viernes, 12 de agosto de 2016

Apostillas

Apostillas

Eduardo de la Serna



1.       Milagro Sala y los in-morales

La noticia hoy nos sorprende (poco)… Al gobernador de Jujuy no le basta tener la suma del poder público y hacer su voluntad con el apoyo indisimulado del Gobierno Nacional, sino que además viola la Constitución nacional sin que el poder judicial diga “esta boca es mía”. No sólo sigue detenida inconstitucionalmente (toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario) Milagro Sala, y sus compañeros (entre ellos su esposo en prisión domiciliaria por su estado de salud) sino que hoy se le negó la posibilidad de ser visitada por uno de sus letrados. Los abogados presentarán un Habeas Corpus y Milagro comenzó una huelga de hambre. No está de más recordar que el gobierno del contador Morales comenzó con 40 muertos: un colectivo con gendarmes se dirigía a la provincia el mismo día de su asunción como Gobernador ¡para reprimir! Eso es lo que caracteriza ese gobierno provincial (o para ser precisos, “reprimir” a “esos” no sea que vaya a reprimir en el Ingenio Ledesma a los Blaquier y demás dueños de la provincia). La provincia de Romina Tejerina no puede darse el lujo, para el “emperador” (in)Morales de que una indígena, pobre y ¡mujer! sea bandera de dignidad.

2.       Cordera con piel de lobo

Las repudiables declaraciones de Gustavo Cordera en un reportaje de TEA motivaron una justísima ola de repudios. Era de esperar que personajes del inframundo, como Jorge Lanata, lo defendieran. También fueron lamentables las declaraciones del arzobispo de Lima, el cardenal Cipriani (Opus Dei) afirmando que “muchas veces la mujer se pone como en un escaparate, provocando” y la marcha (el 10 de agosto) en contra de la “ideología de género” organizada por los obispos colombianos. Parece que en algunos ámbitos no se resignan, y aprovechan del poder del que disponen, para confrontar con el lugar que la mujer merece. La marcha en Colombia decía ser “en defensa de la familia” como si en nombre de la “ideología de género” se prohibiera todo matrimonio heterosexual en Colombia, por ejemplo. Parece que en los tiempos modernos la mujer no se resigna a que “puede ser tratada como cosa” (no puedo entender de otro modo los dichos de Cordera, por ejemplo) y entonces reclama, levanta su voz y se manifiesta. Y reclama, además, lo que considera su justo lugar, y no el lugar que tradicionalmente se le ha asignado (“andá a lavar los platos”). Entiendo que eso es el género, y no puedo ver perversión sino justicia y sensatez en ese reclamo. Y, en lo personal, me cuesta entender que jerarcas de una institución tan machista, andro- y gerontocéntrica como la Iglesia pretenda tener una palabra razonable y valorada en temas tan sensibles. Y en el caso Cordera, pues espero lo mismo que ingenuamente he esperado de los medios hegemónicos, que nadie los escuche, nadie los lea, nadie vaya a un recital y termine su vida en la soledad masturbatoria de su machismo tomando un té con Jorge Lanata.

3.       Un presidente torcido e inhumano

Macri ya había insinuado que con él se acabaría “el curro de los derechos humanos”. Más allá de declaraciones posteriores que intentaron disimular el dicho, hoy vemos claramente su significado: defensores de la dictadura y cómplices de los crímenes de Lesa Humanidad desfilan el día de la Patria, 50 genocidas condenados cumplen ahora prisión domiciliaria (y algunos la violan impunemente), el estado se retira como querellante en los juicios que, además, avanzan a paso de tortuga gracias a un Poder judicial cooptado y cómplice, el Presidente habla de “Guerra sucia” allí donde no hubo guerra alguna sino crímenes de Estado, y se desentiende del número de desaparecidos porque “no le importa” el tema, como a su vez se dice expresamente en Tecnópolis (que decían sería “desideologizada, sic). Y para completar sus desatinos afirma que Hebe de Bonafini, ante quien debería arrodillarse y besar sus pies cansados de trajinar la Plaza, es una “desquiciada”. En lo personal me parece que “el curro” es otro.

4.       Macri y "la gente" que no es "como uno"

El presidente del baile y los globos, de la “felicidad” y su ministerio o la “ley de felicidad”, el que “está tranquilo” y quiere “unir a los argentinos” fue abucheado en la ciudad de Mar del Plata. Su reacción zen fue lamentar que “en lugar de sumar apedrean”. Quizás hayan podido apedrearlo porque esta vez no había vallas (para que sólo las traspasen los felices), gendarmes y camiones hidrantes. Lo curioso es que el presidente pretende que sumen luego que los suyos hablan de “basura”, de “grasa militante”, de “ñoquis”, y él hable de Hebe como “desquiciada”. Parece que para “Mau” sumar significa aceptar sus decisiones, sus políticas, sus caprichos… Y de ninguna manera discutir y ¡mucho menos! estar en desacuerdo. Eso es lo que pretende para “des-ideologizar”, como poner jaguares y ballenas al revés en los billetes, o invitar al Rey emérito de España – porque la infanta Carlota no podía venir, dicen – a los festejos del Centenario redivivo y lamentar la angustia de los próceres de la independencia que bien hubieran hecho de tener un terapeuta que los ayudara en tan difíciles momentos. Afortunadamente el zoológico de Buenos Aires aún no cerró del todo sus puertas, porque si no quizás a modo de indemnización por los malos momentos pasados Juan Carlos se hubiera llevado dos elefantes a su España natal para practicar tiro.


Difíciles momentos nos tocan vivir, y más difíciles para las hermanas mujeres, y muchísimo más difíciles si esas hermanas mujeres son coyas jujeñas o madres de la Plaza… Difíciles momentos que no impiden que la esperanza nos acompañe. La esperanza, esa empecinada fuerza interna que nos hace soñar un mañana y empezar a luchar hoy por conseguirlo. Mal que les pese a los que “cambiaron futuro por pasado”. Mal que les pese, bien que nos libere.


Foto tomada de www.taringa.net

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