lunes, 25 de noviembre de 2024

Cierto que no somos racistas

Cierto que no somos racistas

Eduardo de la Serna



Alguien dijo una vez, y muchos lo creyeron, que Argentina no es un país racista.

Queda por ver, pero no es acá donde se hará, por qué parece que han “desaparecido” los indígenas y la negritud que abundaban, como en toda América Latina, para transformarnos en un país “blanco”. Y, antes que nada, aclaro: que nos han hecho creer que somos una nación blanca es cierto, pero – aunque la proporción actualmente visible de indígenas es menor en Argentina que en Bolivia y la de negros, menor que en Uruguay (por citar países vecinos), no es menos cierto que ambas son importantes, aunque – por un tiempo, afortunadamente ido – hubo quienes escondían su propia realidad para ser incluidos, para sentirse “parte” de una nación “evidentemente europea” (sic). Tampoco deja de merecer ser tenido en cuenta que, aunque en ningún gobierno haya habido una justa reivindicación (y reparación) no es menos cierto que no es lo mismo con unos gobiernos que con otros. La reivindicación de Julio A. Roca, ya en la Dictadura cívico militar con bendición eclesiástica – que celebró “los 100 años de la Campaña al Desierto” –, y durante el macrismo y el actual gobierno es buena expresión de esto.

Me inspira estos pensamientos el maravilloso trabajo de E. Raul Zaffaroni, Colonialismo y Derechos Humanos (Buenos Aires: Taurus 2022) destacando la enorme relación entre colonialismo y racismo, en nuestro caso en la Argentina.

Me permito señalar dos citas:

(El) tema de los mapas es interesante como indicador de superioridad, que depende del lugar en que se ubique quien los traza (…) para llevar a cabo esta empresa de limpieza de sangre apeló (España) a un biologismo racista (…) lo que realmente se inventó con el colonialismo originario fue el racismo por melanina (45-46)

La difusión académica de los diletantismos racistas sufrió un golpe de gracia cuando en 1950 la Unesco, repitiendo palabras del biólogo Julián Huxley, declaró «los graves errores ocasionados por el empleo de la palabra ‘raza’ en el lenguaje corriente hacen deseable que se renuncie completamente a él cuando se aplica a la especie humana y que se adopte la expresión ‘grupos étnicos’» (192)

También es interesante notar que ese racismo no es menos vigente en la misma “pura” Europa, ya que no es lo mismo ser alemán, francés o inglés, que español, portugués o italiano (y no es lo mismo serlo del norte que del sur) … Y la Argentina que se autopercibía europea, quería ser económicamente inglesa y culturalmente francesa. La ciudad de Buenos Aires especialmente (aunque en algunas doctas ciudades esto no les sea ajeno) era la abanderada de esa dizque argentinidad.

Resulta que ahora los periódicos nos informan de dos casos terribles:

  1.       En un club de golf del balneario de Pinamar una mujer paseaba y descansaba, como, parece, lo hacía frecuentemente. Pero una pareja que jugaba la atacó con un palo de golf, y, roto este, con otro. Y, por lo que parece, a los gritos de “pago 50.000 dólares para venir acá”, “esto no es Ostende”, “ratas, vayan a tomar mate al Conurbano” … y un testigo, que filmaba, afirmó: “tiene razón (sic) pero no es para pegarle”.
  2.       En el barrio las Cañitas (pleno Buenos Aires) un joven estaba con la bandera del estado Palestino. Y un señor empezó a insultarlo a los gritos. Los insultos fueron los mismos de siempre, a los que nos tiene habituados el gobierno y sus brazos armados, y decía, además, “váyanse de mi barrio (sic)”, “yo soy rico y ustedes unos negros de…”, “los ricos no vamos presos”, “¡váyanse de acá!”

Y me acordé que “no somos racistas”, y que el mapa mental de estos engendros es un mapa sacro y blanco, y que la no menos sacra “propiedad privada” de su club, su barrio, su derecho los autoriza al insulto y la agresión impune porque no vamos presos. Y viendo esto, y mirando tantas cosas no tan grotescas, pero sí semejantes, puedo entender por qué ganó Milei. Por qué perdimos los humanos.


Imagen toimada de https://www.facebook.com/MafaldaDigital/posts/humor-de-viernes-libertad-/1789207054527674/

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