martes, 26 de febrero de 2019

Comentario domingo 8C


Los dirigentes de la comunidad deben pasar por el filtro de la fidelidad

Domingo 8º durante el año – ciclo “C”

Eduardo de la Serna




Lectura del libro del Eclesiástico                    27,4-7

Resumen: con imágenes de la vida cotidiana el sabio ilustra la sensatez (o no) de confiar en las personas según lo manifiesten en su palabra.

Una serie de imágenes de la vida cotidiana ilustran el modo sensato de actuar, razonar o evaluar lo que ocurre. Especialmente ilustra en diferentes imágenes el actuar en el comercio. Las imágenes ayudan a evaluar por la palabra el interior de las personas.

El pecado puede ser característico del comerciante (ver 42,5), especialmente cuando el afán de lucro lo ciega (27,1; ver Lev 19,35-36; Am 8,4-5; Prov 11,1; 20,10). La falta de honestidad es posible y se afirma como una estaca. Y lo mismo puede ocurrir con el lenguaje, el medio que existe para confirmar o no las apariencias. Con imágenes de la vida cotidiana (criba, horno, cultivo) revela a las personas, con densidad, resistentes, maduras. Hasta que el lenguaje no los revele no es sensato “evaluarlos”.


Lectura de la 1ª carta de san Pablo a los Corintios           15,54-58

Resumen: llegado el momento definitivo de la resurrección, los efectos de la muerte revelan su impotencia en los seres humanos al haber sido derrotados definitivamente por la vida.

Culmina el capítulo 15 con una conclusión. Sigue el contraste entre dos tiempos marcado por el límite entre la corrupción e incorrupción y lo mortal e inmortal.

Ya sabíamos que la resurrección de Cristo es “primicia”, y al llegar el tiempo final todo lo esperado se concretará. La muerte ha perdido su poder de definitividad puesto que la vida tiene la última palabra. Esa es la “victoria” (vv.54.55.57) que ya había sido anunciada ante el enemigo final (v.26). Así estaba anunciado por “lo que está escrito”


“palabra escrita”
1 Cor 15
Devorará [katépien] a la Muerte definitivamente. (Is 25:8)


se cumplirá la palabra que está escrita: La muerte ha sido devorada [katepóthê] en la victoria. (v.54)
¿Voy a librarlos de la garra del Seol, voy a rescatarlos de la muerte? ¿Dónde están, muerte, tus pestes, dónde tu contagio [kéntron], Seol? La compasión se esconde a mis ojos. (Os 13:14)
¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón [kéntron]? (v.55)

Como se ve (y ocurre en otras ocasiones de la carta) Pablo cita libremente la Biblia.

La “transformación” (v.51) operada en la resurrección fue expresada con diferentes imágenes: siembra-cosecha (vv.36-37.42-44), primer-segundo/último Adán (vv.45.47), herencia (v.50). Ahora recurre a una imagen (que en otras ocasiones es bautismal): el revestimiento (v.53). La corrupción y la muerte se “revestirán” de sus opuestos, incorrupción e inmortalidad y llegará el momento anunciado en las escrituras.

Pero a modo de ejemplo, Pablo ilustra cuál es el aguijón: el pecado, y la “fuerza del pecado” es “la ley” (algo que Pablo desarrollará extensamente en Romanos 5-7, aquí sólo insinuado). Pero por Jesús “hemos” alcanzado la victoria.

Con un “hermanos” conclusivo Pablo termina la unidad (y dará comienzo a la parte conclusiva de la carta en c.16). Al comienzo de la discusión con quienes niegan la resurrección Pablo les había dicho que “eso es lo que creyeron”, sino “habrían creído en vano” (v.2) y sin resurrección “vacía” (kenós) es nuestra predicación y nuestra fe y concluye señalando que “su trabajo no es vacío (kenós) en el Señor”.



+ Lectura del Evangelio según san Lucas    6,39-45

Resumen: tres pequeñas parábolas manifiestan sencillamente cómo se espera que se viva en el seno de la comunidad, especialmente quienes tienen responsabilidades en la misma.

Una serie de breves parábolas cierra la unidad donde Jesús habla sobre el Reino de Dios. Las parábolas también están en Mateo, pero no en este mismo orden.

Mateo
Lucas
Déjenlos: son ciegos y guían a otros ciegos. Y, si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en un pozo. (15:14)
39 Y añadió una comparación: –¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en un hoyo?
 40 El discípulo no es más que el maestro; cuando haya sido instruido, será como su maestro.
No está el discípulo por encima del maestro ni el sirviente por encima de su señor. Al discípulo le basta ser como su maestro y al sirviente como su señor. Si al dueño de casa lo han llamado Belcebú, ¡cuánto más a los miembros de su casa! (10:24-25)
¿Por qué te fijas en la pelusa que está en el ojo de tu hermano y no miras la viga que hay en el tuyo?
 4 ¿Cómo te atreves a decir a tu hermano: Déjame sacarte la pelusa del ojo, mientras llevas una viga en el tuyo?
 5 ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo y entonces podrás ver claramente para sacar la pelusa del ojo de tu hermano. (7:3-5)
41 ¿Por qué te fijas en la pelusa que está en el ojo de tu hermano y no miras la viga que hay en el tuyo?
 42 ¿Cómo puedes decir a tu hermano: hermano, déjame sacarte la pelusa de tu ojo, cuando no ves la viga del tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo y entonces podrás ver claramente para sacar la pelusa del ojo de tu hermano
Por sus frutos los reconocerán. ¿Se cosechan uvas de los espinos o higos de los cardos?
 17 Un árbol sano da frutos buenos, un árbol enfermo da frutos malos. 18 Un árbol sano no puede dar frutos malos ni un árbol enfermo puede dar frutos buenos. 19 El árbol que no dé frutos buenos será cortado y echado al fuego. 20 Así pues, por sus frutos los reconocerán. (7:16-20)
43 No hay árbol sano que dé fruto podrido, ni árbol podrido que dé fruto sano.
 44 Cada árbol se reconoce por sus frutos. No se cosechan higos de los cardos ni se vendimian uvas de los espinos.
 45 El hombre bueno saca cosas buenas de su tesoro bueno del corazón; el malo saca lo malo de la maldad. Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Planten un árbol bueno y tendrán un fruto bueno; planten un árbol enfermo y tendrán un fruto dañado. Pues por el fruto conocerán al árbol. (12:33)

El acento en Lucas está puesto en la comunidad y sus dirigentes.

La primera parábola (vv.39-40) alude a la importancia de que el discípulo no se ponga por encima del maestro, sino que continúe su etapa formativa. Caso contrario sería como un “guía ciego” destinado a caer en un pozo. Sin duda en la comunidad de Lucas hay quienes tienen esta actitud desatinada sin haber terminado su formación (“cuando haya sido instruido”).

La segunda parábola (vv.41-42) nuevamente se expresa en el contexto de la comunidad como el término “hermano/s” (3x) lo confirma. El hermano que pretende ser “guía” deberá tener la mirada limpia.

Ambas parábolas en Lucas (a diferencia de Mateo, en contexto de debate con los fariseos) se dirigen a la comunidad.

La tercera parábola (vv.43-45) revela que las acciones de una persona revelan su interioridad. La coherencia o incoherencia entre el decir y el obrar en la comunidad revela la fidelidad al reino.


Foto tomada de http://www.akardec.com/?p=47918

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