Brevísimas
- Después
de las abominables declaraciones de Soledad Acuña, ministra de educación
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y evitando bromear con su nombre y
lo autónomo de la CABA, sólo cabe el repudio. Estigmatizante de los pobres
y de los docentes, algo absolutamente coherente con el partido al que la
ministra pertenece y que los autónomos siguen eligiendo. Pero que no nos
sorprenda no quita el rechazo. Sin ningún tipo de dudas. Asco. ¡Y listo!
- Después
de la crisis importante del Perú, con tres presidentes en una semana,
pareciera que primó un poco la sensatez. Ahora cabe esperar que se
aquieten las aguas y el país hermano y amigo pueda encaminarse
pacíficamente al proceso electoral en curso para abril. Lo merecen. Lo
necesitamos.
- Parece
que el mal llamado “impuesto” a las grandes fortunas está encaminado y
probablemente sea ley. Cosas inconcebibles para la lógica se han visto en
este contexto… Que supuestos representantes del pueblo se manifiesten en
contra; que muchos medios de comunicación (los mismos de siempre) se
opongan vehemente y violentamente; que la izquierda parlamentaria afirme
que no votará a favor… Pero que sean inconcebibles no significa que sean
inesperadas: no esperaba, personalmente, que Juntos por El Cambio votara
nada que beneficiara a “la gente” (no lo hizo en sus 4 años de gobierno,
¿por qué lo haría ahora?), no esperaba que los MCS contribuyeran a que el
país sea mejor (¿por qué lo harían si nunca en toda su historia lo
hicieron?) y no esperaba que la izquierda parlamentaria votara algo en
favor de la gente… Vivir en el “kosmos eidético” (el mundo de las
ideas, platonismo excelso) es su característica; caso contrario tendrían
que pisar la tierra, embarrarse, y – lo peor para ellos – enterarse que
existe el peronismo.
- Entre
los miles de “días de…” el 17 de noviembre se considera el día de la
militancia. Un 16 de septiembre de 1955 empezó una noche oscura para el
pueblo sufrido, los “cabecitas negras”, los pobres de la patria. El
peronismo fue derrocado del gobierno, su líder exiliado, y la militancia
perseguida, fusilada, torturada, proscripta, desaparecida… Empezó el largo
tiempo de la resistencia. Tiempo en el que mujeres y varones brillantes
mostraron el camino. Desde el Cine (¡gracias, Pino!) a las calles y
paredes, “con tiza y con carbón”, desde las reuniones clandestinas hasta
militancia más vehemente, desde pequeños grupos que fueron surgiendo,
reuniones y formación (¡gracias, curas!), hasta que un 17 de noviembre,
aquel a quien no le daba el cuero (como dijo – entre otros desatinos – el
dictador Lanusse) Juan Domingo Perón aterrizó en Ezeiza, bajo una lluvia y
paraguas, medio secuestrado en el hotel Internacional y luego en Vicente
López y en ”Nino” orquestando el final de un tiempo oscuro (aunque los
“seres oscuros” se reservaron nuevas noches, y seguramente imaginan otras
más). Vaya un abrazo a todas y todos los militantes y militantas que
hicieron posible un reencuentro, y que siguieron sembrando para más y
nuevos pasos. Toca no bajar los brazos, toca tragar sapos, toca saber que
“lo mejor es enemigo de lo bueno”, toca tener presentes las frases de
Pepe: “en los 70 fuimos por todo y no tuvimos nada; en los 2000 fuimos por
algo, y conseguimos mucho”.
No olvidamos las soledades, la CIA, los avaros, los oscuros…
pero sabemos que, si bien no siempre es cierto aquello de “el pueblo unido,
jamás será vencido”, sí sabemos que unidos tenemos más fuerza para enfrentarlos
y evitar que nos “devoren los de afuera”.
Maximísimas
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