viernes, 6 de enero de 2023

Las ventanas

Las ventanas

Eduardo de la Serna




Un concilio es prácticamente intocable. ¿Cómo hacen, entonces, los adversarios del concilio para frenar su impulso, su “recepción”? Juan Pablo II era, claramente, adversario del Concilio Vaticano II, y su mano ultraderecha Joseph Ratzinger, tan conciliar él antaño, lleno de miedo por lo que el Concilio engendró y en él se gestó, también supo que “algo” había que hacer.

Entonces, en tiempos sinodales, el Papa convocó a un sínodo con motivo de los 20 años del Concilio, para hablar “del Concilio”. La idea era, obviamente, dar la “ortodoxa”, correcta, y fiel interpretación del concilio. Es decir, poner un freno a todo lo gestado. Todo hablando bien del concilio, por supuesto, pero según la “verdadera” lectura del mismo.

Ahora bien, si el Papa convoca a un concilio, se supone que no debe hablar, sino escuchar (eso es un sínodo). El que lo haría sería “el prefecto”, el “teólogo”, el “guardián” (al fin y al cabo, además, el Papa nunca se había caracterizado por ser ducho en teología). Pero había un problema: cada uno de los presentes tenía un pequeño tiempo para hablar, muy acotado. ¿Cómo haría Ratzinger para decir todo lo necesario para poner un freno al impulso conciliar? ¡En tan pocos minutos no podría hacerlo! Pues publicó un “fundamental” Informe sobre la fe (1985) donde podía explayarse y todos conocer, claramente, lo que el Papa y su teólogo de cabecera querían decir. Y lo que nadie se atrevería a cuestionar o relativizar. Así, el Papa logró poner un freno al impulso conciliar. Así Joseph Ratzinger marcó claramente su derrotero marcado por el miedo, una clara ideología (en nombre de la no-ideología, por cierto) y consolidó el invierno eclesial. El mismo por el que era urgente cerrar las ventanas que Juan XXIII había abierto. El mundo le resultaba espantoso. Gracias a ambos, Papa y cancerbero, la Iglesia se hizo conocida por lo más negativo. Eso mismo que hoy, muchos quieren volver a “gozar” pidiendo su canonización y hasta el grotesco de que sea reconocido “doctor de la Iglesia”. El problema, además, es que al cerrar las ventanas, el Espíritu Santo quedó del lado de afuera.


Foto tomada de https://es.123rf.com/photo_52589078_madera-ventanas-cerradas-croatas-en-la-construcci%C3%B3n.html

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