miércoles, 1 de febrero de 2017

Construir, deconstruir y reconstruir

Construir, deconstruir y reconstruir


Eduardo de la Serna



Hace muchos años, en plena crisis con su ex pareja Mia Farrow, Woody Allen filmó una de sus películas – quizás – más autobiográficas que en castellano se tituló “Desmontando a Harry”, en inglés Deconstructing Harry (1997). No pretendo ni analizar aquí la película (para mí no es una de las mejores de Woody Allen) ni su vida personal (para mí, ¡un perverso!). Pero entiendo que busca defenderse de las denuncias (incluso aparece una jovencita con rasgos orientales) afirmando que quieren “deconstruirlo”.

El diccionario afirma que “deconstruir” se trata de desmontar un relato, desarmar una obra, un concepto (el término se atribuye a Jacques Derrida). Sin duda el término remite a “construir” y – en este caso – desarticular, desbaratar, desmantelar.

Una obra artística puede ser deconstruida para un mejor análisis, por ejemplo. Pero por cierto no es lo mismo que “implosionar”, bombardear; uno es abrupto, el otro es pausado, sistemático y toma su tiempo. Claro que al des-articular parte a parte se puede ir rompiendo unidad por unidad lo construido. De eso se trata.

Construir, por el contrario es ir armando - siempre de a poco – una obra (la solidez, seriedad, o ficción de la misma es otro tema). Y es desde aquí que me surge una reflexión.
Es indiscutible hoy que los medios de comunicación “construyen” realidades. “Yo vi en la tele” significa “es verdad”. Alguien existe o no según “aparezca” (o no). Por eso, por ejemplo, para “construir” un candidato lo primero es mostrarlo, que se lo conozca. Después se verá si se construye algo más sobre esos cimientos. Evidentemente, “deconstruir” es lo contrario. Pero en este caso, se lo (o la) muestra y deconstruye separando unidades para demolerlas una a una de ser posible: la vida personal, un aspecto público la economía, la política exterior, etc… y entonces se habla de “la vida familiar” de Cristina, de “la corrupción K”, de la “falta de institucionalidad”, etc… La cosa es “deconstruir” y si se avanza en un sentido que no “pega” se sigue con otro. En este caso la cosa es “ir deconstruyendo”. ¡Y listo!

Pero a la vez es necesario “construir”. Por ejemplo un candidato alternativo al deconstruído, aunque sea “desde la nada misma”. Primero se lo muestra con colores, globos, sonrisitas, timbres y redes sociales… la cosa es ir construyendo, con ladrillos de colores un “cambio”.
Pero como a veces esto no es suficiente (o no es suficiente en un determinado momento) la cosa es complementarlo con la “construcción”, por ejemplo, de un enemigo. Cuando “algo/alguien” se instala como enemigo, el “otro previamente construido” aparece como el escudo necesario para enfrentarlo. Este enemigo puede ser “la corrupción” (pero una, no todas… la pasada, no la presente), personajes, como “López y Báez”, los aire acondicionados, los mapuche, los menores, los DDHH, los migrantes… La cosa es “construir” un (o varios) enemigos para que el “construido” sea quien los enfrente.

Así, deconstruyendo adversarios – como Harry – y construyendo adversarios ficticios se sigue “construyendo” el sujeto ideal para enfrentar el tsunami que se viene, construido también. La cosa es – se ha dicho insistentemente – recordar que “la culpa es del otro si algo me sale mal”. Deconstruir a esos otros si pudieran eventualmente ser “solución” (o “aparecer” como eventual solución), construir enemigos “si pueden ser oportunos” para seguir “construyendo” un edificio de fantasía. Así pasó con el Brexit, así pasó con el plebiscito y el triunfo del “no” en Colombia, así con Trump y así con nuestro “construido” casero. Y mientras no seamos conscientes que esa construcción es “globo” puro seguiremos dejando que “deconstruyan” todo lo bueno que se hizo y se construya un país para pocos en nombre de la alegría, del cambio, de la pobreza cero. Ladrillos de colores para construir la nada misma.



Dibujo tomado de http://es.123rf.com/photo_59854222_gran-mano--deconstruir.html

2 comentarios:

  1. Tal cual Eduardo, pero es triste ver todavía cuánta gente no se da cuenta, ahi está la ignorancia, aunque tengan títulos universitarios...o es egoísmo ? es no pensar en el otro, es querer pertenecer a un grupo privilegiado e individualista. Para mi la felicidad es ver a la mayoría feliz, es cuando me siento más humana...Gracias por ayudarnos a pensar y a sentir..

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