hechos que luego difundirán. Los recibimos “interpretado”. Y es bastante sensato conocer al “intérprete” en ese caso. En lo personal, y esto es totalmente opinable, se podría hacer una larga, ¡MUY LARGA!, lista de sedicentes periodistas de los que sus “interpretaciones” me resultan por lo menos desagradables, falsas, parciales, incompletas... Y, además, en muchos casos me permito sospechar mal. La lista sería tan larga que prefiero omitirla para que esta reflexión no ocupe demasiado espacio. Son fácilmente identificables ellas, ellos y elles, y los medios en los que (¿por eso?) trabajan. Algunes simplemente por cortedad (aunque se crean brillantes, en más de un caso, y no se iluminan ni con un fósforo) y otros por parcialidad manifiesta (derecho que no voy a negarles… el mismo que tengo yo de no querer escucharlos) o por corrupción, “sobres” o departamentos en Miami… según el caso y la importancia.

Fue sintomático escuchar a Alejandro Fantino preocupado, cuando el Frente de Todos se impuso en elecciones, de que no haya “listas negras” como sí las hubo en este tiempo (afirmó él, quizás sin comprender demasiado qué decía), o aquel sobre-adicto que fue virtualmente disfrazado a ver a Alberto. No está de más, tampoco, hacer memoria de la lista de “periodistas” vedados en los Medios en estos últimos 4 años (por no hacer memoria de quienes están vedadas desde hace bastante más como es el caso de Liliana, y a quién parece que no hay que nombrar demasiado no sea que suene estridentemente algún clarín). Tampoco los voy a nombrar, aunque esta lista sea bastante más breve. Lxs conocemos. Simplemente señalo un dato: un periódico pequeño, que celebraba, entonces las publicidades que iba consiguiendo, cuando dejó de recibir “pauta oficial” (la misma que engrosó las arcas de varios “periodistas”, y que fue hecha pública) casi tuvieron que cerrar, cosa que evitaron como cooperativa y asociados. “Creíamos que íbamos a poder subsistir, pero no”, me dijo el entonces director. Lo señalo para que se vea la importancia que tiene la “pauta” que algunos ignoran o fingen ignorar.

Pero me resulta sintomático el debate (o algo así) que ayer se pudo ver en la TV (lo he visto en internet) conducido por ¡Jorge Rial! y en el que participaron algunos “periodistas” y otros que no lo son y no se entendía su participación en el espacio. Cuando Rosario Lufrano hablaba de la importancia de la radio y TV públicas, Mercedes Ninci, que ya nos ha habituado a la incomprensión (no entiendo, por ejemplo, cómo puede “informar” quien no puede “interpretar”, siguiendo con la definición dada) descargó su batería contra 6, 7, 8. No es la primera vez que se escucha o lee esto (varias veces, de varias bocas o plumas lo hemos leído o escuchado). El criterio angustiado de Mercedes era que habían criticado a los periodistas, que los habían “degradado”. Hablar mal de los colegas parece que era la “sarna” de 6, 7, 8 (pero de esos periodistas sí se podía hablar mal, o hasta poner en “listas negras”). Esa “vaca sagrada”, que es el periodismo, parece que no permite que se “exponga” a otros (si hasta hay casos de “periodistas” implicados en crímenes y algunos pretenden defenderlos en nombre de la “libertad de expresión”). No es bueno perseguir a nadie, obviamente, pero exponer las contradicciones, por ejemplo, ¿es perseguir? O la doble vara. O los “cambios de opinión”. Todo eso no parece, al menos necesariamente, persecución.

Como alguien que alguna vez fue invitado a 6, 7, 8 quisiera dar mi opinión. Opinión que nace del respeto que me merecen muchos de los miembros del grupo del programa, que nace de que jamás me dijeron que hable de algo o que deje de hablar de otra cosa, y sobre todo, porque creo que (más allá de cosas cuestionables, criticables y demás, lo cual es razonable en todos los casos, por cierto) y es que creo que 6, 7, 8 cumplió un fenomenal rol docente en la sociedad. Dejo de lado la campaña feroz (en ese mismo tiempo) de “periodistas” que decían que 6, 7, 8 tenía casi 0 de rating, en cuyo caso no se entiende la preocupación y el encono. Creo que 6, 7, 8 enseñó a muchos a ver televisión y a escuchar radio. Y a lo mejor eso para mentes limitadas es “degradar”. Es decir, los bajan de grado. Y es sensato cuando se escucha a algunos hoy y se los escuchó ayer diciendo lo contrario, saber por qué no se les puede creer, o se les puede creer poco, saber “cómo interpretan” los que “comunican”. O cómo les dicen que deben interpretar, claro. En suma, que 6, 7, 8 no vuelva porque si no, me pueden tirar una gaseosa en la cara por la calle… Ah, ¡no! eso le pasó a Nora Veiras en el subte. Y eso no es degradar a nadie ¿no, Mercedes?



Foto tomada de noticias.perfil.com

sábado, 28 de diciembre de 2019

Lo doloroso de la realidad, que es la única verdad


Lo doloroso de la realidad, que es la única verdad


Eduardo de la Serna



Sabemos que para mirar “la realidad”, lo que es fundamental para empezar a pensar, a proponer y para esperar, es indispensable ser “honrados con lo real” (Jon Sobrino). La realidad es lo que es, no lo que me gustaría que fuera. Dura muchísimas veces, insoportable otras, pero “es lo que es”.

Que sea dura no impide, por ejemplo, que, si miramos y analizamos la “realidad real”, no nos desilusionemos porque no sea como quisiéramos que fuera. Y voy a lo concreto:

Ya he dicho que, si de gustos se trata, quisiera presos a todos los miembros del gobierno anterior (el macrista, para que no se malinterprete con eso de “anterior”). Pero, ya he dicho que me enoja mi deseo: no es bueno eso. Diferente es lo que pretendo: en este sentido quisiera que todos tengan acceso a la justicia, juicios justos, con derecho a la defensa y jueces independientes (ya he dicho que no quiero un Oidanob… es decir un Bonadío al revés). Eso es lo que me parece que sería bueno que ocurriera; y sospecho que si así fuera, muchos, ¡muchísimos!, funcionarios y amigos del macrismo, Mauricio el primero, pasarán un buen año tras las rejas. Pero…

Pero muy distinto es pensar lo que creo que ocurrirá. Y lo diré claramente: creo que no ocurrirá nada. Lamentablemente. Y sería feliz de equivocarme. Y a los hechos (a la realidad) me remito:

Son contados con los dedos de media mano los que fueron la “pata civil” (es decir, los principales responsables, creo yo) de la dictadura cívico-militar que fueron condenados por el poder judicial (así, con minúscula). Y ya pasaron años. Muchos años. Los responsables de la masacre por goteo que fue el menemismo siguieron todos libres. E incluso algunos fueron luego funcionarios cambiemitas. Los responsables o partícipes de la segunda masacre delaruista, ídem. Otro tanto. Libres y funcionarixs. A los poderosos no se los toca. “la ley es tela de araña” decía Martín Fierro. El bicho grande queda libre. Siempre.

Es cierto que el poder (per)judicial actúa (lamentablemente) según el clima político, pero eso ocurre con los personajes de segunda o tercera línea (me hacen acordar al pobre muchacho marginal responsabilizado por el crimen siempre irresuelto de Nair Mostafá, en Tres Arroyos, en 1989). ¿Alguien imagina que Macri, Parcos Peña, Patricia Bullrich, Aranguren y toda su caterva, o que Lewis, Calcaterra, Caputo o Midlin irán presos? Yo no lo creo. Serán llamados a indagatorias, o hasta procesados. ¿Y después?

Después, hoy lo pudimos ver clarito: Menem y Cavallo fueron sobreseídos por vender a la sociedad Rural el predio de Palermo a “precio vil” porque la causa prescribió. Punto. Así funciona lo que el perverso ex juez Fayt llamó “cronoterapia”. O la justicia del “cajón”.

No quiero Oidanobs, no quiero a todos presos por haber sido parte de un gobierno (¡el peor!) pero sí quisiera un país con Justicia. Lo quiero. Lo deseo. Lo espero. Pero no creo que lo vea. Ni yo, ni mis "nietos".


jueves, 26 de diciembre de 2019

Comentario Sagrada Familia A

Una familia en camino tras las huellas de las manifestaciones de Dios

LA SAGRADA FAMILIA
DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ



Eduardo de la Serna


Reiteramos lo dicho en más de una ocasión: la liturgia presenta –podemos llamarlo así- dos tipos de textos bíblicos: los textos continuados, donde se deja hablar al texto que corresponda (aunque escogido, por cierto, ya que hay textos que son “salteados”) y textos “temáticos” escogidos a partir del tema litúrgico que se celebra. En estos casos, lo principal no está puesto tanto en lo que el texto dice, sino en lo que este afirma a partir de lo que “se le pregunta”. En este caso concreto, sobre la “Sagrada Familia”. Nuestra intención en estas páginas es procurar leer lo que los textos dicen, aunque no siempre “digan” lo que se busca en ellos. Sin embargo, la enorme diferencia cultural entre nuestro tiempo y el tiempo bíblico debe tenerse en cuenta. En el caso de la “familia”, por ejemplo, es evidente que el modelo familiar bíblico en muy poco se parece al nuestro; los horizontes son muy distintos y la pregunta quizás deba ser “¿qué nos aportan los textos bíblicos, al hablar de la familia, a las familias de hoy?” Pretender una lectura “lineal”, o un “repetir” modelos sería fundamentalismo, sin duda alguna.






Lectura del libro del Eclesiástico     3, 3-7. 14-17


Resumen: el mandamiento de “honrar padre y madre” es reiterado y ejemplificado en clave religiosa por el sabio.


La religión de Israel –expresada en los mandamientos- no se limita a un modo de encuentro con Dios, sino que es inseparable del encuentro con los “otros”, y en este caso, en primer lugar con los progenitores. “Honrar padre y madre” (cf. Ex 20,12; Dt 5,16) es el primero de los mandamientos que dice relación a los “demás”. La teología de la retribución sostenía que el cumplimiento de los caminos de Dios repercutiría positiva o negativamente, según se cumpliera o no, en la vida del sujeto. Así, quién “honra a su padre”, tendrá una larga vida (1,12), verá perdonados sus pecados y alcanzará otra serie de bendiciones (cf. Ex 21,17; Tob 4,3-4; Pr 1,8). 


Y este “honor” debe mantenerse particularmente cuando los padres ya estén ancianos, débiles o seniles ya que no hacerlo es semejante a “blasfemar” y provocar a Dios (cf. Lv 20,9; Pr 20,20). Ese es el orden social establecido por Dios (3,1-2). El relato luego de presentar el tema, partiendo del mandamiento y su contexto sapiencial, lo ejemplifica con una serie de “aquel que…” (vv.3.5.6) destacando las consecuencias benéficas del cumplimiento. Pero existe la posibilidad de que el hijo (no parece referirse a los hijos menores, ya que es un maestro de sabiduría el que se dirige a ellos como “hijos” [v.1], por tanto deben ser sus discípulos) no honre a su padre. La vergüenza de semejante actitud se manifestarán entonces en una serie de términos maléficos: como blasfemo y maldito.



Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Colosas     3, 12-21

Resumen: Una serie de normativas presenta la parte exhortativa de la carta a los Colosenses. Empezando por las consecuencias del bautismo en la vida cotidiana, siguiendo por la reunión litúrgica de la comunidad y finalmente mostrando cómo debe vivir una familia en este tiempo en el que la familia (= la casa) era vista como una ciudad en miniatura y por tanto debía manifestar su adaptación al mundo contemporáneo. La carta, sin embargo, no omite destacar los elementos propios que reflejan la propia identidad.



Como es habitual en las secciones exhortativas de las cartas paulinas, nos encontramos una serie de verbos en  imperativo, “mortifiquen”, “desechen”, “revístanse”… (vv.5.8.12…).

La insistencia en “revestirse” proviene del v.10 donde se presenta como antítesis de “despojarse”, contrastando el “hombre viejo” y el “hombre nuevo”. El contexto del revestimiento es bautismal, como lo hemos señalado en otra ocasión y se refleja aquí en el texto aparentemente pre-paulino “no hay griego y judío…” (cf. 1 Cor 12,13; Ga 3,28). Las consecuencias visibles en la vida de este “revestimiento” se presentan como “ser elegidos, santos, amados, con entrañas de misericordia, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia, soportando a los otros y perdonando a los demás”. Este catálogo de “capacidades bautismales” llega a la plenitud en el máximo “revestimiento”, el del amor (v.14) que es lo que integra plenamente (syndesmos) en la “perfección” (teleiotês). La unidad concluye con una referencia a la paz y a la acción de gracias (eujaristoi) que deben acompañar al cuerpo eclesial.


La segunda unidad (vv.16-17) concluye también con una invitación a “dar gracias” (eujaristéô). En este caso se exhorta a que en la comunidad “habite” (enoikéô) abundantemente. Esa presencia de la “palabra de Cristo” llevará a la instrucción y amonestación con “toda sabiduría”. Y a cantar “salmos, himnos y odas espirituales” (psalmois hymnois hôdais pneumatikais) en gracia (en járiti) a Dios en los corazones (en tais kardiais). Y a que todo lo que hagan los miembros de la comunidad, sea de palabra o de obra (en logô ê en ergô) sea hecho “en el nombre” de Jesús, dando gracias al Padre.


La tercera unidad (que es probablemente la razón por la que es incorporada esta lectura en la celebración del día) conforma lo que se conoce como “códigos domésticos”. En la antigüedad eran frecuentes los “códigos”, es decir, listas de acciones a evitar o a realizar en determinadas circunstancias. Pecados que se han de evitar en un ambiente donde abundan (catálogos de vicios), cosas que se han de practicar en esos mismos ambientes (catálogos de virtudes), cosas que debe practicar el ministro en una ciudad o comunidad (catálogos de ministerios) y cómo debe comportarse un “amo de casa” (oikodespotespaterfamilias) para ser reconocido en esa comunidad; la “casa” era tendida como una “ciudad en pequeño” y así se debía manejar la casa, como un gobernante la ciudad. Estos catálogos (todos ellos) son frecuentes en el ambiente greco-romano, y son también habituales en el Nuevo Testamento. En concreto, un buen “amo de casa” debe mostrar visiblemente que lo es “sometiendo” a su/s mujer/es, a sus hijos y a sus esclavos. Así funciona una “casa” en el mundo antiguo. Los cristianos, que cuando ya han pasado los primeros tiempos carismáticos empiezan a organizarse y estructurarse, lo harán precisamente siguiendo ese modelo: la casa. Es una manera de mostrarse ante la sociedad como un grupo que no va a romper con lo establecido. Pero –sin embargo- hay una diferencia con respecto a los catálogos de la sociedad, y eso es precisamente destacar y fortalecer la propia identidad. “No somos revoltosos, pero tenemos nuestro modo propio de vivir”. 


Por ejemplo, así dice Platón: 
«si hubiera necesidad -añadí- de decidir cuál de estas cualidades constituirá principalmente con su presencia la bondad de nuestra ciudad, sería difícil determinar si será la igualdad de opiniones de los gobernantes y de los gobernados o el mantenimiento en los soldados de la opinión legítima sobre lo que es realmente temible y lo que no o la inteligencia y la vigilancia existente en los gobernantes o si, en fin, lo que mayormente hace buena a la ciudad es que se asiente en el niño y en la mujer y en el esclavo y en el hombre libre y en el artesano y en el gobernante y en el gobernado eso otro de que cada uno haga lo suyo y no se dedique a más» (República IV, 433 cd).



Con la intención de que el judaísmo sea aceptado por los romanos, Flavio Josefo presenta su modo de vida con criterios semejantes:

«¿Y en lo referente a los matrimonios? Nuestra ley aprueba únicamente aquellas relaciones sexuales que son la unión con la esposa, y sólo cuando tiene por objeto engendrar hijos (…) La mujer, dice la escritura, es en todo inferior al varón. Por lo tanto, que obedezca al varón, no para su ignominia, sino para que siga su dirección y mandato, porque Dios otorgó al varón fortaleza y poder (…) La ley ordena criar a todos los hijos (…) desde la primera infancia la educación de los hijos debe encaminarse a la sobriedad; la ley ordena enseñarles a leer, los preceptos de la ley y los hechos de nuestros mayores…» (Contra Apión II,199).

Lo interesante del código de Colosenses es que está dirigido en primer lugar a los débiles (mujeres, hijos y esclavos) –quienes son mencionados en primer lugar-.  La actitud de los débiles es teologizada (vv. “conviene en el Señor”, v.19; “es grato a Dios”, v.20; “temiendo al Señor”, v.22), pero el “amo de casa” tiene la responsabilidad de “no abusar” de su poder, este es limitado.


El texto litúrgico (seguramente por motivos de que no se supone que hoy haya esclavos, lo cual es evidentemente dudoso) omite el tercer par: esclavos y amos, que es el más extenso y parece haber sido importante en su incorporación en esta sección.



Sin duda, este texto leído fuera de su contexto histórico-cultural ha sido responsable de grandes injusticias con los esclavos y con las mujeres, lo que –además- se pretendió justificado teológicamente. Sin duda no es así como hoy a de leerse este “código”. Ciertamente no es “aquella casa” semejante a “la casa” en la que hoy se despliega la humanidad, y es en “esta” en la que debiéramos encarnar los valores del Evangelio.


Evangelio según san Mateo     2, 13-15. 19-23

Resumen: En una serie de escenas con semejanzas al Antiguo Testamento, y movido por sueños de José, la familia de José, el niño y su madre, van al exilio y luego vuelven de él mostrando que Dios los acompaña en el camino y que ellos se dejan conducir por su palabra.


El Evangelio de Mateo, en lo que se ha llamado –quizás imprecisamente- el “evangelio de la infancia” presenta una serie de relatos con clara connotación veterotestamentaria en los que se destaca precisamente en cada uno el “cumplimiento” de lo dicho por un profeta. La visita de los magos es uno de ellos y constituye el marco de la furia de Herodes (tema que será presentado en otra fiesta litúrgica). La ida a Egipto porque Herodes quiere matarlo, y el regreso, una vez muerto este, constituyen el texto litúrgico. La matanza de los niños –otro texto claramente veterotestamentario, y que se ubica en otra celebración litúrgica- se ubica en el medio de este marco y es omitido en las lecturas de hoy.


Los sueños de José, que también recuerdan a José hijo de Jacob y su capacidad de comprender la voluntad de Dios en ellos (Gen 40-41), constituyen una suerte de repetición para ir dando movimiento a la escena: huyen a Egipto anunciados por el ángel en sueños, vuelven de Egipto movidos por un nuevo sueño, y se instalan en Nazaret, no en Belén, a causa de un nuevo sueño (el sustantivo ónar, sueño, sólo se encuentra en Mateo, 1,20; 2,12.13.19.22; 27,19) y ha de entenderse como un medio de comunicación que Dios utiliza para transmitir su palabra. Sólo se aplica a José salvo 27,19 donde la mujer de Pilatos luego de la comunicación “en sueños” puede afirmar que Jesús es “justo”. La cita de Os 11,1, “de Egipto llamé a mi hijo” se refiere a Israel, pero es utilizada cristológicamente por Mateo. El marco egipcio, recuerda la matanza de los niños varones (matanza de los inocentes; cf. Ex 1,16), la huida de Moisés (Ex 2,15), y la comunicación divina que le afirma: “Anda, vuelve a Egipto, pues han muerto todos los que buscaban tu muerte” (Ex 4,19). El esquema puede sintetizarse de este modo:


A.    Comunicación en sueños a José: “toma contigo al niño y a su madre”, ida a Egipto

B.    Se levantó, tomó de noche al niño y a su madre

C.    Cumplimiento del oráculo del Señor: “De Egipto llamé a mi hijo”


A.    Comunicación en sueños a José: “toma contigo al niño y a su madre”, ida a Israel: “han muerto los que buscaban la vida del niño”

B.    Se levantó, tomó al niño y a su madre [pero…]


A. Comunicación en sueños, gobierno de Arquelao, ida a Nazaret

C. Cumplimiento del oráculo: “Será llamado Nazareno”



Sin embargo, si bien la intención literaria del texto parece querer poner a Jesús en paralelo con Moisés, el relato ha sido escogido para la liturgia del día por la insistencia en el obrar de José, guiado por Dios, con la finalidad de mostrar a la familia (“con el niño y su madre”) conducida por Dios, y en cumplimiento pleno de las Escrituras.



Una nota sobre el “cumplimiento” de las Escrituras. El término complimiento es un término ambiguo, y puede entenderse como que algo ha sido previsto y anunciado y llegará el tiempo en que ha de “cumplirse”, pero resulta muy extraño esto como accionar de Dios. Dios no tiene digitada la historia y que todo lo planeado por él ocurrirá, ya que de ese modo no habría cabida para la libertad humana. Otro modo de entenderlo es que algo que fue dicho hace tiempo para cosas cumplidas o realizadas en ese tiempo (como la vuelta de Egipto), son releídos en una nueva realidad de un nuevo tiempo. La escritura sigue viva, sigue hablando a nuestro tiempo.



Un texto extraño es la referencia a un “oráculo” de “los profetas” (no menciona profeta alguno, sino en genérico) acerca de que “será llamado nazareno”. El texto no se encuentra en ningún profeta. Algunos –en tiempos pasados- lo interpretaban en el sentido de “nazir”, consagrado. De allí que Jesús sea imaginado con pelo largo (el nazir no se cortaba el cabello, cosa que lo distinguiera de los demás como un consagrado, como es el caso de Sansón, o de Juan, el Bautista). Sin embargo, es evidente que Jesús no era un nazir (el nazir no bebía alcohol, mientras que Jesús era llamado “comilón y borracho”). Es posible que el término aluda a Néser/nasr, retoño (Is 11,2), pero hay otras opiniones.




Foto tomada de www.bbc.co.uk

miércoles, 25 de diciembre de 2019

Políticamente incorrecto


Políticamente incorrecto


Eduardo de la Serna



Una cosa que me molestó, durante el pasado gobierno de Cristina, es la cantidad de críticos (especialmente de ambientes clericales) que le hicieron el juego a que ganara Macri (y que después se hacen los distraídos como si no hubieran contribuido en ello). También me molesta escuchar el fundamentalismo delcañista, también totalmente funcional al macrismo. La actitud esquizoide frente al quorum fue un indicio, y decir que Alberto era corresponsable de la represión en Mendoza es un signo de su nula capacidad de análisis político (por más que sea terrible que legisladores del Frente de Todos hayan contribuido con su voto a la modificación de la ley de aguas en Mendoza… justo después que Alberto citara la Laudato Si de Francisco en el Congreso). Ahora, eso no significa que yo esté dispuesto a firmar un cheque en blanco o a poner las manos en el fuego por el actual gobierno, o por algunos de sus funcionarios.

Por más que Clarín insistiera en que los OPP somos curas “K”, eso sólo corre por cuenta de quien lo dice (y sabemos por qué lo dice). Si tuviera que definirme por una letra, quisiera ser cura “P”; y con “P” de pobres, antes que empiecen a elucubrar los operadores periodísticos. Y no pienso dejar de señalar cualquier cosa en favor o en contra de lo que yo entiendo beneficia o perjudica a los pobres (y lo de Mendoza es un ejemplo de ello). Desde el primer día.

Quisiera distinguir los gestos (que me parecen fundamentales y muy importantes) de las políticas. Ya lo señalé en más de una ocasión con respecto al Papa Francisco. Los gestos de Alberto (hasta ahora) me han resultado dignos de aplausos de pie: desde la gorrita de Brian hasta la presencia en San Cayetano la Nochebuena, me resultaron maravillosos. Después me puede molestar que le dé un reportaje a Majul, pero quizás tenga un sentido político simbólico que se me escapa. Hubiera preferido un reportaje inteligente, pero para lograr eso hubiera sido necesario otro reportero. Y dejo de lado el momento en que Majul le preguntó si la película Tierra Arrasada no ahondaba la grieta, después que durante 4 años nos aturdieron vomitivamente (y Majul uno de ellos) con la “pesada herencia”. Pero dejo de lado eso por ahora. Esperando un tiempo prudencial.

También es cierto que nos dicen una y mil veces que “es con todes”, y puedo entenderlo. Entenderlo no quiere decir que me alegren algunas caras (o bigotes). Hace mucho que cantábamos que “no es lo mismo estar unidos que vivir amontonados”. Imagino que ese “con todes” implica estarlo en orden a un proyecto, un objetivo. A menos que sea para la foto, en cuyo caso celebro no estar. ¿Cuál es ese proyecto? Porque imagino que habrá quienes elegirán no estar… Si es, por ejemplo, una campaña “contra el hambre” pero para eso alentamos la limosna de las viejas “damas de beneficencia”, la mano que da “desde arriba” a la mano que está “abajo” (metáfora de Galeano), no sé si quiero estar, y conozco muchos que tampoco estarían. Porque creo que para acabar con el hambre debe haber justicia social. Simplemente.

Algunos empezarán con el pescado y enseñar a pescar. Bien: tengo claro que el paso primero es tener comida en el estómago. sin eso, nada se puede. Y entonces, que vengan los que quieren dar un pescado. Pero eso es solamente un paréntesis. Y siguiendo con la metáfora, me parece una falta de respeto que digan que hay que enseñar a pescar a quienes pescaron toda la vida, pero les robaron las redes, la barca y hasta privatizaron el lago. Si no tienen pescado, es porque les robaron todo. Démosles pescado mientras recuperamos lo que les pertenece a los pescadores; y luego, hay que devolverlo, no cobrárselos en cuotas sin intereses. Claro que un problema es que muchos de los que robaron a los pescadores, o muchos cómplices del saqueo, están en esa mesa; si casi parece que pronto el ministro invitará a Carolina Stanley (para que sea con todes, digo). No puedo menos que pensar y recordar decenas y decenas de frases de Evita sobre las damas de beneficencia, sobre la justicia social, sobre la dignidad… A lo mejor es por eso que anoche, en Nochebuena, las imágenes de Evita en el ministerio de desarrollo estaban apagadas.


Foto tomada de https://www.nueva-ciudad.com.ar/notas/201905/40591-reclamos-para-que-larreta-encienda-la-figura-de-evita-en-desarrollo-social-a-100-anos-de-su-nacimiento.html

martes, 24 de diciembre de 2019

La larga lucha por la paz


La larga lucha por la paz


Eduardo de la Serna



Hace ya un cierto tiempo, escribí que no es cosa de “memoria, verdad y justicia” sino de “hacerlas”; tener o no memoria es una cuestión neurológica, y “san Google” puede subsanarla; pero “hacer memoria” es algo político. Hoy quisiera pensar algo parecido de la PAZ.

Por momentos, parece que la paz es la ausencia de conflicto. Y, con ese criterio, una persona encerrada llena de miedo, detrás de rejas sería una persona “en paz”. Un armisticio, o tregua, sería paz. El que yace bajo la bota imperial sin poder “levantarse” tendría paz. Y, para ir entrando en tema, quizás esa tal sea “paz” para el imperio (aunque por debajo se “cocine” resistencia), pero no paz para el oprimido. Y, como tantas cosas, la pregunta es “¿dónde estamos?, ¿cuál es nuestro lugar?” Porque con abrumadora frecuencia, la paz de unos no es la paz de otros.

La paz entendida como “ausencia” me resulta un poco vacía. Cosa que entienden muy bien los que otorgan los premios nobel de la paz y por eso premian a quienes premian. Vacíos en su inmensa mayoría, una paz mirada desde el Norte.

Ese gran Papa que fue Pablo VI repitió, releyendo a Isaías, que “la paz es fruto de la justicia” (quizás el último gran lema para la jornada mundial de la paz). La paz es militancia. No hay paz en la ausencia sino en el compromiso; no hay paz en el statu quo ni en las sonrisas huecas. La paz es siempre utopía, es una construcción. E, ignorarlo sería por lo menos ingenuo, si no cómplice. Siempre existirán los enemigos de la paz. Los que se niegan a la liberación de los esclavos, a la dignidad de los indígenas bolivianos, a la paz acordada en Colombia, a posibilidades de “gatillo fácil” en las policías. La paz es y será siempre ardua, y nunca será la represión la constructora de la paz, mal que le pesen a quienes, en Chile, Colombia, Ecuador y Bolivia, y ayer en Argentina, creen que la paz es posible de alcanzar con muertos y baleados. La de los cementerios no es paz, sino muerte, por más que los dichos nos confundan. “Nunca los explotadores pudieron ser ni sentirse hermanos de sus explotados y ninguna oligarquía puede darse con ningún pueblo el abrazo sincero de la fraternidad” afirmaba con sabiduría profética y claridad evangélica la siempre amada Evita. La paz ocurrirá, en todo caso, cuando esos explotadores dejen de explotar, por conversión o por justicia. Es la fraternidad y sororidad la gestora de la paz (y del amor, que son parientas) y -sería ingenuo desconocerlo – hay cientos que jamás se sentirían hermanas o hermanos de los últimos, les explotades, las víctimas. Pero la paz se empezará a forjar recién cuando nos posicionemos allí, con elles. Como hermanes, con el brindis sincero del mirar los ojos de los y las demás y reconocernos en ellos. Pero ese brindis nunca puede ser un “aquí no ha pasado nada”, porque mucho es lo que “¡ha pasado!” ¡y sigue pasando!

Podemos pretender una suerte de paréntesis… brindar con todes, sonreír a todes, cantar “noche de paz, noche de amor” … y olvidar a los millones que no tienen paz, ni amor. Y ese brindis será una suerte de bofetada. Será ignorar ¡una vez más! (¡¡¡y van…!!!) a les víctimes (y brindar con los victimarios).

Insisto: en estas fiestas judías, cristianas o laicas, si la paz no es una militancia que nos posiciona del lado de quienes sufren, será por lo menos hueca, pero no seremos los “artesanos de la paz” de la bienaventuranza de Jesús que logra que Dios nos llame sus hijos (Mateo 5,9). Ser artesanos militantes parece una buena propuesta para este año que comienza. Después de 4 años (al menos) de edificar indiferencia parece un gesto de sensatez. Quizás también de justicia. y, sobre todo, un signo de que estamos en el “lugar” de la vida. Paz – amor – vida parece que van juntas ¡siempre!


Obra del artista callejero "Banksy", «la cicatriz de Belén»